18 fotosViajé a Cuba en avión sin moverme de MadridEl embarque de Coca- Cola Airlens, Cuba, su imaginario, y una fiesta clandestina. Así se vivía la Ley Seca de los años 20Tentaciones26 oct 2017 - 12:55CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceSi no eres un anciano de 132 años lo más probable es que nunca hayas estado en un bar clandestino de los años 20. Sin embargo, nosotros -todavía somos jóvenes- hemos vivido esta experiencia en primera persona con unos buenos combinados de ron y whisky con Coca-Cola. Viajar a la época de la Ley Seca en un vuelo (simulado) a La Habana y una fiesta clandestina. Por si esto fuera poco: podemos usar el móvil. Eureka.Embarcamos al estilo 'old-school' de la mano de Coca-Cola Airlines. Embarcamos, em definitiva, con mucho estilo.Comienza el lío. Después de una reproducción del skyline a través de hologramas, aterrizamos y un tipo aparece de la nada invitándonos a un sarao clandestino. La jarana está cada vez más cerca.¿Qué ha pasado con la elegancia? No tenemos nada en contra del chándal y la riñonera (que, para qué mentir, son nuestro outfit más habitual), pero da gustete regresar por un momento a la camisa, el traje, el sombrero, tocados, guantes y vestidos de gala. ¡Glamour!La época de la prohibición en 1919 supuso el despertar del “turismo del licor” y los mejores bares estadounidenses se trasladaron a Cuba para poder mantener su negocio.Nos sumergimos en aquel enjambre bailón de los latinos, irlandeses y norteamericanos en Cuba, además de 'bartenders'’, hombres de negocios, buscavidas, artistas y mafiosos que se desplazaban a la isla en busca de oportunidades o placer. Los primeros vuelos comerciales y el renacer del lujo. La Habana era el lugar en el que ser visto.La música y la noche se vieron beneficiados por el mestizaje y la creatividad, fruto de la unión de grandes ciudades como Nueva York y La Habana. En la imagen, un fotógrafo de la época.La conversación. Un oasis en la fiesta de zapatilla y tecnazo. Un rincón en el que reposar escuchando las aventuras y anécdotas de estos personajes selectos.Los elementos decorativos nos introducen, todavía más, en los lejanos años veinte. Fotos de personas que, directa o indirectamente, forman parte de la historia de la coctelería.Con el ron y whisky en mano, Ernest Hemingway nos conduce hasta el jardín exterior, para recorrer los inicios de la coctelería y los combinados con ron de una zona tropical y exuberante.Como no, en un bar situado en La Habana (Cuba), no podía faltar el baile y el jazz en directo. La mezcla de historia, de gente, su estilo propio y su condición de ciudad tropical estuvieron presentes durante toda la experiencia.los neoyorquinos más 'cool' desafian lo establecido para llegar a La Habana. El moderneo de entonces, adelantado a su tiempo y no tan diferente al actual.Qué maravilla los 'speakeasy'. "Habla bajito", decían los camareros a sus clientes cuando levantaban la voz para evitar a toda costa levantar sospechas sobre el consumo el whisky o el ron con Coca-Cola.La Ley Seca no impidió que la gente siguiese bebiendo. Señores como este se encargaban de que muchos pudiesen seguir consumiendo combinados.La rebeldía de aquellos años. Lo extravagante. El ansia de libertad y noches locas.¡Maldita sea! De nuevo: ¿Dónde nos hemos dejado la elegancia de antaño?El germen de lo que luego se convirtió en tendencia en el mundo de la coctelería y se exportó al resto del mundo. La costumbre y tradición de beber ron y whisky con Coca-Cola.La salida. Toca volverse. ¡Que nos quiten 'lo bailao'!