La carrera cuesta abajo del índice que sirve para calcular el tipo de interés de las hipotecas variables parece no tener final. Empezó a principios del pasado verano y aún no se ha detenido, pero los expertos vaticinan que está a punto de hacerlo. Fue en junio cuando el euríbor emprendió la senda bajista que, desde el -0,081% registrado el mes anterior (su cumbre desde diciembre de 2016), lo ha llevado a cerrar este mes en el -0,504%, su sexto mínimo histórico consecutivo, a falta del dato del viernes. La continuidad que el Banco Central Europeo quiere asegurar en los próximos meses a las políticas de estímulo de la economía se reflejará en el estancamiento del euríbor en sus valores actuales. Mientras, se hace notar el efecto de su desplome: por un lado, los préstamos hipotecarios con tipos de interés variables se abaratan notablemente, y, por el otro, sigue la presión a la baja que el euríbor ejerce indirectamente sobre el precio de las fijas.
De esta forma, si las nuevas hipotecas variables se vuelven cada vez más apetecibles, el descuento que experimentarán en su cuota los que revisen este mes su préstamo antiguo será especialmente bueno. Para una hipoteca a 30 años de 300.000 euros con un tipo de interés de euríbor más un diferencial del 0,99% (uno de los más comunes), el ahorro este año será de 373,92 euros o, lo que es lo mismo, 31,16 euros al mes, ya que la cuota pasará de los 929,60 euros a los 898,44 euros actuales, según cálculos del comparador bancario iAhorro. Ello es así porque el índice se sitúa este enero 2,5 décimas de punto por debajo del nivel en el que se encontraba hace un año (-0,253%).
Tipos fijos muy bajos
En este contexto, para capear la reducción de los márgenes de beneficio de este producto, los bancos seguirán apostando por el tipo fijo —lo que les garantiza mayores ingresos— a través de ofertas muy atractivas. Por ello, el director de Hipotecas de iAhorro, Simone Colombelli, se dice convencido de que ahora “existe la gran oportunidad de contratar una hipoteca fija y aprovechar unos intereses inusualmente bajos para siempre”. Por el contrario, en sus palabras, las hipotecas variables son sin duda “un producto interesante”, pero más “para un perfil que no tenga mucha aversión al riesgo y que quiera amortizar su préstamo en 10 o 15 años, como mucho”, y evitar así los efectos de una eventual subida del euríbor a largo plazo.
Desde el comparador auguran también la consolidación de las operaciones de subrogación, es decir, el traslado de la hipoteca de una entidad a otra, a cambio de condiciones más favorables para el usuario. “Teniendo en cuenta cómo ha afectado la evolución reciente del euríbor a los tipos de interés hipotecarios, nos encontramos ante un amplio espectro de opciones de mejora”, subraya Colombelli, quien constata: “En los momentos de mayor dificultad económica los usuarios buscan todas las maneras para incrementar sus ahorros, por lo que no sorprende que lo intenten también a través de su hipoteca”.
Políticas de estímulo
Pero, ¿cuánto tiempo puede tardar el euríbor en acercarse de nuevo a ese terreno positivo que abandonó hace casi un lustro? “Años”, comentan desde el sector. De momento, el índice ha moderado el descenso y en enero baja tan solo 0,7 puntos básicos con respecto a diciembre (-0,497%). “Su suelo es el -0,50%”, zanja Joaquín Robles, analista del bróker financiero XTB. Al ser el euríbor el tipo de interés al que se prestan dinero entre ellos los bancos europeos, no tendría sentido que lo hicieran a un precio superior al que les cobra el BCE para guardar el exceso de liquidez en sus arcas, es decir, ese 0,50%, ya que las garantías ofrecidas por el supervisor son insuperables.
Por lo que Robles descarta que el euríbor pueda bajar más, aunque tampoco atisba una subida consistente a corto plazo. Más bien, el índice se movería de forma estable durante los próximos meses alrededor del umbral alcanzado en enero, hasta que haya algún cambio relevante en la política de Fráncfort. “Esta tendencia se va a prolongar, porque el BCE mantendrá las inyecciones de liquidez a la banca hasta por lo menos junio de 2022, a tipos mucho más ventajosos que los tipos de interés y de depósito”, redunda Robles.
El BCE, sin novedades
Bien es verdad que el gobernador del banco central de Países Bajos, Klaas Knot, en una entrevista a Bloomberg este miércoles dijo que el BCE “tiene todavía margen para recortar tasas” y llevar los tipos de interés al -0,10% o el tipo de depósito al -0,60%, por ejemplo. En este caso, es probable que el euríbor encuentre un nuevo suelo en el -0,60%. No obstante, “esto no va a pasar”, según Robles. “La semana pasada, tras la reunión del supervisor, Christine Lagarde [presidenta del BCE] dijo que iba a seguir monitorizando la situación, que estaba preocupada por la tercera ola de la pandemia, que iba a seguir manteniendo los programas de compra de deuda si fuera posible, y que ella está haciendo todo lo que está en su mano. No puede hacer más”, subraya este analista.
Por ello, en su opinión “los bancos van a seguir con el actual exceso de liquidez, y la economía, esperando a ese repunte que tanto se está descontando en el mercado de renta variable. Ya se habla del segundo semestre de 2021, por el retraso de la vacuna y la tercera ola de contagios, por lo que no habrá novedades en el euríbor para lo que resta de año”.