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El Viernes Santo en Madrid deja sin vehículos y paseantes sus grandes avenidas

Las calles de la capital han amanecido desiertas de coches y transeúntes este Viernes Santo, una postal atípica en una ciudad que se despierta acostumbrada a diario al trasiego de cientos de miles de desplazamientos que invaden sus arterias y más populosos lugares

El País

30 mar 2018 - 17:26CEST

Vista de la Puerta de Alcalá, vacía de tráfico esta mañana de Viernes Santo. Detrás del monumento, se aprecia la calle O'Donell y a su izquierda, uno de los acceso al parque de El Retiro que se encuentra cerrado durante esta Semana Santa a raíz de la muerte de un niño de cuatro al caerle un árbol encima, el pasado 24 de marzo. — Vista de la Puerta de Alcalá, vacía de tráfico esta mañana de Viernes Santo. Detrás del monumento, se aprecia la calle O'Donell y a su izquierda, uno de los acceso al parque de El Retiro que se encuentra cerrado durante esta Semana Santa a raíz de la muerte de un niño de cuatro al caerle un árbol encima, el pasado 24 de marzo.Fernando Alvarado (EFE)

Vista de la calle de Alcalá, casi vacía de tráfico esta mañana de Viernes Santo y con muy pocos transeúntes por sus aceras. — Vista de la calle de Alcalá, casi vacía de tráfico esta mañana de Viernes Santo y con muy pocos transeúntes por sus aceras.Fernando Alvarado (EFE)

Vista del paseo de La Castellana, vacía de tráfico esta mañana, a la altura del metro Rubén Darío. — Vista del paseo de La Castellana, vacía de tráfico esta mañana, a la altura del metro Rubén Darío.Fernando Alvarado (EFE)

Confluencia de la calle Gran Vía con la calle de Alcalá, sin apenas tráfico esta mañana de Viernes Santo. — Confluencia de la calle Gran Vía con la calle de Alcalá, sin apenas tráfico esta mañana de Viernes Santo.Fernando Alvarado (EFE)

Vista del paseo de La Castellana, con la Plaza de Castilla al fondo y las torres Kío al fondo, con ausencia de vehículos y paseantes. — Vista del paseo de La Castellana, con la Plaza de Castilla al fondo y las torres Kío al fondo, con ausencia de vehículos y paseantes.Fernando Alvarado (EFE)

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