La igualdad de ser diferente

Muchos fueron los que dedicaron su minuto de gloria en los Oscar a hacer de este mundo un lugar mejor: desde Patricia Arquette con su discurso feminista hasta el recuerdo de Common y John Legend a la lucha afroamericana, pasando por el apoyo de Iñárritu a los inmigrantes. Da gusto ver tan comprometida a la meca del cine.

Sin embargo, entre tantas emociones, lamento que el bello discurso del oscarizado guionista Graham Moore pasara desapercibido: “Cuando tenía 16 años, traté de suicidarme porque me sentía fuera de lugar. Ahora aquí estoy. Me gustaría que este momento sea para ese chico que siente que no encaja en ningún lado: sí que lo haces, sigue siendo diferente y, cuando llegue tu turno y estés en este escenario, pasa el mensaje”.

Como Moore, muchos nos hemos sentido solos en un mundo que en teoría apoya al diferente, pero en la práctica se olvida de él. Sobre todo los que hemos afrontado alguna característica convertida por la sociedad en hándicap. Ojalá llegue el día en que la palabra marginación no exista en los diccionarios y los discursos así resulten innecesarios. Hasta entonces, sólo me queda dar las gracias a Moore por su valentía y animar a aquél que se sienta distinto a alzar la voz. Porque sólo aceptando las diferencias que nos separan podremos convertirnos en iguales.— Juan Roures.