Reforma y modernización de comedores sociales en 13 comunidades autónomas

Hay pocas cosas más beneficiosas en la vida que identificar aquello que mejor se sabe hacer para, a continuación, aplicarlo en el desempeño profesional. Trasladar este principio con éxito al ámbito empresarial es uno de los objetivos en favor de la excelencia de las grandes compañías.

Ferrovial, la multinacional española que construye y opera infraestructuras de transporte, ha seguido este camino identificando el objetivo estratégico de su función empresarial: ofrecer soluciones a su alcance sobre problemas complejos del entorno y del día a día con el ánimo de facilitar la vida de las personas.

De esta forma, la compañía ha conectado la construcción, reforma o rehabilitación de espacios arquitectónicos, fundamento de su negocio, con sus proyectos de Responsabilidad Social Corporativa (RSC). El resultado es la unión e identificación en una sola ecuación de sus metas económicas con los propósitos sociales y medioambientales. La incorporación de estos retos en la estrategia de sostenibilidad de la empresa se ha materializado en el desarrollo de infraestructuras innovadoras, eficientes y sostenibles, atendiendo a los criterios ambientales, sociales y de gobernanza.

Ferrovial nos permite mejorar las infraestructuras de los bancos de alimentos y, por consiguiente, conseguir más productos para que puedan llegar a los 1,6 millones de beneficiarios, de los cuales 300.000 son niños y niñas de cero a 14 años

Miguel Fernández, director de la Federación Española de Bancos de Alimentos (Fesbal) hasta 2022

Ferrovial actúa en el segundo de estos criterios invirtiendo en la comunidad para hacer frente a graves problemas sociales. Uno de los programas que impulsa en este ámbito es el de los comedores sociales, en marcha desde hace más de una década, con el que apoya a entidades y Organizaciones No Gubernamentales en España que gestionan comedores sociales y bancos de alimentos para dar apoyo a familias en riesgo de exclusión social.

El origen de este programa se encuentra en la crisis económica de 2008 y en su impacto en España, que produjo un sustancial aumento de familias en riesgo de exclusión social. Ya entonces los responsables de acción social de la compañía idearon un plan para dar apoyo a las organizaciones que trabajan en primera línea distribuyendo alimentos y atendiendo a los colectivos más necesitados.

Posteriormente, la incidencia de la pandemia, que situó a muchas de estas organizaciones al límite de sus capacidades, no hizo sino confirmar la vigencia del programa de Ferrovial. Todas las organizaciones de apoyo social tuvieron que adaptar sus recursos e infraestructuras para poder dar respuesta a las miles de familias que acudieron en busca de su asistencia.

Optimización de instalaciones

Ferrovial ayuda con su programa a las oenegés a acometer reformas destinadas a mejorar las instalaciones donde prestan servicios. En muchas ocasiones los locales de estas entidades no se han reformado y modernizado hace años, por lo que se han quedado anticuados. En otras, sus instalaciones son pequeñas y no poseen los medios ni los espacios adecuados para almacenar la comida ni tampoco para cocinar para muchas personas.

Desde 2012, los proyectos que han recibido apoyo de Ferrovial consisten en la instalación de cocinas industriales, en la adaptación de los espacios a las normativas vigentes de seguridad, en la adquisición de nuevo mobiliario o equipamiento especializado, en la adecuación de espacios para el almacenaje de alimentos o en la modernización de las instalaciones eléctricas. Medidas, todas ellas, orientadas a que trabajadores y voluntarios puedan desempeñar su trabajo en las mejores condiciones y prestar así una atención óptima a las personas beneficiarias.

El programa de comedores sociales apoya cada año un proyecto determinado de una o varias oenegés, como Cruz Roja Española, Cáritas, World Vision, la Fundación Altius o la Federación Española de Bancos de Alimentos (Fesbal). El director de esta última hasta 2022, Miguel Fernández, agradece la iniciativa de Ferrovial, que “nos permite mejorar las infraestructuras de los bancos de alimentos y, por consiguiente, conseguir más productos para que puedan llegar a los 1,6 millones de beneficiarios, de los cuales 300.000 son niños y niñas de cero a 14 años”.

Hasta la fecha se han realizado un total de 53 intervenciones, con cerca de 80.000 personas beneficiadas y una inversión de más de un millón de euros. A ello hay que sumar un proyecto aprobado para ejecutarse el año que viene con la Orden de Malta, que mejorará dos comedores en Madrid, con 100.000 euros de inversión para ayudar a más de 1.800 personas.

Mercado de San Cristóbal

Ferrovial ha dado un paso más este año, remodelando el Mercado de San Cristóbal de Madrid de la mano del Centro de Estudios y Solidaridad con América Latina (CESAL).

Se trata de un proyecto integral en el que se une, por una parte, el carácter social –la formación anual de 250 jóvenes en situación o riesgo de exclusión–, con la sostenibilidad, la búsqueda de la eficiencia energética, la valorización de residuos y la economía circular.

Hasta este año se ha favorecido a cerca de 80.000 personas, por medio de 53 intervenciones y una inversión superior al millón de euros

Pablo Llano, director general de CESAL, indica que “vamos a convertir el mercado en una escuela para formar en oficios a jóvenes en riesgo de exclusión social, para que tengan un futuro de formación y de inserción laboral, y lo vamos a hacer en un espacio sostenible”.

CESAL trasladará a todos estos jóvenes aprendices en situación de vulnerabilidad desde su Escuela de Hostelería para que puedan formarse en los puestos de carnicería, pescadería, charcutería, frutería, obrador y como ayudantes en la cocina/restaurante con la que contará el mercado. El objetivo es siempre mejorar su empleabilidad para facilitar la búsqueda de un puesto de trabajo.

La reforma del Mercado de San Cristóbal incorporará placas fotovoltaicas, refrigeración sostenible e iluminación eficiente. Además, se fomentará la venta de productos de temporada, se evitará el desperdicio de alimentos y se tratarán los residuos con compactadoras.