La eléctrica podrá seguir operando amparada en las leyes de EE UU

El capítulo 11 de la ley de quiebras de Estados Unidos, al que se acogió ayer la eléctrica Enron, permite a una empresa con dificultades financieras continuar funcionando mientras intenta alcanzar un arreglo con sus acreedores. Su alternativa es el capítulo 7, que prevé su liquidación inmediata.

Enron, con activos por más de 50.000 millones de dólares, es la mayor empresa estadounidense en haberse acogido a la ley de quiebras. El capítulo 11 permite al deudor continuar en posesión de sus activos, oponerse a las demandas de sus acreedores, posponer los vencimientos de sus pagos e incluso reducir unilateralmente el montante de la deuda.

Sin embargo, beneficiarse de él lleva tiempo, dinero y obliga a la empresa solicitante a informar regular y detalladamente al juez de quiebras sobre el desarrollo de las transacciones con los acreedores. Solamente la presentación de una demanda de acogimiento al capítulo 11 supera los 800.000 dólares (cerca de 150 millones de pesetas).

La empresa que demanda la protección también debe preparar su carpeta de forma puntillosa para informar mejor al juez y a los acreedores sobre su situación financiera real.

Si las transacciones se desarrollan correctamente, la empresa obtiene del juez y de los acreedores un plan de reorganización en un plazo que puede ser hasta de varios meses. Se trata de un contrato que estipula la forma en que la empresa va a reembolsar sus deudas y cuál será la fuente del reembolso.

Enron decidió depositar su petición ante un tribunal del Estado de Nueva York, cuando la mitad de las solicitudes de este tipo se realizan ante un tribunal del Estado de Delaware (este), con la reputación de ser más transigente con los deudores.