Rodalies destaca la normalidad en el primer día de corte de trenes

La normalidad es la tónica general del primer día de funcionamiento del plan alternativo de transporte debido al corte ferroviario que sufren los trenes que acceden a Barcelona por la parte sur de la ciudad. Las obras para cubrir las vías de tren en el barrio de Sants han empezado hoy, por lo que los trenes de cuatro líneas de Rodalies y cuatro regionales que llegan a Barcelona desde el sur no pueden llegar a la estación de Sants desde hasta el próximo día 27 de agosto. Los pasajeros de estas líneas deben apearse en Bellvitge y L'Hospitalet para hacer el resto de recorrido en autobús o metro.

El director de Rodalies Catalunya, Miguel Angel Remacha, ha destacado hoy ante los medios la "normalidad" con que se está desarrollando el día y ha apuntado que solo se ha registrado un retraso de diez minutos en un tren de la línea de Mataró, mientras que los transbordos en las estaciones de Clot, L'Hospitalet y Bellvitge se desarrollan con fluidez.

"La parte ferroviaria está funcionando razonablemente bien", ha dicho Remacha, que ha añadido que también está en marcha la atención a los clientes, ya que se pretende que los usuarios del servicio siempre tengan un informador, de los 330 que hay repartidos en tres turnos, visible gracias a su chaleco naranja.

Remacha ha explicado que la operación ferroviaria empezó ayer por la tarde y que ha sido necesario volver a posicionar un gran número de trenes en cada una de las estaciones afectadas. Además, ha afirmado que se ha realizado una revisión a fondo de la señalización para que todos los caminos estén bien indicados y que durante el día de hoy se seguirá revisando el sistema por si "es necesario reforzarlo en algún punto".

Unas 150.000 serán las personas afectadas por este corte ferroviario durante esta semana, aunque la próxima el número se rebajará a unos 120.00 porque ya habrá mucha gente de vacaciones. Los usuarios han mostrado su paciencia y resignación durante este primer día de corte ferroviario y algunas personas, como Cecilia, que es argentina y vive en Viladecans, ha dicho que, pese a haberse enterado, todo está bien señalizado y entiende las molestias que genera esta situación, después de escuchar atentamente las indicaciones de un informador en la estación de Sants.