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Alba Galocha o El Coleta te recomiendan estos libros para tus vacaciones Aparca por un rato la subida masiva de postales caniculares a Instagram y sumérgete en un buen libro, tu espíritu —y tus sufridos seguidores— sin duda te lo agradecerán “Con su primera novela, Kate Tempest nos vuelve a demostrar quiénes son los que realmente importan, nosotros. Representa a gente como tú, como yo, como tu hermana o tu primo, y los convierte en superhéroes del sentimiento. Las emociones de los personajes quedan reflejadas en el papel en forma de verso. Piensas en poesía y, sin darte cuenta, estás viajando emocionalmente desde el lugar en el que te gusta sentarte a leer. Una mujer de nuestra generación que convierte en arte los sentimientos que creemos comunes, aquellos a los que no solemos darle la importancia que se merecen”. Por Alba Galocha, actriz, modelo y alma libre. “Me pilláis que justo hoy en el metro —yendo a trabajar— me he terminado este libro publicado en 2015. Lo siento, voy un poco tarde. Se trata de una especie de narración coral a lo Trainspotting en la que asistimos al devenir de un día en la vida de cinco amigos que resultará fatídico y épico a partes iguales. Pero olvidaos de la trama, aquí lo mejor son los stream of consciousness que inundan el libro, esos pensamientos llenos de exquisitas y certeras críticas hacia la cultura, la economía, la tecnología y hacia los modelos de conducta de la mediocridad. Hay también mucho amor, claro, amor para los colegas, amor para la música y amor para la verdad. Si tuviera que llevarme un libro a una isla desierta no sería éste, porque no me apetecería quemarlo para calentar con él los pocos peces que pudiera pescar con las manos". Por Pol Rodellar, guitarrista de mujeres y periodista gonzo "Justo ahora leo Ser o no ser (un cuerpo), de Santiago Alba Rico. Me está encantando, pero no lo he acabado y no quiero recomendarlo sin saber si seguirá igual. Así que voy a proponer a un autor que el propio Alba Rico menciona en la introducción de su ensayo: Stephen Jay Gould, paleontólogo y divulgador científico. Vale, él habla de La estructura de la teoría de la evolución, que es el largo y complejo. Yo recomiendo El pulgar del panda, más corto y ligero. Pero lo hago porque creo, igual que el otro Santiago, que leer sobre algo tan ajeno como bacterias y dinosaurios provoca en uno mismo “la lectura como puro vicio corporal”. Y eso es lo que buscan, ¿no?" Por Santi Alveru, protagonista de 'Selfie' y relaciones púb licas Hay dos libros de John Waters que recomiendo fervientemente: Shock value (1981), nunca traducido al castellano, y el menos punk pero igualmente hilarante Mis modelos de conducta (Role models, 2010), en el que repasa algunas de sus influencias creativas y otros nombres de su universo particular. Desde la artista conceptual Lee Lozano —quien mantuvo hasta su muerte, 25 años después, la propuesta de no volver a hablar con ninguna mujer en protesta por el patriarcado del mundo del arte— hasta su incómodo (des)encuentro con su idolatrado Little Richard a raíz de una entrevista, pasando por su amistad con una de las integrantes de la familia Manson o el director que rodaba porno gay amateur con marines reales, la galería de personajes que me descubrió me resultó efervescente. La única edición disponible en castellano es de traducción argentina. Superado ese prejuicio, solo queda fascinarse ante la colección de seres que, a través de los ojos de Waters, resultan siempre divertidísimos. Por Carlos Areces, actor, ilustrador e ídolo tecnopop "No tengo libro favorito pero el último que me ha flipado es La Horda. Una revolución mágica, de Servando Rocha (La Felguera). Me lo regaló su autor con el de Fuera la ley, que también lo quería, pero es que cuestan 25 pavos estos libros... La gente me regala libros, también los fans. Me deben ver como a un intelectual. También me regalan droga, pero la devuelvo... Este libro habla de un manuscrito encontrado en los 80 en un piso quemado de Londres y la lucha de sociedades secretas en la sombra. Está muy guapo, la verdad. Está curioso. Ahora estoy con A los pies del caballo (Txalaparta), sobre el uso de la droga como arma de Estado a nivel global y más concretamente en el País Vasco. Me está flipando. Solo leo los martes en el metro de camino al estudio porque con los críos y demás no tengo tiempo, pero me encanta leer. Y la novela histórica, como la de Santiago Posteguillo". Por El Coleta, titán del rap quinqui
