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COMPETENCIA

La UE impone la mayor multa de su historia a ocho farmacéuticas por fijar los precios de las vitaminas

El comisario de la Competencia, Mario Monti, asegura que "ésta es la serie de cárteles más perjudicial jamás investigada por la Comisión Europea"

La Comisión Europea ha multado hoy con 855,22 millones de euros (142.255 millones de pesetas) a ocho empresas farmacéuticas por participar en ocho diferentes cárteles para repartirse el mercado y fijar los precios de productos vitamínicos. Se trata de la mayor sanción económica impuesta por la UE en toda su historia.

La empresa Hoffman-La Roche, basada en Suiza, ha recibido la mayor multa, un total de 462 millones de euros (76.867 millones de pesetas), por ser la instigadora y participar en todos los cárteles, según una nota del Ejecutivo de la UE.

"Esta es la serie de cárteles más perjudicial jamás investigada por la Comisión Europea, debido a que afecta a toda una gama de vitaminas presentes en una multitud de productos", ha asegurado el comisario de la Competencia, Mario Monti.

Las empresas multadas son BASF de Alemania, con una multa de 296,16 millones; la francesa Aventis con 5,04 millones (838 millones de pesetas); la holandesa Solvay Pharmaceuticals con 9,10 millones (1.514 millones de pesetas); la alemana Merck con 9,24 millones (1.537 millones de pesetas); y las japonesas Daiichi Pharmaceutical, con 23,4 millones (3.894 millones de pesetas), Isai con 13,23 millones (2.201 millones de pesetas), y Takeda Chemicals Industries con 37,05 millones (6.164 millones de pesetas).

Todas las empresas tienen tres meses para pagar al Ejecutivo, pero pueden optar por recurrir la decisión ante el Tribunal de Justicia de Luxemburgo.

Según la Comisión, los acuerdos secretos de estas empresas perjudicaron a los mercados de los grupos vitamínicos A, E, B1, B2, B5, C, D3, biotina o vitamina H, ácido fólico o vitamina M, betacaroteno y carotínidos.

Según Monti, lo elevado de la multa se debe precisamente a que el comportamiento de estas empresas les permitió inflar los precios en unas sustancias que son elementos vitales para la nutrición y esenciales para el crecimiento normal y la vida. "La gama de productos afectados por los cárteles se utiliza en multitud de productos, desde cereales, galletas y bebidas hasta piensos, farmacéuticos y cosméticos", ha enumerado.

Otras cinco empresas, la alemana Lonza y las japonesas Kongo Chemical, Sumitomo Chemical, Sumika Fine Chemicals y Tanabe Saiyaku no han sido multadas porque los cárteles en los que participaron, los relativos a la vitamina H o al ácido fólico, terminaron al menos cinco años antes de que la Comisión empezara su investigación, en mayo de 1999, por lo que los presuntos delitos prescribieron a efectos del Reglamento de Competencia europeo.

Reparto de mercados

Según la investigación de los servicios de Competencia de la Comisión, los participantes en cada uno de los cárteles fijaron precios para los productos, asignaron cuotas de ventas, anunciaron sus precios en función de acuerdos y crearon un dispositivo para supervisar que se cumplían los acuerdos, incluyendo un mecanismo de compensación para ajustar las ventas reales a las cuotas asignadas. Todas estas actividades se produjeron entre 1989 y 1999.

Bruselas considera que la principal instigadora y beneficiaria de este comportamiento ilegal fue Hoffmann-La Roche, el mayor productor de vitaminas del mundo, con una cuota del 50% del mercado mundial. Los ocho cárteles cubrían el total de sus productos vitamínicos y la implicación de algunos altos ejecutivos en los acuerdos hace pensar en un plan estratégico concebido al máximo nivel para controlar el mercado mundial.

Los productos afectados por el cártel tienen un valor de mercado en el espacio económico europeo de 800 millones de euros, con precios de 1998. Los ingresos europeos de vitamina C cayeron desde 250 millones de euros en el último año del cártel (1995) hasta menos de la mitad, 120 millones de euros, en 1998.

Reducción en las multas

Para calcular las multas, la Comisión ha tenido en cuenta que las infracciones fueron muy graves y, en la mayoría de los casos, de larga duración. Sin embargo, todas las empresas han conseguido alguna reducción en sus multas, por cooperar con la Comisión.

Así, Hoffmann-La Roche y BASF han cooperado con la investigación de todos los cárteles desde una fase temprana, con lo que sus multas se han reducido un 50%. Aventis ha obtenido inmunidad completa respecto a su participación en los cárteles de vitaminas A y E, porque facilitó pruebas decisivas y fue la primera en cooperar. De hecho, si no lo hubiese hecho su multa hubiese alcanzado los 113 millones euros.

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