Hay que movilizar a los propios

"CIS: empate PP-PSOE en intención directa de voto de 25% y sin embargo dan 17 puntos [de ventaja] al PP. La cocina del CIS huele a tostada". Con este mensaje corto lanzado en Twitter, el vicesecretario de Comunicación del PP nacional y cabeza de lista por Valencia, Esteban González Pons, intentó el viernes frenar la tentación de sus votantes de quedarse en casa el próximo 20 de noviembre. Y es que el anuncio de una victoria sin bajar del autobús, tal y como pronostican la mayoría de sondeos electorales, se ha convertido en la principal amenaza de un PP que ha diseñado una campaña basada en la moderación -a costa de la indefinición de sus propuestas- y en el aumento del paro y la crisis económica.

Bonig dejó en La Vall d'Uixó un total de 1.011 facturas pendientes de pago

El PP valenciano tiene poco que perder en esta campaña y puede, incluso, hacerse con un diputado de los que pierda el PSPV-PSOE en Alicante. Tanto que el cartel popular en esta provincia ha rechazado un cara a cara con la ministra socialista Leire Pajín y ha diseñado una campaña basada en actos sectoriales y actos de pequeño formato con militantes. El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, que no es candidato, tendrá un papel activo en la campaña por dos razones. Primero para aumentar su popularidad entre los valencianos que no lo eligieron como jefe del Consell. Y en segundo lugar, para amortiguar el malestar social generado en un sinfín de colectivos por los impagos de la Generalitat.

El responsable del PP regional ha solicitado a su organización 1,5 millones de votos en estas elecciones generales y ello obliga a mantener la tensión en el partido, que ha cubierto los huecos de González Pons y Trillo en la precampaña -el primero tiene obligaciones en Génova y el segundo vive en Madrid- básicamente con el secretario general, Antonio Clemente, en Valencia y la diputada Macarena Montesinos en Alicante. En Castellón, el ex consejero Manuel Cervera, ha asumido la responsabilidad de abrir la horquilla con el PSPV-PSOE en una circunscripción en la que no hay nada en juego.

Los socialistas, por su parte, han puesto el objetivo en quienes les votaron hasta las pasadas elecciones municipales y autonómicas. El PSPV-PSOE necesita sacar a las urnas a cuantos desencantados pueda. Con esa intención, la precampaña se ha centrado en la militancia socialista, falta de moral y de argumentos para hacer frente al tsunami popular.

Sin embargo, el distinto perfil de los cabezas de lista por Valencia, Inmaculada Rodríguez-Piñero, y Alicante, la ministra de Sanidad, Leire Pajín, han obligado a diseñar campañas distintas. En Alicante, Pajín se rodeará durante la campaña de pesos pesados como el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, José Blanco, Miguel Sebastián, Cristina Garméndia y Marcelino Iglesias. En Valencia, Rodríguez-Piñero tendrá su mitin central este domingo con Felipe González y Alfredo Pérez Rubalcaba y estudia la posibilidad de contar con el apoyo de ilustres socialistas como Javier Solana o José María Maravall.

Compromís se jugará el éxito en Valencia, por lo que ha diseñado una campaña basada en el recuerdo de voto de las municipales y autonómicas, con un uso intensivo de las redes sociales y un gran protagonismo de Joan Ribó, Mónica Oltra y Enric Morera. La marca incorporada a Comparomís, Equo, no restará y confían en que sume algunos votos.

Es una estrategia similar a la utilizada por Esquerra Unida, que acentuará sus coincidencias con el movimiento del 15-M y que cuenta con que el arrastre del girasol de Els Verds. Si en Valencia los sondeos apuntan que los dos diputados que puede perder el PSOE se los repartirán Compromís y EU, el reto para la formación de Cayo Lara está en Alicante, donde si consigue sacar 8.000 votos más que en las municipales podría arrebatar un escaño a los socialistas.

Del total de los 58 Ayuntamientos valencianos que hasta el 25 de octubre se habían acogido a la línea del Instituto de Crédito Oficial (ICO) para saldar deudas con proveedores, seis corresponden a provincia de Alicante, con un importe de 19,1 millones. Estos seis Consistorios han aportado un total de 2.845 facturas. El caso más relevante es el del Ayuntamiento de la capital, que ha logrado un préstamo de 13,8 y millones para liquidar 353 facturas. En esta provincia también destaca el Ayuntamiento de Dénia, presidido por la popular Ana Kringe, que ha presentado un total de 1.742 facturas pendientes de pago.

Los Ayuntamientos de la provincia de Valencia han sido los que más han recurrido al crédito del ICO, en total 43 Consistorios. Sin incluir la petición del Ayuntamiento de la capital, el volumen global del crédito concedido ha sido 11,1 millones de euros. Estos Ayuntamientos tenían en conjunto 2.845 facturas pendientes de pago. En esta provincia destaca el caso del Consistorio de Catarroja, con 391 recibos atrasados o Pedralba con otras 158 facturas.

Por último, en la provincia de Castellón han sido 9 Ayuntamientos los que hasta ahora han acudido al crédito del ICO para aliviar su falta de liquidez. En total el ente ha autorizado préstamos por un importe de 2,7 millones de euros. Y en global estos nueve municipios aportaron un total de 1.779 facturas pendientes de pago. En esta provincia también destaca el caso del Ayuntamiento de La Vall d'Uixò, hasta hace escasos meses presidido por Isabel Bonig, actual consejera de Infraestructuras. La nueva consejera dejó el cargo con el cajón del Ayuntamiento repleto de facturas impagadas, en total de 1.011.

La asfixia de las arcas públicas es un problema que atenaza a la globalidad de las Administraciones públicas. Los Gobiernos regionales no son una excepción, sino que están a la cabeza. Un ejemplo paradigmático es el Consell. El Ejecutivo, liderado por el popular Alberto Fabra, siente sobre su cogote el aliento de los proveedores que, día tras día, se sublevan por los impagos de facturas pendientes. El último colectivo en rebelarse ha sido de los farmacéuticos.

Inmaculada Rodríguez-Piñero, cabeza de lista del PSPV-PSOE al Congreso de los Diputados por Valencia, ha asegurado que los socialistas han incluido en su programa electoral trasladar esta línea de préstamos del ICO a las haciendas locales también a los Gobiernos de las comunidades autónomas. "El objetivo es que los proveedores cobren sus facturas pendientes. Hasta ahora había un acuerdo para adelantarles el IVA, pero es evidente que lo que necesitan es cobrar toda la factura", explicó Rodríguez-Piñero. La candidata socialista indicó que la prioridad de los préstamos dirigidos a los Ejecutivos regionales para pagos atrasados "será liquidar la factura sanitaria".