El TSJC condena a Renfe y Uralita por la muerte de extrabajadores expuestos a amianto

La sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) ha condenado en dos sentencias a las compañías Renfe y Uralita por su responsabilidad en la muerte de extrabajadores expuestos al amianto.

En las dos sentencias, a las que ha tenido acceso Efe, el TSJC desestima los recursos que interpusieron las compañías y en el caso de Renfe ratifica la condena que le impuso el juzgado social número 4 de Barcelona a pagar más de 83.000 euros a la familia de un empleado que trabajó durante más de 30 años para Renfe en el mantenimiento de convoyes y que estuvo en contacto con componentes de trenes que contenían amianto.

Los jueces atribuyen a este contacto el que el trabajador desarrollara un "mesotelioma pleural maligno, patología derivada exclusivamente por la exposición al amianto, provocando su fallecimiento el 27 de octubre de 2010".

En su sentencia, el TSJC confirma la condena a Renfe y la absolución de Adif, contra quien también se querelló la familia del extrabajador.

En la otra sentencia dictada también por la sala Social del TSJC, el tribunal desestima un recurso de Uralita contra otra sentencia que ya le reconocía responsable de la enfermedad laboral de otro trabajador también expuesto a amianto que había trabajado en la firma Rocalla SA, que fue absorbida por Uralita en 1995.

La sentencia considera que Uralita ya controlaba la empresa Rocalla, mediante la adquisición de acciones, desde que esta presentó suspensión de pagos en 1982, por lo que el tribunal la hace responsable de pagar el recargo del 50 % en la pensión de viudedad del trabajador que falleció también por enfermedad laboral relacionada con la inhalación del polvo de amianto.

Las dos sentencias se han dado a conocer pocos días después de que la revista BMC Cáncer haya hecho público un estudio de la Universidad de Granada que destaca que las muertes causadas por el amianto no han dejado de aumentar desde 1975 y que calcula en más de 6.000 las muertes producidas entre ese año y 2010 por cánceres de pleura, una de las patologías que puede desencadenar la inhalación de fibras de amianto.

El estudio calcula que hasta el año 2040 se seguirán produciendo muertes relacionadas con el amianto, un material del que se importaron más de 2 millones de toneladas a España entre 1906 y 2002, cuando se prohibió definitivamente.