Williams & Humbert: El recuerdo de un estilo

Un salto del siglo XIX hasta el XXI: algunos finos gaditanos nos devuelven la imagen de aquello que fue.

Gracias a las páginas sabias de Jesús Barquín o Álvaro Girón se puede comprender mejor el trabajo de Paola Medina como enóloga de Williams & Humbert (Jerez de la Frontera). Hubo un tiempo en el que los vinos se identificaban por los pagos donde se hacían sus uvas, en el que las vendimias solían respetarse en las botas unos pocos años sin movimiento alguno (se daba una primera crianza estática) y en el que los mostos yema, nacidos del pisado en lagar con zapatos claveteados, sin prensa, iban a los vinos más “naturales” (aquellos que no se encabezaban). Aunque hoy haya adición de alcohol, es...

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Gracias a las páginas sabias de Jesús Barquín o Álvaro Girón se puede comprender mejor el trabajo de Paola Medina como enóloga de Williams & Humbert (Jerez de la Frontera). Hubo un tiempo en el que los vinos se identificaban por los pagos donde se hacían sus uvas, en el que las vendimias solían respetarse en las botas unos pocos años sin movimiento alguno (se daba una primera crianza estática) y en el que los mostos yema, nacidos del pisado en lagar con zapatos claveteados, sin prensa, iban a los vinos más “naturales” (aquellos que no se encabezaban). Aunque hoy haya adición de alcohol, este 2015 (como los anteriores, desde el 2001) nos regala un fino de antes: sentimos la frescura de la lluvia bien caída, notamos el estilete de una producción escasa y olemos los aromas relajados de la saca de primavera. Humedad y sal, levadura de París y almendrucos. Un cuenco de aceitunas de verdeo, partidas y aliñadas. Una rebanada de buen pan con aceite.

Ficha técnica

Williams & Humbert, Fino Ecológico en rama 2015
– DO Jerez-Xérès-Sherry, 15%. Fino de uva palomino ecológica de un solo pago, el de Burujena (Trebujena, Cádiz), que ha sido encabezado con alcohol ecológico a 15%. Ha reposado tres años bajo velo en flor espontáneo y crianza estática (sin movimiento alguno) en botas viejas de roble americano de 600 litros. Saca sin filtrar de marzo de 2018. Precio: 15 euros.
Sensaciones
– Hay delicadeza en este fino. Tiene la amabilidad de un sol equinoccial y el beso del viento atlántico.
A través del cristal
– Sobre una tabla de madera, candelabro de madera y cristal, ambas piezas de Catalina House. Copas degustación de Schott Zwiesel.

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