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Las tiendas de barrio han sido claves en el confinamiento y lo serán en la desescalada

Estos comercios refuerzan el tejido social, potencian la sostenibilidad, tributan localmente y fomentan la actividad emprendedora

Una tienda de discos en La Latina (Madrid).
Una tienda de discos en La Latina (Madrid).iStock

Existen cerca de 500.000 establecimientos de proximidad en España, según la Confederación Española de Comercio (CEC). Desde el punto de vista económico, su papel es clave: no en vano, suponen el 5,3% del Producto Interior Bruto (PIB) español. Desde el punto de vista social, sus beneficios son múltiples y claros: refuerzan el tejido social, potencian la sostenibilidad, tributan localmente y fomentan la actividad emprendedora, entre otros.

Ha sido durante el confinamiento, y ahora durante la desescalada, cuando a estos beneficios se han incorporado dos fortalezas hasta ahora poco ponderadas: por un lado, su papel de pilar sobre el que se asienta el consumo mínimo para la supervivencia de una sociedad y, por otro, la resiliencia. No obstante, estos negocios están demostrado una gran fortaleza durante la crisis derivada de la covid, pese a la caída del 31,5% de la facturación sufrida durante este abril, en comparación con el mismo mes de 2019, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). “Se trata de un sector dinamizador de la economía en épocas de bonanza y con un comportamiento menos contractivo en tiempos de recesión”, afirma la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), a través del estudio El sector comercio en la economía española.

Sin embargo, la situación ha afectado de manera diferente según la naturaleza del negocio. Según Pulso, la herramienta de Banco Sabadell que permite analizar la evolución de la recuperación económica del país, en el sector del vestido y el calzado, por ejemplo, las ventas descendieron un 60% respecto al mismo periodo de 2019; mientras que la facturación en alimentación, que supone el principal gasto de las familias españolas durante este periodo, ha registrado un aumento que ronda el 30% respecto al año anterior. Además, Pulso refleja claramente la preferencia por los negocios de proximidad, ya que los comercios de alimentación pequeños han facturado un 37% más respecto a 2019, frente al 31% y el 28% de los de alimentación más grandes y medianos, respectivamente.

Esto es un fiel reflejo de cómo el comercio local ha satisfecho las necesidades de sus vecinos. “La limitación de movimientos y la necesidad de evitar largas colas han provocado que los consumidores que habitualmente compraban en grandes superficies se decanten, e incluso hayan descubierto, el comercio de proximidad de su entorno”, explica Carlos Moreno, portavoz de CEC, que agrupa las principales asociaciones provinciales de comercio de proximidad y algunas sectoriales. De hecho, muchas tiendas también han ampliado horarios para atender los repartos a domicilio, sin coste extra y, en muchos casos, desarrollado un improvisado e-commerce, en ocasiones en colaboración con otros comerciantes.

‘Apps’ y redes sociales para estar más cerca

La percepción del consumidor sobre el pequeño comercio ha cambiado. “Estos establecimientos se han adaptado a las necesidades del cliente”, explica el portavoz de la CEC. En abril, cerca del 46% de los negocios minoristas estuvieron cerrados al público. “Muchos han tenido que crear u optimizar su canal de ventas online, como las ferreterías que, en algunos casos, han llegado a cuadruplicar sus ventas”. Esta apuesta les ha devuelto cuota de mercado al adecuarse a la demanda de los clientes tomando pedidos a través de las redes sociales y distintas aplicaciones. Para ser exactos, la media española del aumento de la facturación del sector de bricolaje y menaje del hogar respecto al mismo periodo de 2019 si sitúa en un 31% según Pulso.

Un ejemplo de desarrollo tecnológico que permite a los comerciantes vender a distancia es MercApp, de los desarrolladores Softcode, que permite a cualquier establecimiento la creación de su propia tienda online a través de WhatsApp. Basta con mandar un “hola” a un número en concreto y la plataforma ayuda al usuario a montar la tienda. Es gratuita hasta septiembre. “De momento se han registrado unos 50 establecimientos”, comenta Francisco Larios, gerente de Softcode. A mucha mayor escala, el gigante estadounidense Facebook ha anunciado la puesta en marcha de su tienda virtual Facebook Shops, una herramienta que permitirá a las empresas presentes en la Red mostrar su catálogo.

Muchas pymes han decidido colaborar para constituir sus propios espacios virtuales. Los comerciantes de la comarca de Siero (Asturias) se han unido en la plataforma Comerciosiero.es para ofrecer información útil sobre protocolos de acceso a los locales, además de ofertas para los clientes. Por su parte, la patronal catalana PIMEComerç ha puesto en marcha la aplicación La compra, que permite comprar desde casa en el comercio de proximidad. A través de Facebook también han surgido iniciativas como “Nuestra tienda de al lado” para dinamizar las compras en el área de León. Su impulsor es el joven leonés Jahel García y cuenta con una red de 2.000 comercios y 40.000 seguidores.

También las administraciones locales se han puesto en marcha. El Ayuntamiento de Madrid ha comenzado la campaña Volveremos si tú vuelves, que incluye una plataforma desde la que se pueden descargar bonos y cupones para comprar en establecimientos de la capital. Sirve para apoyar al comercio y al sector de la hostelería de la capital. Una acción a la que se han sumado los consistorios de Zaragoza, Teruel, Soria y Valladolid, entre otros.

Pero existen otras formas de dinamizar el consumo. La empresa tecnológica con presencia en una veintena de países ServiceTonic ha premiado a sus trabajadores con 300 euros para que los gasten en comercios de barrio y animan a que lo hagan otras empresas con el eslogan #IncentivoPersianasAbiertas.

Más allá del confinamiento

Carlos Moreno, portavoz de la CEC, considera que la reapertura de los comercios y la vuelta al consumo están teniendo “un buen arranque”. Es el momento para que este tipo de comercio se afiance y recupere el terreno que ha perdido durante décadas y refuerce sus valores intrínsecos para fidelizar clientes. “Es clave apostar por lo que diferencia al comercio de proximidad: la cercanía, la comodidad, la calidad, la atención personalizada y la experiencia de quien te atiende, que es un experto en la materia, y cuyo asesoramiento es fundamental”, añade Moreno. De hecho, la proximidad es uno de los aspectos que los consumidores van a empezar a reclamar, junto al precio ajustado y el concepto “bio”, de acuerdo con el Anuario de la Innovación de Food Retail & Shoppers 2020-21, en su suplemento Post Covid.

Esto, junto a la creación de una estrategia online, un sistema rentable de entrega a domicilio y la garantía de higiene para una compra más aséptica serán claves en el futuro de este vasto conjunto de negocios que acompañan a los ciudadanos en su vida diaria.

¿Por qué elegir el pequeño comercio?

La Confederación Española de Comercio (CEC) resume en cinco puntos los beneficios que las tiendas minoritas aportan a su entorno.

1. Dinamizan la vida de los barrios, lo que repercute en beneficio de la comunidad.

2. Constituyen un elemento estratégico en la calidad de vida de las personas, un aliado en un modelo de ciudad sostenible, vital y más humana.

3. Tributan localmente y revalorizan inmobiliariamente la zona en la que se ubican.

4. Fomentan la actividad emprendedora de pequeños empresarios y autónomos, y contribuyen a la riqueza local.

5. Contribuyen a una oferta sostenible con la venta de productos de pequeños elaboradores locales, marcas de la zona o incluso de artesanos.

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