'ALL GONE' tiene la apariencia de un catálogo de ropa perfectamente maquetado, uno de esos 'coffee table tea' que tan bien quedan en Instagram, pero en esencia es algo más, una radiografía urbana a través de la moda, el arte y todas esas colecciones limitadas que desaparecen en cuestión de minutos. De ahí su nombre.El culpable de este objeto de deseo es el francés Michael Dupouy, responsable de la agencia francesa La MJC, que decidió hacer un libro del 'street wear' recogiendo las piezas más exclusivas y los proyectos más innovadores.Mientras el resto del mundo insiste en la muerte del papel, Michael Dupouy puede presumir de haber editado doce tomos de 'All gone', doce informes de todo lo que se va a llevar en la calle durante el año, o todo lo que quieres pero difícilmente puedes conseguir. El último, lo presentó en Madrid el pasado 8 de marzo en la tienda Urban Jungle.El éxito de Michael Dupouy no (solo) depende de la intuición, es toda una labor de contacto, selección y descartes. El proceso es siempre el mismo: primero habla con las marcas y con los creativos, después selecciona sus básicos y al final de mes, los fotografía en el estudio. ¿El resultado? 248 páginas de tendencias que a veces, se quedan cortas.La escena hip hop y el 'bling bling' han determinado el último tomo de 'All gone'. Lo que no es de extrañar cuando la lista de los personajes más influyentes de la moda está encabezada por Kanye West, A$AP Rocky, David Fischer (el fundador de Hypebeast) o el hombre del momento, Virgil Abloh.Que el juego estaba cambiando, ya lo anunció Dupouy en una entrevista con Hypebeast: "Diría que la escena callejera ha madurado. Bajo la influencia de sus líderes, ha fusionado sus códigos con los de la moda, el lujo y el arte. Ya no es una pasión para un club selecto, tiene una gran influencia en el mundo contemporáneo. Afortunadamente, la crisis económica no ha parado a aquellos que quieren hacer crecer la escena, y la ambición y la creatividad han sido la clave". La respuesta data de 2012. Cinco años más tarde, Louis Vuitton y Supreme unían fuerzas en una colección limitada.
