9 fotosEl caso del falso robo de la silla de ZapateroEl caso del falso robo de la silla de Zapatero 01 oct 2006 - 00:00CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinBlueskyCopiar enlaceLos tres activistas de 4 gatos pasan ante la puerta principal y giran la primera calle a la izquierda para abordar la sede parlamentaria desde el lateral. Allí, eligen una ventana de la primera planta y trepan en sigilo, ayudándose unos a otros, sin que sea detectada su presencia. De fondo, se escucha el tráfico nocturno de la capital. Aunque no precisan cuándo cometieron el falso robo, el blog donde lo cuentan es de reciente creación y sólo tiene cinco entradas. En la primera de ellas, toda una declaración de intenciones, hay un croquis del Congreso.El primer miembro del comando en alcanzar el balcón fuerza a golpes la ventana. Aquí es donde los que han montado el vídeo introducen la primera imagen falsa: lo parece, pero no es una ventana del Congreso de los Diputados. Una vez dentro del edificio, en una estancia que tampoco es de la cámara, uno de ellos habla por primera vez para decir: "Tranquilos, tranquilos, tranquilos". Y les indica el camino: "Es este pasillo"."Pasa, pasa pasa. Poco a poco", dice uno de los jóvenes a sus compañeros mientras los tres cruzan una estancia sin ser vistos por dos agentes, en plena ronda nocturna. Con este vídeo reivindicativo, que dura unos cuatro minutos y que está colgado en el diario levantatezp.blogspot.com, los jóvenes declaran su adhesión a la campaña Levántate contra la Pobreza de la ONU. El próximo 16 de octubre, en el marco de la Campaña del Milenio, la ONU pretende movilizar a millones de personas en todo el mundo, a los que pide que se levanten al mismo tiempo para exigir a sus gobiernos que cumplan con sus compromisos.El joven que lleva la voz cantante señala a los demás el lugar exacto donde se encuentra el sillón del presidente. Fuentes del Congreso han negado que semejante robo se haya producido pero sí admiten que las imágenes en las que los jóvenes aparecen en el hemiclo son "reales". Reconocen que no saben cómo han podido rodarse y aventuran que el grupo pudo contar con la complicidad de algún diputado durante una Jornada de Puertas Abiertas o tras la celebración de un pleno."Espera, el cartel, un segundo", dice uno de ellos mientras deja en la mesita del presidente una hoja con el siguiente mensaje: "Zapatero, el 16 de octubre en pie contra la pobreza". La Secretaría General del Congreso ha pedido a la Policía que investigue el caso y cómo pudo rodarse la cinta.Con la silla a cuestas, que por cierto es de cuero negro y con ruedas, los tres jóvenes pasan por delante de la tribuna, la misma que hemos visto tantas veces en televisión y salen del hemiciclo. Lo que sí parece cierto es que los jóvenes llegaron a coger una silla, pero no la sacaron de la sala. Primero porque no falta ninguna y segundo porque la que aparece en las siguentes escenas ya no es de la bancada azul. Además, parece que las imágenes rodadas en el interior se tomaron de día y no de noche como simula el vídeo, porque las luces están encendidas.Los tres jóvenes logran salir corriendo sin ser descubiertos, regresar sobre sus pasos y sacar la silla del Congreso. Junto con el vídeo, se puede leer en la bitácora un manifiesto en el que el grupo declara: "Tenemos el escaño y todavía estamos flipando. Pero no somos ladrones, ni fetichistas, ni tenemos ganas de popularidad, digan lo que digan los seguratas del Congreso". Dicen que han levantado la silla a Zapatero porque quieren que "el presidente del Estado Español se ponga de pie contra la pobreza y que le sigan el resto de políticos, sin importar bandos ni banderas".Si ésta es una calle aledaña al Congreso de los Diputados, ¿cómo es posible que no llame la atención a los responsables de la seguridad del edificio que tres jóvenes encapuchados lleven rodando un sillón mientras uno de ellos les graba y en plena noche? Estas imágenes están rodadas con otra cámara, parece que una cuarta persona que les espera en un coche.Los chicos meten el supuesto sillón de Zapatero en el maletero de un coche, en el que huyen a toda velocidad de la escena del crimen. Ya dentro del coche, estallan de alegría y se felicitan por lo bien que les ha salido la jugarreta con frases como "qué guapo", "increíble" y "qué subidón tío".