Lo que se sabe sobre las ayudas directas del Gobierno para pymes y autónomos
Trabajadores por cuenta propia y pequeñas y medianas empresas podrán acceder a una inyección de entre 3.000 y 200.000 euros para sufragar costes fijos como el alquiler o las deudas con proveedores si cumplen, entre otros requisitos, haber perdido, al menos, un 30% de su facturación en 2020
Bares, gimnasios, cines, joyerías, copisterías, quioscos… Negocios de 95 actividades podrán beneficiarse de las ayudas directas que el Gobierno empezará a repartir en los próximos meses a través de las comunidades autónomas. Sobre la mesa hay un fondo de 11.000 millones de euros para ayudar al tejido empresarial español, de los cuales 7.000 millones serán transferencias directas para que los afectados por la pandemia hagan frente al pago de proveedores o de sus deudas bancarias.
El importe que recibirán —que va de los 3.000 euros hasta los 200.000 euros— varía en función del tipo de compañías, las pérdidas que ha tenido y la manera en la que se cotiza en el caso de los autónomos. Pero, ¿cuáles son los requisitos y los plazos para solicitar estas ayudas?
¿Quién puede solicitar las ayudas?
Al plan podrán acceder las empresas ligadas a 95 actividades económicas concretas. Entre ellas destacan las relacionadas con el turismo y la cultura, el comercio al por mayor de alimentación y suministros de restauración, así como los comercios minoristas, las compañías de transporte, de alquiler de vehículos y la industria textil. En la lista también se incluyen desde actividades de extracción de minerales de hierro hasta empresas pirotécnicas, además de los profesionales de la fotografía, las casas de apuestas, incluso los zoológicos, entre muchos otros.
Se han quedado fuera, sin embargo, 443 ramas de actividades, es decir, el 82,3% de la Clasificación Nacional de Actividades Económicas (CNAE). Tomando en consideración este primer filtro, solo 1,5 millones de pymes, es decir, el 47% de las más de 3,4 millones que hay en el país, podrían ser candidatas a estos apoyos directos, según los cálculos de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme), si cumplieran todos los requisitos.
De igual manera, solo el 41% de las pymes de la Comunidad de Madrid y el 44% de las de Cataluña optan a los apoyos económicos, teniendo en cuenta este primer filtro. “Negocios de artesanía, tiendas de recuerdos, jugueterías, peluquerías y empresas relacionadas con la educación, entre muchas otras, han quedado fuera”, explica Anindya Saha, profesor del máster de Emprendimiento e Innovación de EAE Business School.
En el caso de los autónomos, solo podrán acceder a las ayudas casi 400.000 de los 1,3 millones que hay en el país, es decir, uno de cada tres, según los cálculos hechos por este periódico, tomando como base los datos de Axesor, la compañía de gestión de riesgo del crédito. El Gobierno, sin embargo, se ha mostrado dispuesto a abrir la lista a otras actividades. Pero aún está en el proceso de análisis.
De los 7.000 millones de euros para ayudas directas, 2.000 millones irán a Canarias y a Baleares, por el impacto que la caída del turismo ha tenido en estas regiones. El resto se repartirá entre las demás comunidades autónomas según el retroceso experimentado por su Producto Interior Bruto (PIB), su tasa de desempleo y de paro juvenil. De esta manera, Andalucía recibirá 1.109 millones de euros; Cataluña, 993 millones; la Comunidad de Madrid, 679 millones; y la Comunidad Valenciana, 647 millones. Estas cuatro comunidades reciben el 68,5% del total de los recursos. Las administraciones autonómicas tendrán tiempo hasta el 31 de diciembre para distribuirlo entre sus empresas.
¿Cuáles son los requisitos?
Para acceder a los recursos, las empresas y los autónomos deberán tener su domicilio fiscal en territorio español y no estar en concurso de acreedores (un proceso que comienza cuando una sociedad es insolvente y no puede hacer frente a la totalidad de los pagos que adeuda).
