Gigantes a hombros de gigantes
Explicación del titular: los primeros gigantes son los ecosistemas de empresas que colaboran para crecer. Los segundos son los entornos industriales y de I+D+i que necesitan. Como Distrito 4.0, el gigante impulsado por el Consorci de la Zona Franca de Barcelona (CZFB)
Distrito 4.0 es el proyecto de una realidad. ¿Un oxímoron? ¿Sus términos se contradicen porque, si es proyecto, por definición aún no puede ser real? Es un proyecto en el sentido de que su objetivo final está por lograrse, pero con unos elementos tan consolidados como para considerar realista su propósito: convertirse en un enorme polo de la industria 4.0 —la determinada por la automatización y la transformación digital— con competitividad global en la atracción de empresas, talento e inversiones.
Veamos esos ingredientes consolidados:
El polígono de la Zona Franca orientado a la logística y la industria tecnológica. “Su evolución hacia el Distrito 4.0 lleva años en marcha porque priorizamos la implantación de empresas punteras que avanzan hacia ese horizonte. No necesitamos desarrollos urbanísticos, el ecosistema ya está aquí, es una realidad”, explica Pere Navarro, delegado especial del Estado en el CZFB. Casi seis millones de metros cuadrados en una ubicación privilegiada junto al puerto, el aeropuerto, infraestructuras de transporte multimodal y el tejido metropolitano.
DFactory Barcelona, el hub diseñado para la cooperación de grandes empresas con toda su capacidad tecnológica, startups con todo su dinamismo y centros de investigación con todo su conocimiento. De él surgen alianzas como la de una multinacional de vidrio de alta tecnología y otra de paneles fotovoltaicos con una patente única que le permite fabricar paneles cóncavos, más eficientes que los convencionales. Ya son 35 compañías afincadas en la primera fase y en breve comenzará a construirse la segunda para casi quintuplicar su capacidad. Ese DFactory total, de 100.000 metros cuadrados, será el cerebro tecnológico para todo el ecosistema, su elemento central completado con las empresas de otros dos proyectos del CZFB: las incubadoras pioneras de impresión 3D, una palanca de la reindustrialización, y de logística 4.0.
El polígono de la Zona Franca orientado a la logística y la industria tecnológica ocupa casi seis millones de metros cuadrados en una ubicación privilegiada junto al puerto, el aeropuerto, las infraestructuras de transporte multimodal y el tejido metropolitano
La propia ciudad. Su combinación de cultura, patrimonio, estilo de vida, tradición industrial y recursos educativos para planificar un proyecto de vida además del profesional. Las multinacionales que han implantado en DFactory sus centros de I+D, cuando podían elegir cualquier otra ciudad del planeta, lo demuestran. “Para decidir su ubicación priorizan el talento debidamente formado para adaptarse a las necesidades cambiantes, la conectividad con el mundo y un sólido entramado de universidades y centros tecnológicos”, apunta Sorigué. “Barcelona cuenta con más de 40 centros de investigación vinculados con la Generalitat de Catalunya y 12 universidades privadas y públicas con sus centros de formación e investigación especializados”.
“Hemos aprendido que la cooperación supera a la competencia pura —amplía Blanca Sorigué, directora general del CZFB— y estimula líneas de negocio, empleos de calidad con proyección y un tejido industrial competitivo que beneficia a toda la sociedad. En Distrito 4.0, esa sinergia fomenta una espiral de innovación y crecimiento”. Si la economía es un estado de ánimo, hay que sumar otra capa, según Navarro: “La voluntad de progreso ya permitió superar la pandemia sin que ninguna empresa del polígono cerrase y fundar en los peores momentos startups que hoy triplican su crecimiento”.
A continuación, algunas de las empresas llamadas a consolidar el Distrito 4.0 desde DFactory y Logistics 4.0 Incubator.
