Alcorcón denuncia la muerte de una anciana en un asilo "por negligencia"
Otra de las residentes sufre necrosis de una pierna, según el Ayuntamiento.- La empresa que gestiona el centro habla de "falsas acusaciones".- La Comunidad de Madrid abrió una investigación hace una semana tras una queja por falta de personal
Una anciana de 86 años murió el pasado 23 de septiembre en el hospital de Alcorcón y otra de 82 años sufre necrosis en una pierna debido, a juicio del Ayuntamiento de esta localidad madrileña, a "negligencias de trato" en la residencia de ancianos Gabriela Mistral donde vivían. Ambos casos los ha hecho públicos esta mañana el consistorio, que ha recibido tres denuncias por escrito y otras tantas verbales contra el asilo. La residencia -construida en suelo de la Comunidad de Madrid, cedido por el consistorio- es de gestión privada y está en manos de la empresa AMMA Gerogestión. De sus 180 plazas, 60 son concertadas. El Gobierno regional, a quien el consistorio ha exigido una "respuesta inmediata", ha explicado que ya abrió una investigación a este asilo el pasado 7 de octubre, tras recibir otra denuncia de familiares de un interno, que se quejaban de falta de personal.
La residencia, situada en la calle Gabriela Mistral y abierta en septiembre de 2005, tiene 180 plazas, un tercio de ellas públicas -los ancianos pagan en función de su pensión- y el resto, privadas, a un precio, tasado por la Comunidad de Madrid, de 1.800 euros al mes. Todas están ocupadas, según ha explicado a esta web una portavoz municipal. Además, cuenta con 40 plazas de día. Tras recibir tres escritos de familias de los residentes, dos de ellos muy graves -el fallecimiento y la necrosis-, el consistorio, dirigido por Enrique Cascallana (PSOE), ha reclamado una "actuación inmediata" por parte de la Comunidad de Madrid, a quien pertenecen competencias en esta materia. La concejal de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Alcorcón, Marina Fernández Arroyo, ha telefoneado esta misma mañana al director general del Mayor, José María Alonso Seco, para informarle del caso y pedirle que se abra una investigación. Acto seguido le ha remitido los documentos facilitados por los familiares.
Otra denuncia en manos de la Comunidad
Por su parte, una portavoz de la Consejería de Asuntos Sociales ha precisado a ELPAÍS.com que el asilo es "totalmente privado" y que la Comunidad de Madrid tiene concertadas "60 plazas para los ancianos sin medios económicos". Lo que sí es competencia suya es la inspección de las residencias de la tercera edad. Al respecto, admiten haber recibido quejas sobre esta residencia, que motivaron la apertura de una investigación el pasado 7 de octubre. La denuncia se refería a "falta de personal" y los inspectores visitaron el centro ese mismo día. Aunque la consejería admite que se detectó "cierta falta de personal", los técnicos no consideraron necesaria su clausura temporal mientras se concluía el expediente.
Sin embargo, estas nuevas denuncias las ha conocido la Comunidad de Madrid hoy mismo, tras la rueda de prensa del Ayuntamiento de Alcorcón. Ambas administraciones se van a reunir el próximo viernes para hablar del asunto, una cita que se concertó ayer a petición del Ayuntamiento que, según la versión de la Comunidad, no les informó de las denuncias. En todo caso, los nuevos datos se incluirán en este expediente. Los servicios de inspección investigarán las presuntas irregularidades y determinarán "las sanciones pertinentes si se verifica cualquier tipo de irregularidad". La portavoz ha reclamado a los ayuntamientos que "se trabaje de forma conjunta evitando hacer política de casos como el denunciado públicamente hoy". También ha pedido que no se cree "alarma social" y que no se confunda "un hecho aislado con el buen funcionamiento de los Servicios Sociales" y de las residencias tanto privadas como públicas o concertadas en Madrid.
Por su parte, el grupo AMMA Gerogestión se ha defendido diciendo que "no está confirmada" la relación entre "una supuesta falta de atención asistencial en el centro" y el fallecimiento de la anciana. En un comunicado, la empresa explica que la usuaria sufrió el 22 de septiembre "una caída accidental" en su habitación,"tras la que fue atendida inmediatamente por el personal de la residencia". La fallecida, según la nota, fue reconocida por un médico "posteriormente" y derivada al hospital "ante el agravamiento de su estado de salud". AMMA añade que está efectuando una investigación para aclarar lo sucedido y que depurará "todas las responsabilidades que puedan derivarse en el caso de que se haya producido alguna actuación inadecuada". Así mismo, destaca que actuará contra quien quiera "menoscabar con falsas acusaciones la integridad de esta entidad y de sus trabajadores".
Los dos casos, el mismo día
Sin embargo, la versión de la familia de la fallecida es opuesta. Según consta en la denuncia presentada en el Ayuntamiento, a las siete de la mañana, en una ronda rutinaria, los trabajadores de la residencia encontraron en el suelo a la mujer, que se quejaba de haber estado cuatro horas tirada "sin recibir auxilio". La metieron de nuevo en la cama y el servicio médico de la propia residencia no la atendió hasta "siete horas después". Pasadas 11 horas de la caída, se decidió llevarla de urgencia, "sin acompañante y sin documentación", siempre según la versión de la familia de la fallecida, al hospital de Alcorcón, donde ingresa con "pronóstico grave". En ese momento, se avisó a su familia de la caída y del traslado al centro médico. Según consta en la denuncia, la anciana murió a la mañana siguiente en el hospital de un "posible infarto renal" a consecuencia de la caída.
También el 22 de septiembre, la hija de la otra afectada recibió una llama en la que le informaban de que su madre tenía una herida en el pie izquierdo y se lo habían vendado. Acudió a diario a ver a su madre y se percató de que la venda no siempre está cambiada. Ocho días después, la volvieron a llamar para que llevara a su madre a urgencias, donde le explicaron de que tenía el pie "gangrenado" y que la única solución era amputar desde la rodilla. Debido a su avanzada edad, 82 años, su hija y tutora legal decide no someterla a la intervención. Ambos sucesos han sido denunciados en el Ayuntamiento de Alcorcón, y en el primer caso también ante la Comunidad de Madrid, la propia residencia y ante la Policía Nacional de Alcorcón, mientras que en segundo, la hoja de reclamación sólo ha sido elevada a la Comunidad.
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