Resumen del 3 de agosto

Los desplantes de Trump sumen en una crisis al Partido Republicano. La apariencia de unidad que el partido intentó dar en su convención hace dos semanas se resquebraja. La presidenta de Hewlett Packard, Meg Whitman, y el congresista por Nueva York Richard Hanna han anunciado que votarán a la demócrata Hillary Clinton. Trump ha agravado además su desencuentro con referentes conservadores como Paul Ryan y John McCain al negarles el apoyo en las elecciones de sus respectivos Estados.

Rajoy y Rivera abren un "canal de comunicación permanente". El líder de Ciudadanos rechaza apoyar la investidura del presidente en funciones, pero ofrece colaborar en la negociación de los Presupuestos. “Hoy por hoy no hay alternativa a Rajoy”, dice tras su encuentro. Ambos evidenciaron una estrategia común: la de presionar a Pedro Sánchez para que permita la investidura del líder del PP responsabilizándole de una posible repetición de elecciones.

EE UU aprueba la primera misión privada a la Luna. Un empresario obtiene el permiso del Gobierno para llevar cenizas humanas y otros objetos al satélite. El proyecto de Moon Express pretende alcanzar la Luna en 2017 con una pequeña sonda, que llevará a bordo varios instrumentos científicos y carga comercial, entre ella cenizas humanas.

La vacuna del zika comienza a probarse en personas. Estados Unidos ha comenzado a probar una nueva vacuna contra el virus en humanos, mientras Estados del sur como Florida registran los primeros contagios y comienzan las tareas de fumigación. Un total de 80 voluntarios sanos van a participar en este primer estudio. La actual epidemia afecta ya a 67 países donde existe transmisión a través de mosquitos. En Brasil, el país más afectado, se han registrado más de 1.700 bebés nacidos con microcefalia asociada al zika.

Así fue el 'flashmob' que sembró el pánico en una playa de Girona. La acción llevada a cabo por un grupo de turistas alemanes en Platja d'Aro provocó lloros, desmayos y ataques de ansiedad al confundirse con un ataque terrorista. “Un padre desesperado cargaba con sus tres hijos encima y salía corriendo”, cuenta un testigo. Los restauradores de la localidad, algunos de los cuales sufrieron cuantiosas pérdidas por los destrozos causados durante la estampida, se plantean presentar denuncia para intentar cobrar una indemnización.