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Nos gusta la Navidad - Día 18

El brindis, con los mejores deseos

Brinda como quieras, donde quieras y con lo que quieras. Lo importante es tener un motivo y el buen deseo dirigido a las personas que más quieres en todo el mundo. ¿Una idea fresca? 'Chin chin' con cócteles de cava

La Navidad es un rito de ritos: el reencuentro, la decoración, las comidas, las felicitaciones, los regalos, la lista de propósitos, cerrar y empezar bien el año, un espíritu más festivo o más hogareño, más tradicional o más cosmopolita… Y los buenos deseos en forma de brindis.

Hay quien sigue al pie de la letra las leyendas urbanas o el manual de protocolo; que si nunca con vaso de plástico o con agua, que si mirarse a los ojos, que siempre hay que beber aunque sea un sorbito, que solo se alza la copa aunque para muchos el chin chin del cristal es como la guinda del gesto…

Y hay quien no hace ni caso y simplemente brinda y celebra la Navidad como mejor le parece, que para eso está en su casa o paga la cuenta del restaurante. Lo importante es la intención y el mensaje mirando a los ojos de las personas a las que más quieres. A partir de ahí, ¡brindemos por la libertad creativa!

Dos ingredientes básicos: por qué brindar y con qué brindar. Puedes improvisar cuando surja o preparar de antemano un pequeño discurso simpático para recordar una anécdota, agradecer una ayuda, un éxito en los estudios o el deporte de tus hijos, porque ese familiar ha recuperado la salud… deslizar una pullita a tu cuñado menos favorito. O averiguar cómo es el brindis tradicional alemán para el novio que se ha traído tu hija del Erasmus.

¿Y con qué brindar? Libertad creativa de nuevo. Desde luego qué mejor ocasión para descorchar ese vinazo, ese espumoso digno de una embajada o un buen rosado, y sacar las copas finas en formato pompadour, flauta o tulipa… Pero también es la excusa para un brindis original y personalizado con un cóctel de Navidad. Además, así reduces la cantidad de alcohol y combinas con saludables zumos de frutas.

El cóctel navideño por excelencia suele llevar un buen cava (o vino, si lo prefieres) y no te preocupes si no tienes experiencia, son fáciles de preparar. Hay muchísimos, por ejemplo este: para una persona, troceas tres fresas, las pones en la coctelera, añades el zumo de medio limón, una cucharadita de crema de coco, un poco de miel, unos cubitos de hielo y agitas con fuerza. Viertes el líquido hasta la mitad de la copa de cóctel y el resto lo rellenas de cava. De-li-cio-so.

¡Cheers! ¡Prost! ¡Santé! ¡Ganbei! ¡Salud! ¡Chin Chin!

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