Tecnología privada al servicio del transporte público
“La innovación y el conocimiento colectivo son la clave del desarrollo y el progreso, tanto en Distrito 4.0 como en la industria y la sociedad. Un ecosistema así crea el impulso necesario porque nos permite apoyarnos en la experiencia y el trabajo de líderes de diferentes sectores”, apunta Javier Carracedo, responsable del departamento de diseño en Ariño Design, además de un exponente de formación técnica (en su caso, la arquitectura) reenfocada por vocación hacia el transporte 4.0, hasta difundirla como profesor de nueva movilidad en la escuela universitaria de diseño e ingeniería Elisava, de Barcelona. Ariño Design acumula más de 30 años de experiencia en el diseño, desarrollo y prototipado de proyectos de movilidad. Especialmente en un sector como el ferroviario, revitalizado por el modelo de transporte multimodal que pide la logística 4.0 y sostenible que demanda la sociedad. Por ejemplo, el proyecto de tranvía para Rumania que ha recibido un premio en los International Forum Design 2024. Sus soluciones ven en la movilidad a gran escala no un sistema sino un ecosistema, de ahí que integren a todos los actores implicados, usuarios, fabricantes y administraciones públicas, para el metro de Barcelona, el de San Petersburgo o en trenes específicos de transporte nocturno en Escocia. “Somos enanos en los hombros de gigantes —dice Carracedo respecto a la célebre cita sobre la acumulación de pequeños pasos individuales para un gran salto colectivo—, es gracias al conocimiento histórico y compartido que progresamos. Plataformas como Distrito 4.0 ponen en común proyectos de todo tipo que hacen más fáciles la evolución y el avance”.
El centro tecnológico que potencia la cooperación
“La I+D y el conocimiento podrían visualizarse como globales, pero normalmente la innovación (entendida como conocimiento que se traslada en forma de valor social o económico) se asocia a un fenómeno local por concentración de agentes y establecimiento de condiciones de entorno idóneas. La economía colaborativa y la alineación público-privada, con estrategia y presupuestos relevantes asociados, debe ser el camino para potenciar la soberanía tecnológica e industrial de Europa en un contexto de competencia global”. Lo dice David Gutiérrez, una autoridad por preparación y experiencia: doctor en química física, másteres en administración de empresas y prevención de riesgos laborales, evaluador de programas de innovación para la Comisión Europea, profesor, vocal de la Agencia de Calidad Universitaria de Cataluña… Y director del departamento de Industria Digital en una institución de referencia internacional: el centro tecnológico Leitat con sus más de cien años de trayectoria. Desarrolla proyectos de I+D+i para empresas e instituciones; lidera investigaciones en el marco de la Unión Europea y el Ministerio de Ciencia e Innovación; ofrece soluciones integrales en salud y biomedicina, nuevos materiales, producción eco-sostenible, sistemas de prevención, revalorización de residuos, aprovechamiento de recursos naturales, interconectividad y digitalización industrial, energía verde y eficiencia energética, entre otros. Son y serán un centro tecnológico importante para DFactory y el Distrito 4.0. “Podemos aportar al ecosistema diferentes verticales tecnológicas como impresión 3D, robótica y automatización, fotónica y visión avanzada, nuevos sensores avanzados, IoT industrial o inteligencia artificial [IA] aplicada”, apunta Gutiérrez. “El Distrito 4.0. debería permitirnos conocer demandas tecnológicas futuribles con sus empresas y entidades, además de testear, escalar y desplegar nuevas tecnologías en un entorno tecnológico e industrial hiperconectado, que permitan incrementar su impacto y escalabilidad como factor de diferenciación”.
