Transportes: ¿cómo nos moveremos en la nueva normalidad?
Con el final de la desescalada se abre una nueva realidad que puede transformar la forma de desplazarnos. Estas son las claves para descifrar el presente y el futuro de la movilidad y elegir cómo salir de esta crisis: en coche, metro o bicicleta
El informe COVID-19 Community Mobility Reports, realizado por Google durante la expansión de la pandemia, ha documentado cómo el coronavirus ha modificado los patrones de movilidad en 131 países. En España, por ejemplo, este periodo de excepción ha traído una caída del 58% en los viajes hacia los sitios de ocio, un descenso del 48% hacia los puestos de trabajo, pero un aumento del 19% en los trayectos hacia áreas residenciales, según los últimos datos recogidos el pasado 21 de mayo. Lo que no está tan claro, sin embargo, es cómo va a cambiar el medio de transporte elegido para desplazarnos a los destinos a los que iremos a partir de ahora o la frecuencia con la que lo haremos.
Cuando aún hay restricciones de movimiento en todo el país, los vehículos privados y de alquiler, la bicicleta y el transporte público se han tenido que adaptar a gran velocidad a una nueva realidad llena de interrogantes. ¿Habrá un repunte en el uso del coche y la moto? ¿Ganarán fuerza otras formas alternativas más sostenibles? ¿Cómo se adaptarán el metro y los buses a la permanencia de medidas de distanciamiento social? Estos son algunos de los escenarios que se abren en el futuro más inmediato.
Los vehículos privados buscan su horizonte
La coyuntura económica es adversa para el sector del automóvil, si atendemos a las cifras de ventas en España: el pasado abril fue el peor mes desde que se tienen registros, con un hundimiento del 96,5% en comparación con el mismo mes de 2019, según datos de las asociaciones de fabricantes Anfac, de concesionarios Faconauto y de vendedores Ganvam.
En el sector se apresuran a buscar soluciones para frenar la caída. Faconauto, por ejemplo, ha realizado una inversión para mantener en marcha los puntos de venta, que incluye iniciativas como el sello Concesionario protegido frente a la COVID-19 y la compra de equipos de protección individual y productos desinfectantes para probar los vehículos. Asimismo, algunas marcas han empezado a ofrecer planes de financiación al 0% de interés y descuentos de hasta 7.500 euros –en el caso de la francesa Renault–, además de extender la garantía a los clientes a los que se les acabara durante el estado de alarma.
Pese a todo, parece que la nueva normalidad no va a arrinconar a coches y motos. El pasado 4 de mayo, primer día de la fase 0 de la desescalada en Barcelona, el Ayuntamiento de la ciudad registró una caída menor en el uso del automóvil que del metro en hora punta: un 52,7% frente a un 75%. En todo el país, y según datos de la Dirección General de Tráfico, mientras a principios de mayo los desplazamientos de vehículos ligeros se habían reducido más de un 60% respecto al mismo periodo del año pasado, el descenso se había moderado el día 25 del mismo mes hasta situarse en un 30%.
¿Se traducirá la permanencia de normas de distanciamiento físico en un impulso para el uso de los vehículos privados? “Es probable que a corto plazo muchos lo prefieran para moverse. Aun así, a causa de la incertidumbre económica y laboral, la compra de un coche nuevo no va a ser prioritaria. Sin embargo, hay que evitar que se opte por un vehículo viejo, con el impacto negativo que tienen en la calidad del aire, la descarbonización y la seguridad vial”, argumenta José López, director general de Anfac.
Con la vista puesta en el futuro y teniendo en cuenta las restricciones cada vez más severas que muchas ciudades están imponiendo a los vehículos más contaminantes, el mundo de las cuatro ruedas apuesta por el impulso de los modelos híbridos que, de acuerdo con un informe de BloombergNEF, representarán más de la mitad de las ventas mundiales de automóviles nuevos en 2040. “Hay que aprovechar para avanzar hacia la electrificación de las líneas de producción, de la digitalización y de la industria 4.0. Es el momento de crear valor añadido y una ventaja competitiva”, afirma el director general de las asociaciones de fabricantes.
La vuelta a la normalidad de los vehículos de renting
En el camino hacia la nueva normalidad, las cuatro compañías de coche compartido que operan en Madrid reanudaron su actividad el pasado 20 de mayo, tras la suspensión del servicio en marzo, exigiendo el uso de mascarilla y desinfectando los vehículos varias veces al día para garantizar la seguridad de los usuarios.
Ricard Castells, director de Ventas Renting Auto, de Sabadell Renting, analiza que la vuelta a la normalidad presenta un escenario favorable para este tipo de servicio que en pocos años se ha convertido en un actor esencial de la movilidad en las ciudades: “La demanda de vehículos de renting de los particulares ha aumentado, no solo por un temor de contagio en transportes colectivos, sino también por la incertidumbre del nuevo escenario laboral que, por ejemplo, todo señala que va a seguir apostando por el teletrabajo”. Por eso mismo, se ha adaptado el servicio a estas nuevas necesidades aportando flexibilidad, asegura: “En Sabadell Renting, por ejemplo, se da hasta 6 meses de carencia inicial o se ofrece el pago por kilómetros”. “Esta nueva normalidad también ha provocado un claro aumento de la actividad de las empresas vinculadas al reparto a domicilio, lo que nos demuestra también un cambio de modelo de distribución vinculado al comercio digital”, cuenta.
