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La Administración de Obama avala el plan de recortes de Rajoy, dice el PP

El futuro presidente prepara su estrategia para distanciarse de Italia y de Monti

Se acabaron los previos, y empieza el juego de verdad. Mariano Rajoy arrancó anoche su primera prueba de fuego internacional con un encuentro con el secretario del Tesoro de EE UU, Timothy Geithner, quien se desplazó a Marsella para ver al futuro presidente español en un hotel. Y al menos en apariencia no pudo ir mejor. Además de trasladarle la felicitación de Barack Obama por su victoria electoral, Geithner, según fuentes de la delegación del PP presentes en la reunión, escuchó de labios de Rajoy sus planes de recortes y reformas, en especial la laboral y la del sistema financiero, y le dijo: "Estoy de acuerdo con su análisis y sus líneas de actuación, eso es lo que hay que hacer". Con Rajoy estaban su jefe de Gabinete, Jorge Moragas, y el secretario de Economía del PP, Álvaro Nadal.

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Geithner vio a Rajoy en el marco de una gira que comenzó en Alemania y hoy concluirá en Italia tras pasar por París, donde ayer por la mañana fue recibido por el presidente Nicolas Sarkozy. EE UU está muy preocupado porque la crisis de la eurozona afecte al crecimiento de la economía mundial, lo que ya está sucediendo, y quiere saber en qué medida deberá implicarse el Fondo Monetario Internacional (FMI) en el rescate de los países europeos con más problemas. Pese al buen tono de Geithner, la política de Obama es la opuesta a los recortes europeos. Además, defiende una reforma fiscal para subir impuestos a los ricos que Rajoy ni se plantea.

Asunto central de la reunión, y del viaje de Rajoy a Marsella, fue la situación de los bancos españoles. Geithner le explicó su experiencia -EE UU inyectó millones de dólares en sus bancos- y errores y aciertos. No hablaron en concreto del llamado banco malo, según las mismas fuentes. En el PP hay mucha discusión sobre esta iniciativa que, según el Wall Street Journal, costaría hasta 100.000 millones de euros, un 10% del PIB español, en dinero público para cubrir los activos tóxicos inmobiliarios de la banca.

A Rajoy no le gusta nada la idea, y la ha rechazado en campaña electoral. Él apuesta por más fusiones para intentar mejorar la situación de los bancos. Aún así, todo está abierto. Y esta es una de las mayores preocupaciones de Rajoy, según coinciden varios dirigentes. El futuro presidente se ha visto o ha hablado ya con casi todos los banqueros y está muy inquieto. Para eso también necesita el apoyo del BCE, que sigue ayudando a los bancos con la liquidez que necesitan. Y por eso busca la ayuda de Angela Merkel.

El líder del PP aún no gobierna, y no será él sino José Luis Rodríguez Zapatero quien acuda mañana a representar a España en la cumbre clave de la UE. Sin embargo, ya actúa como un presidente y así lo está haciendo en Marsella, donde la cumbre del PPE le ha servido como excusa perfecta para presentar sus compromisos de recortes para bajar el déficit al 4,4% en 2012.

Rajoy ha llegado a Marsella con un mensaje claro: quiere exhibir que tiene una mayoría absoluta, representa a un miembro fiable del PPE y convencer a todos de que está completamente comprometido con las políticas de austeridad y recortes del déficit. Para reforzar esa idea, aparte de insistir en todas las reuniones bilaterales que ha preparado, es clave buscar aliados y preparar estrategias.

El líder del PP tiene una muy clara, que han desplegado estos días Moragas y Nadal en sus visitas a París y Berlín. Rajoy quiere separar cuanto antes a España de Italia. Quiere insistir en que nada tienen que ver no solo los datos -los italianos tienen una deuda pública del 120%-, sino sobre todo la situación política. Mientras Mario Monti ha hecho un Gobierno de tecnócratas sin mayoría parlamentaria clara y a expensas de los votos de Berlusconi -que hoy estará en Marsella-, el líder del PP exhibe sus 185 diputados como un mandato claro, lo que, sumado a la debilidad de la oposición española, con el PSOE en plena crisis, le da mucha fuerza.

Ante Merkel y Sarkozy, Rajoy exhibirá esa fortaleza política para reclamar que le crean cuando dice que va a hacer los recortes necesarios. El entorno de Rajoy dedicado a estas cuestiones europeas, que se ha desplazado en pleno a Marsella, incluidos Moragas, Nadal, José Manuel García Margallo y Miguel Arias Cañete, que suena en las quinielas como responsable de Exteriores, está concentrado en separar a España de Italia y en tratar de ofrecer la imagen de España como el socio serio y fiable del sur de Europa. Pero también en buscar complicidades sobre todo con Merkel, la que más puede perjudicar o ayudar a España, según coinciden varios dirigentes. Ese era el sentido de la visita de Moragas y Nadal a Berlín y de la cita de hoy con Merkel.

Con Francia, Rajoy también intenta estrechar lazos, y de hecho Sarkozy ya tiene hace tiempo mucha relación con el PP. Sobre todo para intentar trenzar alianzas para suavizar algunas posiciones de Merkel, en especial su rechazo a los eurobonos, en los que Rajoy sigue creyendo aunque no cree que se logren a corto plazo. Sin embargo, a la hora de las estrategias, los dirigentes parecen decantarse más por un acercamiento a Alemania, no solo porque es el socio más poderoso, sino sobre todo porque es el más fiable: si se alcanzan acuerdos con Merkel, ella los cumplirá, creen en el PP, donde no se fían tanto de Francia.

Mariano Rajoy y Timothy Geithner, durante la reunión que mantuvieron en Marsella.
Mariano Rajoy y Timothy Geithner, durante la reunión que mantuvieron en Marsella.DIEGO CRESPO (PP)

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