Cantera de formación de líderes con talento innovador para la transformación social
La Escuela de Organización Industrial (EOI) es pionera en la formación de líderes comprometidos, con altas capacidades para impactar y aportar valor a la transformación del mundo empresarial. Todo ello, a través de los valores de una economía abierta, social, verde y digital
Se busca talento con un sólido compromiso hacia la sostenibilidad, emprendedor, tecnológicamente avanzado y con espíritu creativo e innovador. Este podría ser el reclamo de muchas empresas en nuestros días. Vivimos en una permanente escasez de profesionales cualificados en competencias digitales, mientras las agendas internacionales instan a que gobiernos e industria asuman políticas comprometidas con los desafíos del cambio climático, la igualdad o la economía.
¿Por dónde empezar? Desde luego, uno de los caminos más urgentes es la formación, capacitación que moldee líderes que inspiren, sí, pero que también sean capaces de generar valor de manera simultánea para las empresas, para el medio ambiente y para la sociedad en su conjunto, desde una perspec-tiva inclusiva, verde y circular.
Diego Crescente de Antonio, director de Comunicación y Relaciones Institucionales de la Escuela de Organización Industrial (EOI), subraya que “todos los programas de formación de nuestra institución están relacionados con alguno o varios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y hemos acompañado la transformación de las empresas hacia la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) en base a criterios ESG (Environmental, Social and Governance). Esta es la manera de entender el encaje de las empresas en la sociedad”.
Una empresa comprometida debe ser capaz de proteger a la sociedad y al medio ambiente a través de prácticas transparentes y sostenibles
Dotar a los estudiantes de las habilidades profesionales necesarias, sin olvidarse de incluir esos valores tan demandados, no es tarea fácil, y en la EOI lo consiguen a través de una metodología única, con la nueva economía y la sostenibilidad como piedra angular, haciendo de este propósito un lema de su RSC: “Formamos talento para un futuro sostenible”.
Para Crescente, conocer el propósito de una organización es uno de los procesos esenciales en la construcción de la impronta que las empresas e instituciones dejan en la historia. “Un propósito es la acción firme para alcanzar un objetivo. Es trascender a nuestras acciones rutinarias, identificándolas primero para alcanzar el resultado final de las mismas”.
El punto de partida
El propósito de una institución o empresa debe responder a dos preguntas sobre las que se cimentarán sus estatutos: ¿a qué se dedican? y ¿para qué lo hacen? “Nosotros nos dedicamos a formar talento, pero también necesitamos trascender, así que lo hacemos pensando en el futuro de nuestra sociedad, de nuestro país y de los miles de trabajadores que han pasado por nuestras aulas desde 1955. Por eso, formamos talento para un futuro sostenible y ese es el propósito con el que estamos comprometidos desde el primer al último trabajador de la escuela”, indica Diego Crescente.
Para integrar la sostenibilidad económica, medioambiental y social a sus programas, EOI ha desarrollado sistemas de evaluación propios en sus tres vertientes. “Pretendemos proteger y perseguir la sostenibilidad ambiental de las actividades realizadas por EOI, con el fin de cuidar del medio ambiente y alcanzar un consumo sostenible de los recursos, asegurando al mismo tiempo la seguridad y salud de los trabajadores y de los de alumnos”, indica Ramón Gurriarán, director de Postgrado & Executive Education de EOI.
Esta institución también cuenta con una metodología propia para responder a accidentes potenciales y situaciones de emergencia. Dicho sistema incluye las actividades de identificación de los accidentes que pueden ocasionar un deterioro o daño a la salud de los trabajadores, así como el modo de actuación en caso de que se produzcan y la revisión periódica de los planes definidos.
Al margen de estas certificaciones, sus prácticas se extienden a profesores y alumnos, por lo que la sostenibilidad es una materia transversal. Gurriarán afirma que ese futuro sostenible al que alude su propósito se plasma en la acción, fomentando una sociedad innovadora, creando empresas y personas responsables, tecnológicamente avanzadas y, en definitiva, sostenibles.
Por su parte, Crescente aporta más claves de lo que, en su opinión, sería una empresa RSC: “Creemos que la receta es convertir a la empresa en una generadora de impactos positivos en la sociedad, y eso en las tres dimensiones de la ESG. Para ello debe cumplir los máximos niveles de protección social, ambiental y, por supuesto, de medición de su presencia en el ecosistema comunitario. Junto a estos, la transparencia y la sostenibilidad en todas sus acciones formarían el menú perfecto de la dieta sostenible”.
¿Y un líder comprometido con su entorno? Para Gurriarán, el papel movilizador del líder es vital en el proceso de toma de conciencia de las empresas sostenibles. Considera que debe ser creíble, firme y desprender autoridad sin caer en el autoritarismo, preservando en todo momento la búsqueda del bien común. Debe ser también honesto –tanto consigo mismo como con los objetivos que plantea alcanzar–, empático y contar, además, con un nivel de convicción muy alto para actuar desde el diálogo y no desde la imposición.
Espíritu crítico, capacidad para liderar equipos y estar en constante aprendizaje son las habilidades blandas más demandadas por las grandes empresas
Si miramos a las empresas, nos preguntamos cuáles son las competencias más demandadas por los CEOs. Como director de Postgrado & Executive Education de EOI, Ramón conoce muy bien estas necesidades, entre las que destaca el aprendizaje continuo, en especial en lo referente a los procesos de digitalización y a las tecnologías disruptivas.
“La gran cantidad de datos que producimos requiere de su tratamiento y su incorporación a los procesos de negocio de las empresas. Las necesidades empresariales hay que cruzarlas con los intereses profesionales, y esta es nuestra labor”, apunta este especialista. Destaca, además, que otro de los puntos comunes entre empresas y alumnos es el espíritu crítico y la capacidad para liderar equipos: “Son contenidos transversales que son requeridos en toda relación laboral”.
Inclusión, conciliación e igualdad
Nieves Olivera, directora general de la EOI, se siente orgullosa de pertenecer a una institución familiarmente responsable que dispone de un catálogo formativo con distintos programas que fomentan la promoción del talento femenino a lo largo de toda la carrera profesional. Desde su incorporación al mercado laboral, con el programa Acelera, que ayuda a jóvenes mujeres en su crecimiento durante las primeras etapas de su vida laboral, hasta el Programa de Desarrollo para Mujeres con Alto Potencial, que busca preparar a mujeres españolas de diferentes empresas para asumir responsabilidades gerenciales con una perspectiva de formación multidisciplinar, fortaleciendo los conceptos de compromiso, esfuerzo y responsabilidad.
Además, este año la escuela ha presentado el Programa Consejera, para facilitar el desarrollo de competencias que faciliten el acceso de las mujeres a los consejos de administración. La escuela también dispone de otras iniciativas, como Mujer 2030, en donde se impulsa el acceso a la formación digital y de sostenibilidad por medio de bonificaciones en la matrícula de programas como la transformación digital, big data, inteligencia artificial, industria 4.0, blockchain, desarrollo sostenible y responsabilidad corporativa, energías renovables, gestión medioambiental o hidrógeno renovable. “El objetivo es disminuir la brecha de género en los puestos vinculados a la tecnología, la digitalización y la sostenibilidad”, concluye Olivera.