Un agente local condenado por informar a ETA recupera su puesto en la Policía

El agente de la Policía Local de San Sebastián Patxi Añorga Azpiazu recuperará el próximo lunes su puesto de trabajo en el cuerpo tras cumplir una condena de seis años y un día de prisión mayor por colaboración con ETA, según han explicado fuentes de la Guardia Urbana.

Añorga Azpiazu terminó de cumplir su pena el pasado 23 de marzo, después de que en 1994 fuera condenado por la Audiencia Nacional por facilitar información a ETA. Los datos suministrados por el agente fueron empleados por la organización terrorista para cometer dos atentados en 1989, en Lasarte y San Sebastián.

Añorga se incorporará a una unidad de Tráfico y Estacionamiento, donde se dedicará a regular la circulación y a controlar a los vehículos aparcados, pero no llevará arma de fuego.

El jefe de la Guardia Municipal, Mikel Gotzon Santamaría, ha explicado que el retorno de Patxi Añorga al cuerpo "está dentro de la más estricta legalidad". Esto es posible por un artículo de la Ley de la Función Pública Vasca que, según una resolución del Ayuntamiento, contempla "el reingreso al servicio activo de los funcionarios que no tengan reserva de puesto de trabajo" en caso de que exista una "vacante dotada presupuestariamente".

Si así sucede, el regreso se efectuará "mediante adscripción con carácter provisional a una vacante propia de su cuerpo y escala, hasta la obtención de destino definitivo", por lo que, "considerando que en la actualidad existen plazas vacantes, procede autorizar el reingreso al servicio activo del interesado".

"El ha cumplido su condena, ha pedido el reingreso y, como hay vacantes en la plantilla, el Ayuntamiento le tiene que readmitir" porque en la sentencia no le inhabilitó para desempeñar una función pública, ha precisado Santamaría.

El primero en expresar sus sospechas sobre las actividades de Añorga fue precisamente el edil del PP en el consistorio donostiarra Gregorio Ordóñez , asesinado por ETA en enero de 1995. Los hechos le dieron la razón: tras su detención, el policía admitió haber enviado cartas manuscritas a la organización terrorista con información sobre matrículas de vehículos camuflados de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Además, Añorga admitió haber captado para ETA a su compañero en la Policía Municipal José María Lizarraga, quien fue absuelto por la Audiencia Nacional por falta de pruebas.