El calendario de Adviento
No se puede dar el pistoletazo de salida a la Navidad sin el tradicional calendario de Adviento. Los hay para todos los gustos. ¡Corre a por el tuyo!
La cuenta atrás ha comenzado. Ya solo quedan 24 días para celebrar la Navidad. Esto es lo primero que te recuerda el calendario de adviento, un símbolo de la Alemania protestante de finales del XIX, con el que los niños encendían una vela por cada día del periodo de adviento. Luces que se transformaron en chocolates a partir de los años 50 para endulzar la espera.
Entre algunas de las curiosidades que encierra esta entrañable costumbre está la decisión de imprimir el calendario por primera vez de la Librería Protestante de Hamburgo en 1902. Un avispado editor y párroco llamado Gerhard Lang vio un filón en el nuevo formato, diseñando y vendiendo poco después postales navideñas idílicas para colocar en cada una de las casillas. La idea fue más allá, añadiendo a la sencilla cartulina pequeñas puertas abatibles, para poder esconder en cada una de ellas algún tipo de imagen o golosina.
Hoy en día, los calendarios de adviento no solo han resistido el paso del tiempo sino que han ido surgiendo novedosos diseños, algunos muy caprichosos. Porque recibir un miniregalo cada día, una diminuta sorpresa, requiere algo más de ingenio. Los más pequeños y aquellos que conservan el alma peterpanesca pueden destapar figuras de LEGO Star Wars, del videojuego Fortnite o muñecos de sagas como las de Harry Potter y la animada Toy Story.
Los más sibaritas encontrarán desde productos de belleza y perfumes de alta gama –como el calendario de Clarins– a pequeñas botellas de whisky, vinos y cervezas artesanales. Cualquier detalle en tamaño reducido es posible, pues las propias marcas han ampliado su gama de artículos como si se tratasen de muestras de prueba para el consumidor. De ahí que el toque gastro de mucho juego y sea un must en los calendarios DIY (háztelo tú mismo), con producto de calidad como botecitos de mermelada, pequeños quesos o bombones delicatesen. Hasta las mascotas pueden tener su propia diversión a base de galletas en miniatura.
Este año si hay una propuesta que ha dado la campanada antes de tiempo ha sido la de la joyería Tiffany’s. Era la primera vez que recreaban esta particular efeméride y han ido a por todas. En edición limitadísima (solo cuatro copias) y con un tamaño más grande de lo habitual, sus ventanas ocultan 24 joyas por un valor de 100.500 euros, lo que lo convierte en el ejemplar más caro del mundo. Una fantasía decuento al alcance de muy pocos. Sin volvernos tan locos, los fanáticos de esta tradición sí cuentan con un punto de encuentro, una parada obligatoria en la ciudad de Gengenbach, al sur de Alemania. Durante estos días las 24 ventanas de su Ayuntamiento se llenan de luz y color y se transforman en el calendario de adviento más grande del mundo. Todo un espectáculo visual.
Sea como fuere, el calendario de adviento –ya contenga chocolates Kinder, caramelos Chupa Chups o gominolas Haribo, o en su versión más adulta– es, en definitiva, nuestra guía en esta entretenida cuenta atrás porque tenemos que reconocerlo: nos gusta la Navidad. Será que queremos seguir creyendo en la fantasía y en la ilusión como aquellos niños que encendían velas.