Los directivos de Sony renuncian a sus primas por los malos resultados

A pesar de que la devaluación del yen y las ventas de activos harán que el gigante japonés de la electrónica Sony obtenga mejores resultados que los esperados durante el último ejercicio (en Japón, el año fiscal termina el 31 de marzo), los beneficios estimados de 40.000 millones de yenes (380 millones de euros) siguen siendo insuficientes para una cuarentena de sus directivos, que han decidido renunciar a sus tradicionales primas extraordinarias de verano con el fin de ahorrar.

Los principales directivos de la empresa, con el consejero delegado Kazuo Hirai a la cabeza, no cobrarán los cerca de 1.000 millones de yenes (7,7 millones de euros) en bonus que según el diario económico Nihon Keizai Shimbun reciben tradicionalmente a principios de junio. Según una portavoz de la empresa, la decisión se toma "por las difíciles circunstancias, que han llevado a un rendimiento aletargado".

El año pasado, en el que Sony tuvo pérdidas por 4.500 millones de euros, los directivos ya renunciaron a parte de sus emolumentos. No obstante, la compañía afirma que el recorte de primas este año será "sin precedentes". El principal lastre de la compañía es su división de televisores.

Las últimas medidas del Ejecutivo nipón han permitido a la empresa mejorar sus previsiones de volumen de negocio, que han pasado de 6,6 billones de yenes (5.128 millones de euros) a 6,8 billones (5.285 millones). Los resultados definitivos se anunciarán el 9 de mayo.

Sony no ha sido el único grupo japonés en apuros que ha "castigado" a sus directivos. Los dos principales ejecutivos de Panasonic volverán a sufrir rebajas de sueldo en julio, con el fin de mostrar su compromiso con el proceso de reestructuración del grupo. En noviembre pasado, Katsuhiro Tsuga y Fumio Ōtsubo renunciaron voluntariamente a un 40% de su salario.