Lo más importante, en 2020 las pymes candidatas deben haber tenido una caída de al menos un 30% de su facturación con respecto al año anterior. Los autónomos, por su parte, tendrán que demostrar que en el conjunto de sus declaraciones trimestrales del impuesto sobre el valor añadido (IVA) de 2020 reflejan, como mínimo, un 30% menos que en el ejercicio anterior. En todos los casos se tendrá que justificar que hubo un resultado neto positivo en las cuentas de 2019.
¿A qué cantidad accederá cada empresa?
Para las microempresas (hasta 10 empleados), las ayudas rondarán los 4.000 euros. Mientras que, para las pymes (hasta 250 empleados), el monto podría llegar hasta los 200.000 euros. En el caso de los autónomos se toma en consideración la forma en que cotizan. Para aquellos que lo hacen aplicando el método de estimación directa (donde el beneficio se calcula restando los gastos a los ingresos) el importe va de los 4.000 a los 200.000 euros. Los autónomos que cotizan por módulos (una categoría que simplifica el pago de impuestos y que solo pueden emplear algunos negocios específicos como bares, peluquerías o taxis) podrán acceder a un importe fijo de 3.000 euros.
La cantidad que cobre cada negocio, en el caso de pymes y autónomos en régimen de estimación directa, se establecerá en función del tamaño y la caída en la facturación:
- Para pymes y autónomos (en régimen de estimación directa) y con un máximo de 10 empleados, cuya facturación haya caído más del 30% en 2020, la ayuda máxima que se concederá será del 40% de la pérdida.
- Para las pymes con más de 10 trabajadores, el apoyo será del 20% del importe de la pérdida.
En todos los casos, el dinero tendrá que ser destinado a cubrir gastos fijos (alquileres, facturas o salarios) o deudas acumuladas desde marzo de 2020, es decir, desde el estallido de la pandemia.
¿Cómo solicitarlas?
Las ayudas aún se están cocinando. El Gobierno central y las comunidades autónomas están ajustando los procedimientos para repartir los recursos. Desde su aprobación el 12 de marzo de 2021, el Ejecutivo se dio un plazo de 40 días para firmar los convenios bilaterales (los documentos que articularán la coordinación entre las administraciones para gestionar las subvenciones) con cada comunidad.
Posteriormente, los diversos Gobiernos autonómicos pondrán en marcha la maquinaria y lanzarán las convocatorias para que las empresas puedan solicitar los recursos. Las comunidades podrán incluir criterios adicionales a los ya establecidos. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, dijo recientemente que confía en que las ayudas lleguen a las pymes y a los autónomos durante este verano.
Otras líneas de apoyo
De los 11.000 millones de euros destinados a ayudar al tejido productivo español, el Gobierno ha destinado 3.000 millones para refinanciary reestructurar los préstamos que han solicitado las pymes y los autónomos a los bancos, y que anteriormente han sido avalados por el Instituto de Crédito Oficial (ICO). Los recursos serán coordinados por las entidades financieras.
Además, se habilita un fondo de 1.000 millones de euros para reforzar los balances de empresas medianas que sean viables a medio y largo plazo. La Compañía Española de Financiación del Desarrollo (Cofides), con capital público-privado y controlada por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, gestionará los recursos. Los detalles para acceder a ambos fondos se aprobarán en futuras reuniones del Consejo de Ministros.
De igual forma, el Gobierno ha extendido hasta final de año la moratoria concursal. Con ello busca que las empresas en dificultades económicas esquiven el concurso de acreedores (situación de insolvencia). Por ley, las empresas están obligadas a poner en marcha el concurso de acreedores en los dos meses siguientes a haber alcanzado la insolvencia, es decir, cuando ya no pueden hacer frente al pago de proveedores, de impuestos, de las contribuciones a la Seguridad Social o de los salarios. De no ser así, el propietario de la compañía tiene que responder a todos los adeudos con su patrimonio personal. La extensión de la moratoria pretende que las empresas no desaparezcan y mantengan su actividad a la espera de la recuperación económica.