Tras un año sin Repsol, YPF sigue en busca de socios para Vaca Muerta

Un año después de la expropiación del 51 por ciento de las acciones de la española Repsol en YPF, la petrolera argentina continúa buscando socios para poder desarrollar sus ambiciosos planes de inversión y explotar el gigantesco yacimiento de Vaca Muerta.

El 16 de abril de 2012, la presidenta argentina, Cristina Fernández, anunció, sin previo aviso y en un mensaje transmitido a través de todas las emisoras de radio y televisión del país, la expropiación de la acciones de Repsol.

El Gobierno de Fernández declaró de interés "público nacional" el sector de los hidrocarburos y adelantó que la valoración de la compañía correría a cargo del gubernamental Tribunal de Tasación.

Un año después, Repsol sigue litigando en tribunales internacionales para que Buenos Aires pague por la expropiación y la petrolera argentina trata de restar importancia a las presiones del grupo español en su afán por buscar acuerdos con multinacionales del sector.

Bajo de la dirección de Miguel Galuccio, que tomó las riendas de la compañía argentina el pasado mayo, YPF concluyó 2012 con un beneficio neto de 3.902 millones de pesos, unos 770.000 dólares al cambio del momento, un 12,2 por ciento menos que en 2011.

La petrolera, que anunció un plan de inversiones por unos 7.000 millones de dólares anuales en promedio para el periodo 2013-2017, ha lanzado varias emisiones de bonos en pesos y ha logrado una buena aceptación en el mercado local, pero no los millonarios fondos que requiere para desarrollar su ambicioso plan de inversiones.

Su gran apuesta, el acuerdo con una multinacional como Chevron, se quedó en un memorando de entendimiento y puede llegar a peligrar por la decisión de un juez argentino de bloquear los activos de la compañía estadounidense atendiendo a una petición de la justicia de Ecuador, donde la petrolera afronta una demanda por daño ecológico.

Al memorándum con Chevron, siguió, también en diciembre, la firma de un acuerdo con Bridas, de capitales locales y chinos, para desarrollar el gigantesco yacimiento de recursos no convencionales de Vaca Muerta, en el suroeste de Argentina.

Mientras Galuccio continúa volcado en buscar socios inversores, asegura que el pasado año logró "cambiar la tendencia" y "detener el declino" de la producción de crudo, lo que deja "un piso firme para iniciar una etapa de crecimiento" en la compañía.

La producción de crudo creció un 2,2 %, frente a la caída del 7,6% en 2011, mientras que la de gas bajó un 2,3%, frente a un desplome del 10,2% en 2011.

Galuccio parece decidido a seguir adelante con el plan estratégico de la compañía, pese a controvertidas decisiones del Gobierno de Fernández, como la congelación de los precios de los combustibles dictada esta semana en un intento por frenar la inflación que, estimaciones de consultoras independientes, cifran por encima del 25 por ciento.

Este tipo de medidas pueden afectar a los proyectos de consolidación de la compañía, según el analista Mariano Peretti, de la consultora Maxinver, para quien los mayores problemas de YPF "son extrínsecos" y se deben a temas como las denuncias de Repsol en tribunales internacionales, las demandas pendientes de tenedores de bonos de deuda argentina o ciertas iniciativas gubernamentales como la referida a combustibles o las restricciones al dólar.

No obstante, a su juicio, en el último año, YPF "parece que se hubiera quedado en un status quo, ni mejoró ni empeoró tanto", por lo que el mayor reto se presenta a corto plazo en la búsqueda de inversiones.

"Si realmente puede sortear todo el problema de inversiones y conseguir fondos que le permitan desarrollar Vaca Muerta y otros proyectos, es una empresa con que tiene mucho potencial", añadió a Efe Peretti.

También Matías Carugati, de Management & Fit, comentó a Efe que el principal reto de YPF es cerrar acuerdos de inversión para lograr mantener sus planes y acelerar la explotación de Vaca Muerta.

YPF anunció el hallazgo del yacimiento de petróleo y gas no convencionales de Vaca Muerta en 2011 tras resultados exitosos en la fase de exploración.

El gigantesco yacimiento se extiende sobre una superficie total de 30.000 kilómetros cuadrados que, según estimaciones del sector, podría desarrollarse por completo en un período de diez años, con un esfuerzo inversor de 25.000 millones de dólares por año.

Por Mar Marín