En su opinión, la nueva realidad ha acentuado un modelo que ya se estaba imponiendo en los últimos años tanto en particulares como en empresas. Para él el futuro de la movilidad pasa por un servicio flexible y más desligado de los vehículos en propiedad. “Ya no extraña a nadie pagar por el consumo de contenidos audiovisuales de las distintas plataformas y esta realidad ha llegado también a la movilidad, sin llegar a ‘tener’, con un modelo que se adapta a las necesidades de cada usuario en cada momento. Poder pagar un alquiler con todos los servicios incluidos aporta comodidad y tranquilidad, además de poder disponer en todo momento de los últimos avances tecnológicos en seguridad y conectividad”, explica Castells.
Además, el renting también se ha consolidado como una opción para los que quieren apostar por coches eléctricos o híbridos, según afirma Castells. El director de Ventas Renting Auto asegura que la demanda ha aumentado y que el crecimiento de la conciencia social por el medio ambiente que se ha dado con la pandemia va a hacer que los usuarios se decanten definitivamente por este tipo de vehículos: “Desde hace más de cinco años, estamos apostando por otro tipo de movilidad, primero basculando de los vehículos diesel hacia los de gasolina y, en los dos últimos años, impulsando los modelos eléctricos e híbridos, que cada vez cuentan con más demanda”.
Una oportunidad para la bicicleta
Las grandes avenidas de Barcelona y Madrid llenas de peatones y ciclistas ocupando un espacio antes reservado a los vehículos de motor han hecho pensar a Esther Anaya que es posible transformar la movilidad en las ciudades. Esta investigadora del Imperial College de Londres especializada en movilidad considera que estamos ante una “oportunidad única” para implantar un modelo “más accesible, inclusivo, sostenible, saludable y justo para todas las personas”. “La movilidad activa, caminar e ir en bici, era igualmente prioritaria sin pandemia, pero ahora lo es más debido a que ofrece la posibilidad de moverse de forma segura frente a la infección”.
El pasado abril, la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, solicitó a la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) que los ayuntamientos alentaran el uso de la bicicleta en el tránsito hacia la nueva normalidad. Esta recomendación, que no contaba con un plan de financiación para implantar medidas concretas, ha encontrado de momento respuesta en Barcelona. Allí el consistorio ha puesto en marcha la creación de 21 kilómetros nuevos de carril bici en 10 vías, además de 30.000 metros cuadrados nuevos para peatones. Por su parte, la Comunidad Valenciana anunció a mediados de mayo subvenciones de hasta 250 euros por la compra de bicicletas y patinetes.
El último Barómetro de la Bicicleta realizado por la Red de Ciudades por la Bicicleta (RCxB) señalaba que en 2019 casi 1,5 millones de españoles de entre 12 y 79 años utilizó este medio diariamente para ir a trabajar o estudiar. Aun así, estas cifras se quedan cortas en comparación con el resto del continente. Mientras el uso habitual de la bicicleta se situaba en el 8% de media en los países de la Unión Europea, en España era del 3%, según el Eurobarómetro sobre la Calidad del Transporte de 2014.
En opinión de la investigadora del Imperial College Esther Anaya, “está ampliamente probado a nivel científico que los beneficios de ir en bicicleta superan sobradamente los riesgos. Si priorizamos la bicicleta, priorizamos la salud y la prosperidad de todas las personas y del medio ambiente”, añade.
Durante las últimas semanas, Barcelona y Madrid han reactivado sus servicios de alquiler de bicicletas, como también lo han hecho otros actores que se han incorporado recientemente a la movilidad de las ciudades, como los patinetes eléctricos. En la capital empezaron a operar con el uso obligatorio de guantes a mediados de mayo tres de las más de diez empresas que cuentan con flota de patinetes.
Los retos del transporte público
El pasado 19 de marzo, apenas cinco días después de la declaración del estado de alarma, la red de transportes públicos de la región de Madrid pasó de tener más de cinco millones de usuarios al día a ver reducido ese número a cerca de 500.000. El frenazo fue obligado ante el parón económico y las restricciones de movimiento. Sin embargo, ¿cuál será la solución ante una inminente nueva normalidad?
A día de hoy, según Pulso, la herramienta de Banco Sabadell para analizar la recuperación económica en tiempo real, se refleja una caída del Metro en el municipio de casi un 70% respecto al mismo periodo del 2019, ya que supone tan solo un 33% de la facturación de hace un año. Cifra que confirma Luis Miguel Martínez, gerente del Consorcio Regional de Transportes de la Comunidad de Madrid, al explicar que los cerca de 1,2 millones de viajeros diarios que asegura tienen en fase 1 autobuses y metro de la región están aún lejos de los 2,5 millones que pueden albergar con las normas de distanciamiento social.
Ante el avance de la desescalada, el principal objetivo es evitar las aglomeraciones en las horas punta. Martínez cuenta que, con la información de alrededor de dos millones de teléfonos en la región, disponen de una predicción de los aforos diarios, que puede llevar al cierre de estaciones o al refuerzo de líneas estructurales. Asimismo, opina que una flexibilización de los horarios de trabajo de los viajeros contribuiría a aliviar las franjas horarias con más pasajeros.