Los "subasteros" buscan compradores para los pisos que la banca embargará
Los "subasteros" buscan posibles compradores para los pisos que la banca embargará, un proceso que podría verse afectado por la paralización de los desahucios puesta en marcha por el Gobierno y las propias entidades financieras, que son las que tradicionalmente se adjudican los inmuebles.
Cuando un cliente no puede hacer frente a su hipoteca y acumula tres impagos, generalmente se inicia la ejecución hipotecaria, pero antes el banco intenta buscar alternativas como la refinanciación o la quita de la deuda.
Sin embargo, la crisis económica ha hecho que en muchos casos la entidad recurra a los tribunales por el impago de una hipoteca y acabe adjudicándose el inmueble, lo que engorda aún más su cartera.
Según han explicado a Efe fuentes financieras, los bancos intentan siempre evitar este desenlace porque con él su cliente se ve obligado a abandonar su casa y la entidad se ve abocada a adjudicarse un nuevo inmueble al final del proceso judicial.
En medio de esta situación aparecen en escena los "subasteros", que utilizan los datos básicos de las viviendas que aportan los bancos al inicio del proceso judicial para buscar compradores.
Como la situación económica no mejora y la morosidad sigue creciendo, el número de viviendas embargadas aumenta y en ocasiones aparecen propiedades más interesantes, con mejores características y ubicadas en zonas con mayor demanda.
Los "subasteros", conscientes de que estas propiedades son más fáciles de vender, pretenden sacar provecho intermediando en la colocación de estos chollos a particulares.
Por eso, en cuanto los "subasteros" se hacen con los datos que el banco aporta en los juzgados acerca del inmueble, que en el plazo máximo de un año saldrá a subasta, se ponen a buscar discretamente un comprador entre los miles de interesados que buscan oportunidades en un mercado que actualmente está de capa caída.
Según ha relatado a Efe un comprador particular que ha contactado con un "subastero", éste le ha buscado una propiedad que encaje con sus preferencias y le ha dado datos básicos del inmueble como la ubicación, el tamaño o la distribución.
Así, el comprador puede hacerse una idea aproximada del inmueble que puede comprar pero que, sin embargo, no podrá ver hasta que no sea adjudicado, ya que el propietario del inmueble y quien sigue viviendo en él es el cliente que ya no puede pagar su hipoteca.
(Mas información en el servicio de EFECOM)
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