Adam Scott escribió de pequeño al actor Mark Hamill para invitarle a su fiesta de cumpleaños. Pero el intérprete, en pleno auge de su carrera por su participación en la saga de Star Wars, nunca acudió. Cuarenta años más tarde, el programa de Jimmy Kimmel hizo realidad el sueño del también intérprete.
En plena entrevista, y sin ser anunciado, Hamill apareció en el plató con una espada láser al más puro estilo Luke Skywalker. “No puede ser…”, fue lo único que casi pudo decir Adam Scott, a quien el temblor de sus manos le delataba sus nervios y emoción. "Este es, realmente, es uno de los mejores momentos de mi vida", dijo antes de hacerse, cómo no, un ‘selfie’ para recordar el momento.