Cita contra una sentencia

El próximo martes se cumplen tres años de la desaparición de Marta del Castillo y la familia ha elegido ese día para la marcha convocada en contra de la sentencia que condena a Miguel Carcaño a 20 años de cárcel por el asesinato de la joven y absuelve a los otros tres adultos imputados en el caso.

La Plataforma Marta del Castillo anunció ayer que la delegación del Gobierno ya ha autorizado la manifestación, que partirá a las 18.00 de la Plaza Nueva (frente a la fachada del Ayuntamiento) y discurrirá por la avenida de la Constitución hasta llegar a la Audiencia Provincial de Sevilla, cuya Sección Séptima dictó la pasada semana la sentencia que ha encendido los ánimos de la familia de la joven. Junto a la sede del edificio judicial pronunciarán unas palabras los padres de la víctima, Antonio del Castillo y Eva Casanueva, y la portavoz de la plataforma creada para apoyar su causa, María Antonia López.

La manifestación, según la familia, se ha convocado "en repulsa" por la sentencia que se hizo pública la semana pasada. Desde que se conoció la condena a 20 años para Carcaño y, sobre todo, la absolución de los otros tres acusados (Javier Delgado, hermano del condenado; su novia, María García; y, Samuel Benítez, un amigo del agresor), la familia de Marta ha criticado con dureza al tribunal, al que han llegado a acusar de haberse plegado a "presiones políticas" para absolver a María García porque su madre tiene un cargo de responsabilidad en la Diputación de Sevilla.

Los padres de la joven, que ejercen la acusación particular en la causa judicial, ya han anunciado que recurrirán la sentencia. Para sufragar el recurso, la familia ha abierto una cuenta bancaria en la que esperan recibir aportaciones de ciudadanos que apoyen su caso. La fiscalía, que había pedido 52 años de cárcel para Carcaño por asesinato y violación y entre cinco y ocho años para los otros tres acusados, no ha anunciado todavía si recurrirá. Tampoco lo ha hecho la abogada de Carcaño, Paloma Pérez Sandino, que se reunió ayer con su defendido en la cárcel de Morón (Sevilla) para estudiar la sentencia. La letrada consideró en el juicio que los hechos son constitutivos de un delito de homicidio imprudente.