¿Cómo asegurar la vuelta a la oficina?
Pasaportes de acceso, autodiagnósticos diarios o sistemas de rastreo de contactos son algunas de las tecnologías que tratarán de blindar las oficinas
Durante los últimas semanas, el goteo de empleados que retornan a sus centros de trabajo físicos ha sido constante y creciente. El fin del teletrabajo, o al menos su carácter preferente, está a la vuelta de la esquina. Y sucede aún que muchos trabajadores guardan recelos sanitarios y de seguridad en torno a esta situación. Por ello, las empresas están desarrollando sistemas y tecnologías que garanticen unos entornos laborales libres de amenazas de contagios.
“Cuando hablamos de un espacio covid-free nos referimos a que lo sea para las personas, los empleados y los clientes”, incide José Daniel García Espinel, director de Innovación de Prosegur, empresa que trabaja en el ámbito de la seguridad. “Existen dos tipos de tecnologías: unas enfocadas al entorno de trabajo, al edificio en sí; y otras enfocadas a la seguridad específica del empleado”. Según García Espinel, estos sistemas, de claro enfoque práctico y alejados de la ciencia ficción, llegarán pronto a la mayoría de entornos laborales. “Son tecnologías safe-employee. La idea es que den tranquilidad y minimicen el riesgo de contagio”, resume.
Un pasaporte de acceso seguro
Una de las medidas que podríamos ver en breve es el denominado pasaporte digital de empresa. Mediante un código de colores, esta funcionalidad, disponible en el móvil, indicará a los empleados si pueden entrar o no al entorno laboral cuando estén en el control de acceso. El código de colores marca tres niveles diferentes. Si el pasaporte está en verde, el empleado puede acceder. Si está en amarillo, caso que se da si el empleado ha estado en contacto con un contagiado o tiene síntomas sospechosos, deberá teletrabajar y acudir a un centro de salud para hacerse los chequeos pertinentes. Si está en rojo, el empleado no podrá acceder.
Autodiagnóstico antes de entrar a trabajar
Un elemento fundamental del pasaporte es la capacidad de realizar autodiagnósticos, una funcionalidad que determinará el color de acceso de este. En base a los protocolos que tenga cada compañía, el empleado, antes de ir a la oficina, puede hacerse un sencillo autochequeo sobre su estado de salud. “Desde el móvil, y en base a preguntas simples, como pueden ser si tengo fiebre o dolores musculares, el trabajador puede detectar síntomas de contagio”, explica García Espinel. “Si está contagiado o tiene síntomas preocupantes podemos cambiar el color de su pasaporte de manera remota”. Si está en riesgo, su pasaporte de acceso pasará automáticamente a amarillo. “Posteriormente, se le indicará que teletrabaje y que se haga las pruebas médicas pertinentes en su centro de salud”, amplía el experto.
“De esta manera, los empleados con el pasaporte verde tienen la tranquilidad de estar en un entorno de trabajo sin personas afectadas ni en riesgo”, explica García Espinel, que destaca que este pasaporte ha de combinarse con una atención exterior. “La gestión de los pasaportes de toda una plantilla se realiza de manera centralizada, remota y en tiempo real a través de centros de control”, añade. “Así, ante cualquier incidencia o duda en el acceso, se puede asistir al trabajador casi al instante”.
Rastrear a la inversa
Las autoridades sanitarias de muchos países se han dedicado a desandar el camino de un contagiado para aislar los casos de covid-19. Este método, una especie de rastreo inverso, también tiene su réplica en el entorno laboral. Y, al igual que la funcionalidad de autodiagnóstico, determinará el color del pasaporte digital de cada empleado. Tan solo son necesarios dos móviles con el mismo software instalado. “Desde el momento en que dos trabajadores están en contacto [algo que establece el programa en función de la distancia y el tiempo que hayan estado juntos], los móviles intercambian una serie de códigos aleatorios enviados por bluetooth. Esto te permite saber, el día de mañana, qué códigos, han estado cerca de la persona contagiada y avisar a todas aquellas personas que han estado cerca para advertirles que están en situación de riesgo “, explica García Espinel.
El sistema traza los contactos entre empleados de manera automatizada, anónima y descentralizada. El pasaporte de acceso de aquellos que hayan estado en riesgo pasará a color amarillo. “El protocolo calcula una puntuación de riesgo en función de cada contacto”, continúa el experto, “siempre garantizando la privacidad”.
Geolocalización para limpiezas eficientes
La geolocalización permite conocer con precisión qué pasillos y salas ha recorrido una persona contagiada o cuáles son las áreas de una empresa de mayor trasiego. “Con la geolocalización se puede saber cuáles son las zonas, dentro de unas oficinas, de mayor ocupación laboral”, abunda García Espinel. “Esto es esencial para centrar en esos lugares las desinfecciones y limpiezas del entorno laboral en las que haya estado presente un empleado afectado”.
Avisos por distancia física
Aunque volvamos a la oficina, la distancia física seguirá siendo algo a respetar. Para no perder de vista esta medida de seguridad, existen aplicaciones que nos avisarán cuando la incumplamos. “Si estás muy cerca de otro empleado o no mantienes el metro y medio de seguridad, el móvil, por ejemplo, vibrará y alertará de que estás saltándote el protocolo”, señala García Espinel.
Una ‘app’ para el día a día
Estas funcionalidades y tecnologías ya están agrupadas en una app para móviles que Prosegur está testando en sus propios centros de trabajo. Una aplicación que, según García Espinel, será comercializada próximamente en el mundo empresarial con la misión de proteger a trabajadores y clientes de forma sencilla y efectiva. Eso sí: “Tener una app sin asistencia en cualquier tipo de incidencia o problema no sirve”, advierte el experto. “La clave es que todos los procesos están monitorizados en tiempo real por profesionales desde sus centros de control. Es esta combinación de tecnología y supervisión la que da valor al sistema”.