La red de cobots e innovación abierta más grande del mundo
¿Quién sabía qué era un cobot en 2008? Universal Robots ya los fabricaba. No solo anticipaba la democratización de los robots colaborativos —de ahí el término “universal”—, al mismo tiempo materializaba esa visión. Ese efecto tractor recuerda la máxima de Peter Drucker, padre de la gestión empresarial moderna, cuando decía que la mejor forma de predecir el futuro es crearlo. Jordi Pelegrí, director general de la compañía para España y Portugal, explica que la colaboración entre empresas supera la competencia aislada del todos contra todos. Universal Robots ha crecido, pero mantiene el espíritu de startup con una organización apegada a cada cliente. Y al mismo tiempo se alía con gigantes como Siemens o Nvidia para desarrollar la visión artificial y un acelerador de aplicaciones robóticas basadas en IA. La compañía ha creado “el ecosistema de cobots más amplio del mundo, una red global integrada por más de 1.200 empresas que multiplica la diversidad y la innovación”, explica Pelegrí, y para la próxima década proyecta una plataforma de integración de tecnologías compartida por más de 500 compañías de IA, visión artificial, ciberseguridad, trazabilidad, sistemas de agarre, etc. El aterrizaje en DFactory “representa un soporte físico que se alinea con nuestro modelo de colaboración y networking para generar un ecosistema dinámico donde compartir conocimientos, experiencias y proyectos con el sector”. “Este camino no puede recorrerse de manera aislada. La transformación de la industria 4.0 requiere del enfoque conjunto que proyecta el Distrito 4.0. Que la automatización sea asequible para cualquier empresa, sin importar su tamaño o recursos, puede ser un motor de startups”.
Torres de control para las coreografías logísticas
Si el sector logístico es el más transversal, un ecosistema en sí mismo, entonces una plataforma para gestionar toda la información que genera beneficia literalmente a cualquier industria 4.0. De ahí que el CZFB impulse la primera incubadora de logística 4.0 en Europa, y por eso ControlT, una de las empresas aceleradas, llama Torre de Control a su plataforma integral de software. Registra, procesa y correlaciona datos en toda la operación de transportistas, operadores logísticos, retailers o cargadores industriales para saber qué ocurre y por qué ocurre —por ejemplo, una alerta sobre una temperatura fuera de rango en un camión frigorífico—. Conocer los patrones detrás de esos datos permite predecir que una incidencia puede ocurrir por un déficit de planificación o mantenimiento. “Ese nivel de conocimiento sobre una empresa y su actividad permite un salto cualitativo en ahorro, automatización, productividad, seguridad y capacidad de servicio”, apunta Jhonnatan Galeano, account executive consultant para España. Sirva como aval de una compañía con apenas seis años de vida su nutrida cartera de clientes en Latinoamérica y Europa. “Distrito 4.0 representa una oportunidad sin precedentes para impulsar la competitividad de la industria logística en España gracias a la concentración de incubadoras, startups y empresas líderes en entornos como el polígono y DFactory”, añade Galeano. “Este ecosistema beneficiará a todas las empresas del sector mediante la creación de sinergias y la mejora de procesos y capacidades en un entorno de rápido crecimiento. A través de asociaciones estratégicas, tanto con el sector público como con otras empresas innovadoras, podemos hacer que las soluciones tecnológicas sean accesibles, escalables, seguras y beneficiosas para todas las partes involucradas. Avanzamos juntos hacia un futuro logístico más inteligente y eficiente”.
El taller de toda la vida digitalizado, modular y escalable
Wecaria reproduce un patrón en la creación de startups: la sintonía personal y profesional de jóvenes sobradamente preparados. La fundan Xavi Espinal (ingeniero de proyectos, procesos y electrónico, con tres generaciones familiares dedicadas a talleres y concesionarios automovilísticos) y Marc Busom (ingeniero de datos, emprendedor tecnológico y autor del libro Tecnologías para liderar el futuro). Amigos de toda la vida, cumplen el sueño de cocrear una startup que transforma la postventa automotriz en un ecosistema digital. Su plataforma integra una app para los conductores y un CRM (gestor de relaciones con el cliente en formato software como servicio) que permite a usuarios y talleres digitalizar la gestión operativa del mantenimiento de vehículos e integrar todas las aplicaciones tecnológicas vinculadas con esa tarea. Al tratarse de una plataforma modular y escalable, se adapta a las necesidades tanto de pymes como de grandes flotas privadas y públicas, talleres y servicios de mantenimiento en empresas logísticas e industriales, es decir, en los sectores predominantes de Distrito 4.0. “El acceso a un entorno con infraestructuras avanzadas, el intercambio de conocimientos y la conexión con otras empresas nos permitirá acelerar nuestro desarrollo y contribuir al crecimiento del sector automotriz”, explica Espinal. Para Busom, la Industria 4.0 depende de que las empresas “sean capaces de colaborar entre sí y trabajar junto con instituciones públicas para un despliegue tecnológico eficiente y equitativo”. “En Wecaria hemos aprendido que la clave del éxito no está solo en el I+D, sino en la creación de un ecosistema colaborativo que permita beneficiarse a todas las partes, desde talleres y aseguradoras a las administraciones”.
