El cielo se puede beber

leandre escorsell. estilismo de anna vallès.

Christian Tschida, viticultor austriaco, se pregunta qué importa más: ¿seguir las normas o dejar fluir con naturalidad? En la copa está su respuesta.

La bóveda celeste, muy azul, fría y brillante, tiene un espejo verde en los viñedos del Weinland austriaco. Las cepas reciben el agua necesaria, beben el sol del último verano y se transforman en síntesis hermosa de otoño y primavera. Flores de azahar algo mustias se mezclan en la copa con manzanas ácidas al horno, jengibre y canela. Musgo y líquenes adornan la mesa: dulce de membrillo y bizcocho de pera limonera. La naturaleza renace a cada sorbo y comunica su verdad esencial: no hay primavera sin invierno ni otoño sin verano. Himmel auf Erden II 2017 es la simbiosis de dos estaciones que nun...

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La bóveda celeste, muy azul, fría y brillante, tiene un espejo verde en los viñedos del Weinland austriaco. Las cepas reciben el agua necesaria, beben el sol del último verano y se transforman en síntesis hermosa de otoño y primavera. Flores de azahar algo mustias se mezclan en la copa con manzanas ácidas al horno, jengibre y canela. Musgo y líquenes adornan la mesa: dulce de membrillo y bizcocho de pera limonera. La naturaleza renace a cada sorbo y comunica su verdad esencial: no hay primavera sin invierno ni otoño sin verano. Himmel auf Erden II 2017 es la simbiosis de dos estaciones que nunca llegaron a encontrarse: cenizas de sarmiento y la piel rugosa del fruto tardío. Tánico y suave, rústico pero con una sonrisa. Queso ahumado de oveja latxa, pastos y agua pura. Asoma el recuerdo de una sonrisa etrusca, enigmática y atractiva. Así es este vino, trasunto en la tierra de una perennidad que se intuye austera y jovial.

Ficha técnica

Christian Tschida, Himmel auf Erden II 2017
– Weinland-Österreich, 12%. Llaman a su método laissez faire: solo se actúa cuando es imprescindible. Viñedos sobre pizarra y grava en Illmitz (Austria) con uvas scheurebe y moscatel de Alejandría. Larga maceración con hollejos en acero y fermentación espontánea. Crianza de 12 meses en fudres de roble. Estabilización natural. Sin clarificar ni filtrar. Se embotella sin sulfitar. Precio: 25,60 euros.
Sensaciones
– El viñedo es verde, los frutos del otoño dorados, las raíces saben a pizarra y desde el cielo (agua y azul) la vieja sirena sonríe.
A través del cristal
– Plato de cerámica de Azul Tierra. Cubiertos dorados de India & Pacific. Copa de cristal para vino blanco de Nachtmann.

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