Un 'crooner' con cobla
En Solsona hace frío. Del que pela. Es una ciudad de la Cataluña central que Josep Pla definió como "una ciudad levítica; la mitra juega un gran papel. Como en todas las ciudades de esta clase, la tranquilidad es profunda, la paz es suave, los silencios líquidos". Entre sus piedras antiguas el tiempo discurre. Sin más. Hace 36 años nació allí Roger Mas, un músico de fuste clásico, voz carnosa y dúctil, manos finas y largas de pantocrátor y una curiosidad oceánica. Con ello está trabando el armazón de una carrera impecable sustanciada en siete elepés. Le encontramos en el teatro Comarcal de su ciudad grabando el octavo. En tres conciertos tendrá listo el material de un disco en directo. Une dos de sus pasiones, que precisa: "Hacer de crooner con el apoyo de una cobla". ¿Una cobla?
El artista se siente "músico entre los escritores y escritor entre los músicos"
La cobla es la agrupación instrumental que, con predominio de vientos, interpreta la sardana. Para Roger Mas, la cobla y la sardana son el ADN de sus recuerdos: "Cuando escucho la tenora pienso que hace buen tiempo, que hay sol... incluso siento el olor de pólvora de las calles de Solsona por la Fiesta Mayor", asegura en la biografía La pell i l'os, escrita por su conciudadano Francesc Bombí-Vilaseca. Fue el abuelo de Mas, músico de orquesta de baile, quien a los cinco años le puso un clarinete en los labios -ya había vendido su tenora-, instigando una vocación que hoy dará frutos ante sus conciudadanos en un concierto junto a la cobla Sant Jordi de Barcelona. Con esta formación, once músicos de formación casi clásica y con tres de los miembros de su banda -batería, piano y contrabajo-, Roger interpretará piezas del propio repertorio más unas cuantas versiones. Todo ello llevado a partitura de cobla por Xavier Guitó, músico con aspecto de trol bajito y mano de hada para los arreglos. Solsona, una cobla y un cantautor.
Cantautor. Fue Roger Mas quien en una ocasión definió con precisión el significado de este término ambiguo que los convierten en songwriter -compositor de canciones-. Roger dice que él no sabe lo que es un cantautor, pero que se siente "músico entre escritores y escritor entre los músicos". Esa pulsión le ha llevado a musicar poemas de Jacint Verdaguer, "ese poeta de gran sensibilidad y belleza que nos ha llegado envuelto por la niebla de la patria y la religión", precisa Roger. En uno de sus discos más excelsos, Les cançons tel·lúriques, Mas musicó e interpretó delicadísimos poemas de Verdaguer extraídos de Al cel, su obra póstuma. Eso sí, Mas, persona espiritual, que no adoradora pese a cantar a la virgen de Solsona, extirpó toda referencia al cielo, la Virgen, Dios y demás misticismos religiosos propios de un cura místico. Y Verdaguer, el cura poeta, es sin paraíso un poeta civil que celebra la vida.
Este es Roger Mas, un artista abierto a cualquier propuesta que le amplíe horizontes. Volvemos al camerino del teatro Comarcal y visto el repertorio, 20 temas de los cuales casi la mitad son versiones, se impone preguntar al respecto. "¿La mitad son versiones?", se sorprende el mismo Mas: "Bueno, no lo había pensado, pero es que deseaba dos cosas; cantar con cobla y hacer versiones, ser como un crooner con cobla". Un crooner con cobla. Una idea muy de pueblo. Sólo los de pueblo sin mentalidad pueblerina piensan atinadamente que sus raíces son a la postre tan homologables como las de las praderas del Medio Oeste con su "americana". Sólo los que sienten orgullo local sin por ello mirar por encima del hombro a los demás pueden enriquecer sus raíces. Sólo algunos atrevidos como Roger Mas toman la sardana como base de música no destinada a la plaza dominical.
Porque la sardana atesora para Mas el encanto ambivalente de "lo civilizado y lo silvestre, lo pulido y lo agreste", aportando la doble cara "propia de disponer de un sonido a la vez atávico y primitivo junto a un tono muy elaborado. Además tiene épica", afirma antes de vestirse para actuar. Traje negro, camisa de rayas en tonos oscuros y sus inseparables espardenyes, una suerte de alpargata tradicional. Por delante aguardan dos horas de concierto en el que se entremezclarán de forma pasmosamente natural canciones propias como las excelentes Caminant, L'home i l'elefant, El dolor de la bellesa o Michela junto a otras populares como Muixaranga, una canción tradicional de Algemesí con la que Mas homenajea a la comunidad lingüística catalana de Valencia, Islas Baleares, Occitania y Cataluña -"para evitar suspicacias la letra será una fórmula matemática", dice sonriendo-, o ese homenaje a "los primos cercanos" que el cantautor teje con Negra sombra, texto de Rosalía de Castro; Haika mutil, canción tradicional vasca popularizada por Mikel Laboa; Amore chi vieni, amore chi vai, de Fabrizio de André; L'aigle noir, de Bárbara, aquí más conocida por la versión de María del Mar Bonet; Canta, María, del brasileño Ari Barroso y... La bien pagá. En cobla. Cantando en gallego, euskera, italiano, francés y castellano. En Solsona. Donde hace un frío que pela. Allí se hizo Roger Mas i la cobla Sant Jordi, disco que se publicará en marzo, cuando en Solsona ya no haga tanto frío.
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