Dime a qué te dedicas y te diré qué votas: jubilados del PSOE, directivos del PP y policías de Vox
El CIS mide la relación entre la ocupación y el voto. El colectivo más de izquierdas es el de profesionales, científicos e intelectuales; el más escorado a la derecha, el de agentes policiales y militares
El barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) detalla la intención de voto de los españoles en función de múltiples variables: por sexo, edad o tamaño del municipio. Otra variable que estudia es la ocupación del encuestado. La categorización al respecto de este organismo es un poco extraña, en algunos casos centrada en el puesto dentro de la compañía (directores y gerentes), en otros en la actividad (estudiante) y en otros recoge clasificaciones muy amplias (profesionales, científicos e intelectuales, todo junto). Pero, aun con estos matices, los datos son interesantes para aproximarse a la posición ideológica y partidista de diferentes grupos de personas en función de factores laborales. El último barómetro, publicado el 20 de abril, a poco más de un mes de las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo, no es una excepción.
Uno de los datos más reseñables de ese estudio es el del partido con más apoyo de cada grupo. El PSOE, que de media obtiene un 22% del apoyo de los encuestados, alcanza sus mejores cifras entre jubilados y pensionistas (30,4%), personas en situación de inactividad (30,2%), con trabajo doméstico no remunerado (23,6%) y entre los parados (23,4%). El PP, que de media tiene un 19,9% de respaldo, supera al PSOE y tiene las mejores cifras entre directores y gerentes (32%), personal de apoyo administrativo (26,8%) y agricultores y trabajadores agropecuarios, forestales y pesqueros (24,1%).
Solo hay una categoría en la que ni PSOE ni PP lideran en apoyo: las ocupaciones militares y cuerpos policiales, entre los que un 38,5% dicen que votarían a Vox si mañana hubiera elecciones generales. El partido de ultraderecha también supera ampliamente su apoyo medio (8,4%) entre agricultores y otros oficios del sector primario (21,4%), estudiantes (13%) y puestos directivos (12,6%).
Los mejores datos de Sumar (que de media obtiene un 8,4%) y Unidas Podemos (5,1%) se dan entre profesionales, científicos e intelectuales (13,5% para la plataforma de Yolanda Díaz y 9% para el grupo que lidera Ione Belarra); y estudiantes (7,1% y 7,4% respectivamente).
Este periódico se ha puesto en contacto con el CIS para aclarar cómo funciona esta categorización profesional: si el organismo lee todas estas opciones al entrevistado y él escoge una o si es el encuestado quien dice su profesión y el CIS le asigna una categoría con una tabla de conversión. No ha recibido respuesta. El trabajo del CIS a lo largo de esta legislatura ha sido muy criticado por los expertos.
Dónde pierden
En una línea parecida, es llamativo conocer en qué colectivo consigue peores resultados cada partido, en comparación con su dato medio: el peor registro del PSOE se da entre militares y policías (8,7%), grupo en el que Unidas Podemos y Sumar también apuntan datos bajísimos. Para el PP, el peor dato es el de operadores de instalaciones y máquinas y ensambladores (10%), mientras que para Vox es el de trabajo doméstico no remunerado (2,4%).
El CIS también pregunta a los encuestados a qué líder político prefieren como presidente del Gobierno. Los resultados son parecidos al respaldo por partidos, pero hay algunas diferencias. Pedro Sánchez es el más elegido de media (21,3%), y destaca su apoyo entre jubilados y pensionistas (30,2%). Alberto Núñez Feijóo es el preferido del 14,6% y dobla ese respaldo entre directivos (28,1%). El líder de Vox, Santiago Abascal, es el presidente favorito para un único colectivo, el de policías y militares (27,8% de apoyo, frente al 5,8% de media); y la vicepresidenta segunda y cara más visible de Sumar, Yolanda Díaz, es la preferida de profesionales, científicos e intelectuales (22,3%, con una media general del 13,2%).
Más allá de partidos, también hay diferencias importantes en cómo se sitúan ideológicamente los entrevistados en función de su grupo profesional. La mayoría está en posiciones centrales, pero yendo al detalle hay algunos que se escoran hacia uno de los bloques. Los que se declaran más de izquierdas son los profesionales, científicos e intelectuales (en una escala en la que 1 es el máximo a la izquierda y el 10 el máximo a la derecha, posicionados en un 4,41) y los más conservadores, los policías y militares (5,94). Si nos vamos a los extremos, aquellos que contestan 1 y 2 (muy de izquierdas) o 9 y 10 (muy de derechas), en la parte progresista destacan los oficiales, operarios y artesanos (26,5%); y en la conservadora, los agricultores, trabajadores agropecuarios forestales y pesqueros (18,1%).
También se observan posiciones distintas al identificar el principal problema en España. Cuanto peor es la situación económica del encuestado, más mencionan el desempleo y menos los conflictos políticos: por ejemplo, el 26% de los directores y gerentes cree que el principal problema es la crisis económica, el 12,7% ponen los problemas políticos en primera posición y un 10,7%, el desempleo. El paro es la preocupación número uno para un 18,5% de los trabajadores domésticos no remunerados, seguido de la crisis económica (15,4%) y los problemas políticos (11,3%). La única profesión a la que le preocupan más los problemas políticos que el paro o la situación económica es la de policías y militares
La encuesta también aborda la religiosidad por grupos profesionales. La mayor proporción de católicos practicantes se da entre personas en situación de inactividad (34,3%), trabajadores domésticos no remunerados (33,3%) y jubilados y pensionistas (30,5%). En el otro lado de la balanza, las mayores ratios de ateos se dan entre estudiantes (27,2%) y profesionales, científicos e intelectuales (25,7%).
La paradoja sobre la percepción de la situación económica
Las personas tendemos a ser pesimistas en lo colectivo y optimistas en el plano individual. Así se explica que un 65,1% de los encuestados catalogue su situación económica como buena o muy buena y que solo un 23,9% emita el mismo juicio cuando se le pregunta por la salud de la economía española. De forma paralela, solo un 21% dice que su situación económica personal es mala o muy mala y, sin embargo, un 64% dice lo mismo sobre la economía española.
En función de la identificación subjetiva de clase del entrevistado (en qué escalón se autoposiciona) se observan diferencias reseñables respecto al juicio sobre la situación económica del país. Entre aquellos que se posicionan en la clase alta o media-alta, el 31,5% cree que la situación económica del país es buena o muy buena y un 59,7%, mala o muy mala. Al contrario, el 17% de los que se definen como clase baja o pobre dicen que a España le va bien o muy bien económicamente y el 72,6% opina que le va mal o muy mal.
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