Los extranjeros mayores prefieren quedarse en Madrid. En la Comunidad hay 48.000 que tienen más de 60 años y eligen no regresar a sus países de origen debido, fundamentalmente, a razones económicas y familiares.
Vasili Foarnache, de 62 años, dejó Rumania para buscar una vida mejor. Recoge papel en las calles de Madrid y su esposa pide limosna en una esquina de la calle de Alcalá. “Sin dinero es difícil volver”, explica.EdPFrancisco Cuevas, de 58 años, llegó desde República Dominicana hace 17. Viajó solo y su familia cruzó el Atlántico más tarde para mejorar su nivel de vida. Aunque a veces duda, quiere quedarse porque se siente adaptado a la ciudad, y adoptado por los madrileños.EdPMarta Díaz descarta volver a Ecuador, de momento, porque la situación económica allí es complicada. Sin embargo, a sus 60 años echa de menos a sus hijos. “Quiero reunirme con ellos, los extraño muchísimo”, admite con un nudo en la garganta, mientras lucha para vencer la nostalgia.EdPRodolfo Camejo, de 57 años, se mudó a Madrid hace unos meses. Antes vivió en Etiopía y la antigua Checoslovaquia. Le gusta vivir sin fronteras. “Lo he planeado durante años. Quiero pasar mi vejez en España y viajar a Cuba y Estados Unidos”, afirma el trotamundos cubano.EdPA Olga López, de 64 años, le gustaría quedarse, pero no sabe lo que le deparará el futuro. “Vienes por un periodo corto de tiempo, pero las circunstancias cambian y te quedas un año, dos… nunca sabes cuántos más”, relata. Tras pasar 26 años en Madrid, se siente en un limbo entre Colombia y España.EdPLa venezolana Asunción Bermúdez, de 61 años, ha decidido echar raíces con su hija en Madrid, donde ahora se refugia. “Nos gusta la ciudad y estamos mejor aquí que en mi país”, dice. Solo planea ir a Venezuela de vacaciones.EdPEnrique Delgado, de 72 años, vive en Madrid desde hace 17. Es jubilado y se dedica a pasar tiempo con sus 11 nietos. “Me siento igual en Ecuador y en España, ambos son mis tierras pero por ahora me quedo aquí”, comenta.EdPLa mexicana María del Carmen Becerra vino a Madrid hace tres años a petición de su congregación religiosa. "He venido a cumplir una misión", cuenta esta monja, de 68 años. Le restan, por lo menos, tres años más en España. Ella quiere quedarse a vivir en Madrid, pero la orden decidirá si puede hacerlo o no.EdPEl filipino Ernesto Rimando, de 69 años, ha decidido quedarse tras pasar más de tres décadas en Madrid. Las razones: la calidad de vida y el hecho de que su familia se haya mudado a vivir con él. "A Filipinas quiero volver solo de visita, no echo en falta nada", afirma.EdP
