Las ligas profesionales son cosa de mujeres

Dicen los expertos que la RSC no está para fijar objetivos sino para cambiar/mejorar la realidad. Y en Iberdrola llevan años tratando de cambiar la realidad de la mujer en España y en otros países. Hace tiempo que la eléctrica empezó a tomar medidas para romper el techo de cristal que frena las aspiraciones de millones de mujeres en su vida profesional y laboral y también en la sociedad. “Hace más de diez años que trabajamos para dar a la mujer el hueco que se merece”, explica Roberto Fernández Albendea, responsable de RSC de la compañía.

En el tema de la promoción de la mujer en el deporte, el grupo ha echado toda la carne en el asador. Sobre todo, a partir de 2016, cuando el propio Ignacio Galán, presidente de la eléctrica, firmó un acuerdo con el Consejo Superior de Deportes (CSD) para contribuir a impulsar, al máximo nivel, su programa Universo Mujer. La compañía no se ha limitado a apostar por tres o cuatro deportes o solo por los atletas de élite, sino que está apoyando nada menos que 15 modalidades, desde la base al tope: fútbol, gimnasia, triatlón, natación, rugby, piragüismo, bádminton, balonmano, voleibol y hockey, a los que se añadieron posteriormente tenis de mesa, atletismo, kárate, boxeo y los deportes de hielo.

Pese a que el patrocinio de la eléctrica sobre estos deportes no es exclusivo, ya que otras empresas también participan en el programa, Iberdrola es el principal impulsor. “Lo que tratamos de hacer aquí es apoyar a la mujer en un ámbito en el que tradicionalmente no ha tenido mucho apoyo, pese a que tenemos grandísimas campeonas en varias modalidades”, apunta Fernández Albendea. De hecho, el programa cuenta con cuatro embajadoras para dar visibilidad al deporte femenino, tan destacadas como Jennifer Pareja (mejor waterpolista del mundo en 2012); Sandra Sánchez (karateca número uno del ranking mundial); Eli Pinedo (referente del balonmano femenino), y Patricia García (referente del rugby). Pero esto no es asunto de élites. La idea es apoyar esos deportes en todas sus dimensiones. “Pensamos”, dice el responsable de RSC, “que no podíamos limitarnos a los deportes mediáticos o a los atletas de élite”.

En la quiniela

De momento, la compañía, en el marco de su patrocinio, ha rebautizado algunas de las ligas como Liga Iberdrola. Es el caso de la de fútbol, con 16 equipos en competición, que se llama Liga Femenina Iberdrola y va por su segunda edición. En la compañía explican que estas Ligas disfrutan ahora, bajo su apoyo, de un sinfín de beneficios que antes no tenían y que contribuirán a su difusión a escala profesional y amateur. Por lo pronto, han ganado muchos puntos en cuanto a exposición. En algunas jornadas se incluye algún partido en el boleto de la quiniela. Y esto no es todo. Ahora las jugadoras tienen seguridad social, algunos partidos se retransmiten en directo y algunos estadios, como el Vicente Calderón o el Mestalla, se han abierto al deporte de mujeres. Lo mismo se está haciendo en otras modalidades. Ahí está la División de Honor Iberdrola (rugby), la Liga Guerreras Iberdrola (balonmano) o la Superliga Iberdrola (voleibol).

En el marco del programa del CSD, Iberdrola además viene desarrollando su proyecto Mujer, Salud y Deporte, una iniciativa de comunicación cuyo propósito es “potenciar los éxitos del deporte femenino y su práctica, favorecer la igualdad de género y fomentar hábitos saludables desde edades tempranas”, dice Fernández Albendea. La empresa desarrolla un tour, que ha recorrido ya seis ciudades, en el que comunica los objetivos y conecta con la gente, a nivel local, en eventos de todo tipo. “En colaboración con los Ayuntamientos celebramos una especie de fiesta del deporte femenino en las calles o plazas de estos municipios con representación de muchas de las federaciones, para acercar algunas modalidades a los ciudadanos y fomentar también el deporte y sus valores entre las mujeres”, explica el responsable.

La preocupación de la compañía por la promoción de la mujer no se agota, ni mucho menos, con el deporte. Hace casi diez años que Iberdrola viene desarrollando su Plan de Igualdad, que busca “la igualdad efectiva, la conciliación y la calidad del empleo”, dicen en la compañía, con acciones de acceso al empleo, formación, promoción profesional y mejoría de las condiciones de trabajo. ¿Cuáles han sido los resultados? Que la participación femenina en la estructura organizativa de la compañía, sobre todo en los escalones más altos, no ha dejado de subir.

“Pese a que nunca fijamos objetivos en materia de cuotas, las mujeres, cuyo porcentaje en la plantilla de la eléctrica ha subido un 50% en la última década, han ido ganando peso y relevancia en todos los niveles directivos”, reconoce Fernández Albendea. Ahora mismo, 5 de los 14 miembros del consejo de administración son mujeres. “La consejera líder independiente es mujer, Inés Macho”, informa el director de RSC. Además, las cuatro comisiones del consejo están presididas por mujeres. “Hace 16 años, en 2001, había apenas una directora”, dice Fernández Albendea.

Decisivo en este tema de la igualdad es la conciliación real entre vida personal y profesional. Lo que explica la importancia que le da Iberdrola, que aprobó una normativa interna sobre este punto ya en 2008, una política que se despliega por nada menos de 70 puntos concretos, enfocados a hacer realidad ese objetivo. Entre otras, cabe destacar la reducción flexible de la jornada a cinco horas diarias hasta que el niño cumpla un año sin merma salarial y un plan de excedencia hasta cuatro años por el cuidado de menores y de familiares dependientes.

Un año antes, Iberdrola se había marcado un tanto al ser la primera empresa del Ibex que puso en marcha la jornada continua y flexible, de la que disfrutan los 9.000 trabajadores en España: un horario de 7.15 a 15.30, con flexibilidad de entrada y salida de hora y tres cuartos. Además, los empleados cuentan con la posibilidad de anticipar la salida de los viernes a las 14.00, con la condición de hacer 15 minutos más al día de lunes a viernes.

Contenido patrocinado elaborado con la colaboración de la marca.