El Gobierno prepara un plan especial de ayudas para bares y restaurantes

El Gobierno prepara un paquete de ayudas para el sector Horeca (hostelería, restauración y cafeterías) y ya dispone de propuestas en firme con medidas económicas, fiscales y financieras. El plan sigue en análisis, aunque se ha vuelto más urgente por el incremento de los contagios de coronavirus y el aumento de las restricciones, que afectan especialmente a este sector. El Ejecutivo ha acelerado la definición de esos apoyos —pese a las dife...

El Gobierno prepara un paquete de ayudas para el sector Horeca (hostelería, restauración y cafeterías) y ya dispone de propuestas en firme con medidas económicas, fiscales y financieras. El plan sigue en análisis, aunque se ha vuelto más urgente por el incremento de los contagios de coronavirus y el aumento de las restricciones, que afectan especialmente a este sector. El Ejecutivo ha acelerado la definición de esos apoyos —pese a las diferencias internas— y no descarta trocear el plan para aprobar un primer balón de oxígeno cuanto antes.

Los departamentos que trabajan en este paquete de ayudas —la vicepresidencia económica; Hacienda; Industria, Turismo y Comercio; Trabajo, y Seguridad Social— no quieren poner fecha a cuándo se aprobará. El tiempo apremia y el Gobierno no descarta lanzar antes una primera parte del plan para sostener el tejido productivo hasta la ansiada recuperación. Entre las medidas sobre la mesa: bonificaciones y exoneraciones en las cuotas a la Seguridad Social y una ampliación de la carencia y del plazo de amortización de los créditos ICO. También medidas para posibilitar que propietarios e inquilinos puedan renegociar los alquileres.

Los ministerios consultados evitan entrar en más detalles, ya que faltan por cerrar muchos flecos y las diferencias entre ellos son palpables. Sobre todo porque los números tienen que cuadrar y las arcas públicas no están boyantes. Industria y Trabajo quieren lanzar ayudas cuanto antes y Economía y Seguridad Social prefieren perfilar las medidas cuando tengan un panorama más claro de la situación.

Las patronales llevan meses denunciando su situación. Según Hostelería de España, en 2020 se perderá más de la mitad de los 123.000 millones de facturación anual de esta industria y cerrará un tercio de los 300.000 negocios previos al coronavirus. Solo en Navidad, según esta patronal, están en juego unos 11.000 millones y las perspectivas no son nada halagüeñas.

“Pedimos ayudas directas, como se hace en otros países europeos”, reclama José Luis Yzuel, presidente de Hostelería de España. Algunas autonomías ya han lanzado sus medidas, aunque la patronal las ve insuficientes. “Las de Galicia y Murcia son algo más potentes, y la del País Vasco más o menos. El resto de regiones o bien no han propuesto nada u otras como Cataluña o Aragón lo hacen con la boca pequeña”, critica Yzuel.

Medio millón de trabajadores menos

En términos de empleo, según CC OO, entre el descenso de la afiliación (-260.946 trabajadores) y los empleados todavía en ERTE (220.090 personas), la hostelería tiene hasta final de octubre casi medio millón de trabajadores directos menos. “Las comunidades deben convocar las mesas de diálogo social al objeto de mantener activas las empresas para conservar el empleo”, decía el martes el sindicato en una nota.

Fuentes del grupo interministerial encargado de confeccionar el plan de choque para el sector aseguran que los trabajos comenzaron a mitad de verano, cuando llegaron las advertencias internacionales a los viajes por España y se truncó la recuperación del turismo. El punto de inflexión, reconocen, fue la cuarentena impuesta a los viajeros que volvían al Reino Unido. “Hemos estudiado estos meses la viabilidad de diferentes propuestas. No está tan avanzado como para que se apruebe de forma inminente, aunque sí se exploran ya varias opciones al detalle”, coinciden fuentes de Industria, Turismo y Comercio.

El análisis ha pasado la fase preliminar y se avanza en una propuesta definitiva. El debate está en el tipo de ayudas: ganan enteros nuevas vías de financiación vinculadas a proyectos o requisitos concretos, facilitar la renegociación de los alquileres, incrementar las líneas ICO, así como nuevas bonificaciones y exoneraciones en las cuotas a la Seguridad Social, según las fuentes consultadas. Y baja la posibilidad de transferencias directas, como reclaman las principales patronales. “Solo con líneas de financiación no será suficiente porque los negocios están ya muy endeudados”, avisa Yzuel.

El ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, adelantó las intenciones del Ejecutivo la semana pasada en un desayuno informativo de Europa Press. “Me consta que se están mirando alternativas y nuevas medidas [para el sector Horeca]”. Y añadió que las ayudas podrán variar por regiones, lo que confirman fuentes de la negociación. Portavoces del ministerio que dirige Escrivá afirman asimismo que el departamento apoyará al sector en lo que sea posible. Y ponen como ejemplo la flexibilización para el acceso de los hosteleros autónomos a la prestación extraordinaria por suspensión de actividad.

En Industria, Comercio y Turismo el esfuerzo ha sido constante. La ministra Reyes Maroto dijo hace semanas que se iba a reunir con las autonomías para diseñar un plan de apoyo a la hostelería, aunque el anuncio sigue hueco a falta de los detalles del paquete. De ahí que sea una de las que más presiona, junto con Trabajo, para sacar adelante las ayudas en el Gobierno de coalición. “Se incluirán medidas económicas, fiscales y financieras”, aseguran portavoces del ministerio. El sector lo espera como agua de mayo, aunque sea noviembre.

Los ERTE de impedimento, a examen

El Ejecutivo está a la espera de los datos de las últimas fechas de los ERTE conocidos como “de impedimento” para ver sus resultados en la segunda ola de contagios. Estos expedientes se idearon para las empresas que no podían trabajar por las nuevas restricciones. “En octubre, el sector de la hostelería siempre está golpeado por el fin del verano. Falta por ver cómo están funcionando los ERTE de impedimento”, aseguraba la semana pasada el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá. Es decir, falta por saber cuántas empresas se han beneficiado para conocer su eficacia.

A estas suspensiones temporales de empleo se pueden acoger las empresas en localidades o barrios confinados. Las de menos de 50 empleados tienen una exoneración del 100% en las cuotas sociales durante el periodo del cierre y para las más grandes del 90%. Pese a ello, fuentes del Ministerio de Trabajo avisan: “Hay que tomar medidas para adaptar las ayudas a la situación actual”.

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