Uruguay rompe con Argentina y autoriza la ampliación de la producción de una papelera

Uruguay decidió hoy "seguir su propio camino" y autorizó unilateralmente el incremento de la producción de la polémica planta papelera de UPM sin considerar la abierta oposición expresada por Argentina, con cuyo Gobierno ya "no queda espacio para negociar".

Con una inusitada declaración a los medios en su despacho presidencial, el mandatario uruguayo José Mujica anunció la decisión de su país de permitir a UPM aumentar su producción de pasta de celulosa en 100.000 toneladas anuales bajo la condición de que cumpla con una serie de requisitos medioambientales.

Pese a que estas exigencias, la construcción de una torre de enfriamiento para sus vertidos de agua y la reducción del contenido de fósforo de sus desechos, suponen una inversión extra para UPM y que el aumento concedido es la mitad del solicitado por la empresa, Mujica dio por hecho que la decisión supone una "dolorosa" ruptura con Argentina y reconoció que "traerá problemas".

Sin embargo, el ex guerrillero tupamaro de 78 defendió su decisión tanto por la necesidad de defender el trabajo y las inversiones en Uruguay como por la imposibilidad de negociar con el Gobierno de Buenos Aires.

"Tenemos que lamentar esta decisión. Es inoportuna, particularmente para Argentina, porque está inmersa en un proceso electoral a corto plazo. Naturalmente el clima político cuando existen elecciones no es el mas adecuado como para tener razonabilidad. Por eso señalé que nos habíamos quedado sin espacio para negociar, porque nosotros también tenemos nuestros dilemas", razonó el mandatario.

Así, Mujica subrayó que pese a que "todo el mundo sabe" que luchó por mantener la relación con Argentina durante su Gobierno, "en notoria soledad y a veces contra viento y marea", en este caso "Uruguay tiene que seguir su camino" para defender a su "pueblo trabajador" y la inversión extranjera que apuntala el empleo en su país.

En este sentido, el mandatario señaló que Uruguay "tiene un desafío similar" al de Argentina ante los yacimientos de gas de Vaca Muerta, que tras expropiarlas a la empresa española Repsol, volvió a ponerlas en manos de "empresas extrajeras que naturalmente tienen su prerrogativas" para poder explotarlas.

"Nosotros tampoco podemos llevar adelante solos con nuestros recursos estas cuestiones, y por tanto las tenemos que tener en cuenta", añadió.

Mujica reconoció que este paso, del que dijo dolerse "mucho", puede "crear tensión y malos entendidos", si bien insistió en que "nada" va a separar el cariño que le tiene "al pueblo argentino".

La decisión del presidente se hizo pública después de que en horas de la mañana analizara con el canciller Luis Almagro la reunión que éste mantuvo ayer martes en Buenos Aires con su colega argentino Héctor Timerman para resolver la nueva polémica bilateral surgida en torno a UPM, en donde ambas partes coincidieron en señalar en que no había habido acuerdos.

UPM está instalada en la ciudad uruguaya de Fray Bentos, a orillas del Río Uruguay, frente a las costas de la localidad argentina de Gualeguaychú y su construcción supuso la mayor inversión individual de la historia del país con 1.800 millones de dólares.

Su instalación fue motivo del peor conflicto en décadas entre ambos Gobiernos rioplatenses y derivó en un juicio en la Corte Internacional de Justicia de La Haya y en el bloqueo durante tres años por parte de vecinos de Gualeguaychú del más importante puente que une los dos países.

Después del fallo de la Corte, en 2010, según el cual la planta no contamina pero Uruguay no informó debidamente a Argentina sobre los detalles de la construcción, se creó una comisión conjunta que se encarga de vigilar y controlar la contaminación en el entorno de UPM.

Tras el pedido del aumento de producción de la papelera, Argentina anunció de forma tajante su oposición a dicha iniciativa, al tiempo que los vecinos de Gualeguaychú que se opusieron en un primer lugar a la planta amenazaron con volver a cortar la ruta entre ambos países.

Álvaro Mellizo