El acceso a un entorno con infraestructuras avanzadas, el intercambio de conocimientos y la conexión con otras empresas nos permitirá acelerar nuestro desarrollo y contribuir al crecimiento del sector automotrizXavi Espinal, cofundador de Wecaria
El lenguaje común de los sistemas diferentes
Inevitable: la velocidad y la diversidad crecientes de las tecnologías 4.0 a menudo se traducen en una implantación desordenada o la desconexión de sistemas que no se entienden entre sí. Este factor es especialmente limitante en actividades como la logística o la cadena de suministro, que viven de armonizar procesos y eslabones. Ante esa necesidad surge Kovix, una especialista en integrar sistemas para un sector donde, sin una coordinación engrasada, no es precisa la gestión. Nace en Argentina como proyección de su fundador, Matías Kohan, experto en transformación digital profunda, se expande en EEUU y después en España desde Logistics 4.0 Incubator, con grandes clientes como aerolíneas, líderes retailers o marketplaces. Integra sistemas de automatización tipo RPA, de gestión de almacenes y transporte, con una capa de IA que potencia el conjunto. Y además pone el factor humano a la altura del tecnológico: sus profesionales conviven con el cliente para conocer de primera mano su día a día operativo y así personalizar la plataforma. Es el conocimiento que Kovix puede aportar a un Distrito 4.0. “A medida que Distrito 4.0 crezca, será crucial mantener sistemas integrados que garanticen la fluidez de la información y la escalabilidad de las operaciones”, explica Kohan. Y no solo para multinacionales ya implantadas en el polígono o DFactory: “También será un catalizador para que las pymes accedan a herramientas avanzadas antes solo reservadas a las grandes”. “Este entorno tiene el potencial de convertirse en un hub de referencia global, donde grandes compañías, startups e instituciones colaboren para acelerar la adopción de tecnologías disruptivas como la IA, IoT y la automatización”.
Realidad virtual y realidad aumentada para la realidad industrial
En mantenimiento preventivo. En tareas de montaje, inspecciones y auditorías. Para asistencia remota y formación. Las soluciones industriales de Innovae basadas en Realidad Virtual y Realidad Aumentada no tienen límites sectoriales, como demuestra su galería de clientes. El denominador común es que todos mejoran los procesos de gestión y producción, las operaciones, el adiestramiento técnico especializado y la seguridad laboral cuando ese aprendizaje virtual reduce el margen de errores humanos. Lo mismo se aplica en centros de enseñanza y universidades que en grandes fabricantes de vehículos —algunos afincados en la Zona Franca—, gigantes energéticos, firmas de ingeniería, fabricantes de equipos industriales, empresas de servicios o grandes infraestructuras como puertos. “Con más de 400 proyectos realizados, hemos logrado combinar tecnología avanzada y creatividad para ofrecer experiencias interactivas que no solo captan la atención, sino que mejoran la productividad y la capacitación”, explica Xavier Riba, managing director en Cataluña. El tejido industrial del CZFB y DFactory potencian esa vanguardia tecnológica y además el acceso a redes de contactos y alianzas estratégicas con empresas. “La innovación se convierte en una herramienta compartida. Es un ecosistema que nos permite seguir desarrollando y mejorando nuestras soluciones”. Con Distrito 4.0, Innovae espera incrementar los recursos y el talento especializado, “lo cual, sin duda, beneficiará a todas las empresas instaladas al fomentar sinergias y el acceso a nuevas herramientas tecnológicas”. Para el directivo, las alianzas público-privadas aprovechan las fortalezas de los ambos mundos “y movilizan recursos que, de otro modo, no estarían disponibles para el desarrollo tecnológico. Facilitan el camino hacia una industria más avanzada y digitalizada”.