Bojan y la madurez

Bojan lleva tres meses y medio en Roma. Le han retirado dos veces el carné de conducir y el domingo fue expulsado por primera vez. Hizo de portero tras un disparo de un jugador de la Fiorentina. Roja, penalti y expulsión. Dejó al equipo con ocho y los de Luis Enrique cayeron derrotados por 3-0. Antes de enfilar el túnel de vestuarios, fuera de sí, Bojan tiró la camiseta al suelo. Un gesto que no sentó bien a los aficionados giallorossi. Si hay una ciudad y un equipo con apego a la camiseta, eso es el Roma. Tres días después de aquello, el joven delantero español ha escrito una carta al director del diario La Repubblica para pedir disculpas. Y también para pedir tiempo para poder equivocarse. "Este deporte me da mucho: dinero y gloria. Para los hinchas soy un ídolo, pero el fútbol no regala madurez ni sabiduría", resume Bojan en el texto.

En los diarios italianos, el día después del partido, hay un espacio dedicado a las notas. Van de uno a diez. Siguen un par de líneas sobre la actuación de cada jugador. La Repubblica le puso un 4,5. "Un paradón que le costará el duelo contra la Juve. Ni en el patio del colegio", se leía. Luis Enrique se marchó de Florencia con tres expulsados (además de Bojan, Juan y Gago) y con la sexta derrota de la temporada. El equipo marcha el octavo en la tabla a 12 puntos del líder, el Juventus.

Io, Bojan, chiedo il tempo di sbagliare, se titula la carta. Viene a ser algo así como "Yo, Bojan, pido poder equivocarme". El delantero, de 21 años, reflexiona sobre su momento, sus gestos y en general sobre su vida de veinteañero rico y famoso. "He sido traicionado por el instinto. No quería encajar el tercer gol. Me equivoqué tirando la camiseta. Cometí un error, una bojanada y he pedido disculpas", escribe. Y prosigue: "También pido la posibilidad de equivocarme sin por eso ser tratado como un niño confuso. Tengo 21 años y el hecho de ser futbolista, de ganar dinero y ser famoso, afortunada o desafortunadamente, no me ha hecho ser automáticamente adulto y responsable. Soy un chaval con suerte, pero igual que mis coetáneos quiero tener tiempo para crecer".

Pide también Bojan que no se le compare con Leo Messi. "Si Messi es el parámetro de medida, ningún chico de 20 años podría jugar al fútbol", concluye el delantero.