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El ‘hombre volador’ cruza el canal de la Mancha, en imágenes A la segunda fue la vencida para Franky Zapata, el deportista francés e inventor que logró cruzar este domingo los 35 kilómetros que separan Francia de Inglaterra con una plataforma volante unipersonal propulsada con cinco pequeños reactores El polifacético Franky Zapata ha cumplido por fin el sueño de cruzar el canal de la Mancha montado en su tabla voladora. En la imagen, Zapata se prepara antes de iniciar el vuelo. SEBASTIEN COURDJI (EFE) El 25 de julio, 110 años después que el aviador Louis Blériot sobrevolase por primera vez en avión el canal de la Mancha, Franky Zapata fracasó. Cuando intentaba repostar a medio camino, su vehículo, el Flyboard Air, se accidentó. No se dio por vencido. A las 8.16 de este domingo ascendió con su ruidosa tabla en Sangatte, en la costa francesa, y 22 minutos después aterrizó en la británica. En la imagen, Franky Zapata, tras despegar. Michel Spingler (AP) El breve viaje, a una velocidad que alcanzó los 170 kilómetros por hora y a una altura de entre 15 y 20 metros por encima del nivel del mar, mezcla la proeza deportiva y tecnológica con el espectáculo. En la imagen, el 'hombre volador' atraviesa la ciudad de Calais (Francia). DENIS CHARLET (AFP) El canal de la Mancha es desde hace siglos una frontera simbólica que ha atraído a todo tipo de personas en busca de desafíos. Blériot, pionero de la aviación, no fue el único. Más de un siglo antes, en 1785, el francés Jean-Pierre Blanchard y el americano John Jeffries ya lo habían cruzado el globo. En la imagen, el inventor francés Franky Zapata, en un momento del vuelo. PASCAL ROSSIGNOL (REUTERS) El estrecho no ha sido obstáculo para las empresas más extravagantes, como la del estadounidense Jonathan Trappe, que en 2010 viajó de la costa francesa a la costa británica transportado por un ramillete de 55 globos de colores inflados con helio. Y ahora le ha llegado el turno al infatigable Zapata, marsellés de 40 años que llevaba tres años preparándose junto a un equipo que incluye tres ingenieros, y que no se desanimó tras el primer fracaso diez 10 antes. Michel Spingler (AP) El inventor francés, a bordo de su 'flyboard', durante la travesía por el canal de la Mancha. GLYN KIRK (AFP) “Estoy cansado. Necesito vacaciones”, dijo al aterrizar en Saint Margaret’s Bay (Reino Unido). Minutos antes, había aparecido en el horizonte, un punto minúsculo que fue creciendo hasta alcanzar triunfante la costa. Parecía una escena de ciencia-ficción. “En los cinco últimos kilómetros, mientras veía la costa acercándose, sentí un gran placer”, explicó a los periodistas congregados en la meta. En la imagen, Franky Zapata aproximandose a Saint Margaret’s Bay de Dover (Inglaterra). JULIAN NODOWLSKY (AFP) Zapata y sus colaboradores llevaban más de una semana trabajando a tiempo completo para preparar el nuevo asalto. El objetivo era reparar el vehículo aéreo y corregir lo que falló en la primera tentativa: la plataforma para repostar combustible a medio camino. En la imagen, Zapata aproximándose a Dover (Inglaterra). GLYN KIRK (AFP) El éxito de Zapata provoca una mezcla de orgullo deportivo con orgullo por las capacidades tecnológicas autóctonas, el 'made in France'. El hombre volador es un autodidacta que abandonó el instituto antes de terminar el bachillerato. Fue campeón mundial de moto acuática e inventor de una plataforma voladora propulsada por agua, con la que en 2013 concursó en el programa televisivo Francia tiene un increíble talento. En la imagen, Franky Zapata es felicitado por una seguidora. SEBASTIEN COURDJI (EFE)