Fue el último papel del legendario Spencer Tracy. Adivina quién viene esta noche (Stanley Kramer, 1967) presenta a un matrimonio burgués de San Francisco el día en que su hija llaga a casa con un novio afroamericano (un elegantísimo Sidney Poitier). Una cinta imprescindible que ha sabido sobrevivir hasta a un desafortunado remake.Una de las mejores interpretaciones en tono de comedia de Robert de Niro. Tan exitosa que hasta dio pie a toda una franquicia. Los padres de ella (Jay Roach, 2000) lleva al límite la relación entre suegro (De Niro) y yerno potencial (Ben Stiller), con el agravante de que el primero es un agente de la CIA retirado… si es que alguien se puede retirar de la CIA.El pequeño gran Christian Clavier se lleva la palma en la referencia más inmediata de Es por tu bien, la francesa Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho? (Philippe de Chauveron, 2014). Estereotipo del francés de provincias, conservador y algo cerrado, este buen señor ve como cada una de sus tres hijas se empareja con un novio de una etnia diferente.Una demostración más de que el cine de suegros saca lo mejor de actores maduros como Karra Elejalde. Ocho apellidos vascos (Emilio Martínez-Lázaro, 2014) se sustenta en el duelo de altura entre unos Elejalde y Dani Rovira en estado de gracia y ya es una de las películas españolas más taquilleras de la historia del cine español.Aunque ha pasado discretamente por la taquilla española, ¿Tenía que ser él? (John Hamburg, 2016), plantea una interesante vuelta de tuerca al cine de suegros. En esta ocasión, el problemático no es el suegro, aunque tenga el rostro de Bryan Cranston; sino el yerno, un James Franco pasado de rosca.