“David Carr tuvo muchas vidas. La pública, la conocida, es la de periodista especializado en medios del New York Times. La otra, la anterior, la que cuenta en La noche de la pistola, es la de un yonki adicto al crack, la cocaína y demás sustancias. Cuenta Carr que en una noche de los ochenta fue a ajustar cuentas con un amigo y este le sacó una pistola. Años después, en 2006, cuando comenzó a trabajar en este libro, entrevistando a viejos amigos descubrió que la pistola la llevaba él. O no. Y es que la memoria es frágil, y más la de un yonki. Por eso, para construir el relato de su vida, Carr se basó en más de 70 entrevistas con la gente con la que compartió esos años de adicción”. • “El thriller literario del año". "No devorarás este libro: él te devorará a ti". "Puede compararse a D'Andrea con Stephen King y Jo Nesbo sin miedo a exagerar"... Aunque la faja de una novela suele estar cargada de opiniones interesadas —y la de esta apuesta de Alfaguara lo está—, estamos ante un libro muy, muy entretenido que le da un giro actual a las novelas de misterio de toda la vida. El italiano, autor de novelas juveniles, guionista de documentales y natural de la zona en la que ambienta la historia, construye una narración ágil, a base de capítulos cortos, en la que el protagonista se obsesiona por aclarar un horrible crimen que marcó a todo un pueblecito de los Alpes italianos. Se lee con fruición. • La editorial Contra recupera, con gran acierto, esta novela de 1978, ganadora del National Book Award y saludada unánimemente por la crítica como una obra maestra. "Como retrato ficcional de la guerra de Vietnam es intachable y seguramente inmejorable", señaló John Updike en The New Torker. Pero no se trata de una novela bélica, es mucho más. El autor, que participó en la contienda como soldado raso, elabora un relato apasionante, sorprendente, enternecedor y terrible sobre la experiencia de guerra en cuya magistral prosa conviven literatura de viajes, epopeya homérica, comedia y hasta realismo mágico. Un canto al poder de la imaginación. • A veces, un cómic es la mejor herramienta para explicar la realidad. El dibujante superventas italiano Zerocalcare cuenta en este grueso volúmen publicado por Reservoir Books la historia de sus dos viajes como voluntario a Rojava, el Kurdistán sirio, a un salto del frente de batalla. Tirando de humor, que no le quita un ápice de gravedad al asunto, el autor, que destina parte de los beneficios a la causa kurda, pinta un fresco que ayuda a comprender la situación de un pueblo dejado de la mano de Dios (el que sea) y, de paso, los horrores del Estado Islámico y la postura cicatera de Turquía. Un relato plagado de gente valiente, sufridora y comprometida que debería ser de lectura obligada en los institutos. • Salamandra reedita la primera antología de relatos de Gaiman, guionista de cómics (The Sandman, Coraline), pope de la novela de ciencia ficción galardonado con todos los premios posibles del género y una de las mentes más preclaras del universo. En Humo y espejos (herramientas utilizadas por los magos para crear ilusiones), este discípulo de Alan Moore recoge hasta 32 cuentos de variada extensión, que incluyen prosa y poesía, protagonizados por abuelitas que compran el Santo Grial en un mercadillo; sociedades que, una vez desaparecidos los animales, tendrán que alimentarse de detritus infantiles; trolls chantajistas... Una lectura fantástica para soñar con ovejas mecánicas y angelitos distópicos. •