Policía durante dos décadas y casco azul en la guerra de Yugoslavia, huyó de su país por motivos políticos. Hoy actúa en las calles de un municipio del sur de Madrid esperando que se le conceda asilo
La biografía de Iván encarna los avatares de los países de Europa orienta desde el derrumbe del telón de acero. Hizo el servicio militar y se formó en la academia de policía cuando su país aún integraba la extinta Unión Soviética. Tras la independencia, sirvió dos décadas como agente y se alistó voluntario en las misiones de paz que las Naciones Unidas desplegaron en Bosnia. En la imagen, Iván se dirige a su paso de cebra habitual para trabajar, en un municipio cercano a Madrid.DAVID EXPÓSITOLe condujo al exilio su militancia europeísta, fraguada al calor de las movilizaciones de 2014 en Kiev contra el expresidente prorruso Víktor Yanukóvich. En la imagen, Iván durante su trabajo animando a peatones y conductores.DAVID EXPÓSITOTras pasar por Polonia y Rumanía, recaló en Madrid hace un trienio acompañado de su hijo mayor. Los dos permanecen a la espera de la resolución definitiva de su demanda de asilo. En la imagen, Iván da las gracias a un niño que le ha dado unas monedas.DAVID EXPÓSITOSu espectáculo apenas dura unos segundos. En lo que los coches se detienen frente al semáforo, Iván exhibe con tres bolos sus innegables dotes como malabarista. Tan pronto recorre de un lado a otro el paso de cebra con ademán triste como explota de euforia, salta y baila al ritmo de una cancioncilla reproducida en su altavoz portátil. En la imagen, Iván sujeta el bote de chapa que simula un billete gigante de 500 euros enrollado que utiliza para que la gente deposite sus monedas.DAVID EXPÓSITOA mitad de la mañana, Iván suele acudir a una cafetería cercana al paso de cebra para tomar algo y reponer fuerzas con las primeras monedas ganadas en el día.DAVID EXPÓSITOIván, embarcando en un avión de transporte de tropas durante su servicio militar en Ucrania, en una foto facilitada por él.Según Iván, la clave para conectar en tiempo récord con el público, que a veces ni siquiera se molesta en bajar la ventanilla del vehículo, está en su expresiva mirada. En la imagen, Iván durante su jornada laboral.DAVID EXPÓSITOCuando se lava la cara y se cambia de ropa, Iván parece diferente. Un hombre calmado, con la piel apagada y unos ojos ocultos en sus cuencas. Payaso autodidacta, sus primeras actuaciones en la calle surgieron por afición, cuando aún trabajaba como inspector. En la imagen, un combo de Iván sin y con el disfraz.DAVID EXPÓSITOIván en el paso de peatones al que acude cada día para realizar su número.DAVID EXPÓSITOEn España comparte piso con su actual pareja —está separado de la madre de sus dos hijos— y otros cuatro ucranios. En la imagen, Iván espera sentado en una parada el autobús para volver a su casa.DAVID EXPÓSITOIván posa con un amigo, en su juventud.La mascarilla de Iván, tendida para su aireación, tras una jornada de trabajo.DAVID EXPÓSITO