El tranvía 28 y otras formas de disfrutar
10 propuestas para los puentes del otoño por las calles de Lisboa, Cascais y Estoril
El fado portugués aspira a ser declarado en noviembre patrimonio inmaterial de la humanidad por la Unesco, como su predecesor en la candidatura del año pasado, el flamenco. Su esencia se puede capturar en Lisboa en numerosos locales donde reina la penumbra y la emoción (la web www.visitlisboa.com dedica una sección al fado con rutas y direcciones de locales). Esta forma de expresión musical, profunda y delicada, es parte del alma de la ciudad, y se complementa con su animada vida nocturna y cultural, con citas como la bienal Experimenta Design (hasta el 27 de noviembre).
01 Jugando con el tiempo
Uno de los placeres más gratos que ofrece Lisboa es el de perderse por las empinadas travessas (callejuelas) de Alfama como Paul, el protagonista de En la ciudad blanca (1982), de Alain Tanner, un marinero varado interpretado por Bruno Ganz. En la película, Ganz frecuenta el British Bar (Rua Bernardino da Costa, 52, cerca de la estación Cais do Sodré), donde hay un reloj de punteros que giran al revés, como si el tiempo pudiera dar marcha atrás. Un símbolo lisboeta que también filmó Wim Wenders en El estado de las cosas (1982), donde mostraba a un equipo de rodaje perdido en las calles de la capital.
02 Hotel acantilado
Un brillante proyecto del estudio de arquitectos portugueses AiresMateus (www.airesmateus.com) transformó el fuerte de Santa Marta, en Cascais (Portugal), en el Museo del Faro, de temática marinera. Merece una visita, y uno puede alojarse casi puerta con puerta en el Farol Design Hotel. El estudio de arquitectos portugueses CM Días (www.cmdias.pt) transformó una antigua residencia veraniega de Cascais en un edificio de volúmenes rojos y blancos sobre un acantilado, con habitaciones desde las que se pueden ver las olas rompiendo a escasos metros de la fachada. Sus interiores llevan la firma de diseñadores como Ana Salazar, Fátima Lopes o Paulo Matos, basados en mobiliario modular en rojo y negro para las zonas comunes y una gama más suave de colores en las habitaciones.
» Farol Design Hotels (www.farol.com.pt)
03 De libros y libretas
Uno de los espacios culturales más activos de Lisboa es la Fábrica Braço de Prata, una antigua factoría de material de guerra de 1908 convertida en librería y centro cultural con 12 salas ?bautizadas con nombres como Rilke, Visconti, Kafka, Walt Whitman? y 3 talleres donde se puede comer rodeado de libros, escuchar música o ver exposiciones. Hasta el 27 de noviembre acoge la muestra Tangencias, dentro del marco de la bienal Experimenta Design 2011. En el libro La noche del oráculo, de Paul Auster, el protagonista sufre un accidente y decide dedicarse a la escritura. Para ello se compra un cuaderno azul en una modesta tienda: la Papelaria do Calhariz, más conocida como O Palácio do Papel (Largo de Calhariz, 17, pasando el elevador de Bica). En ella se puede encontrar un amplio surtido de cuadernos y libretas.
04 Tres símbolos lisboetas
Un icono del paisaje de Lisboa es el elevador de Santa Justa, que une los barrios de la Baixa y el Chiado. Fue construido en 1902 por el ingeniero francés Raoul Mesnier de Ponsard, un discípulo de Eiffel que también diseñó los funiculares de Lavra, Glória y Bica. Aparece en películas como La piel suave (1964), de François Truffaut. Otro dos símbolos lisboetas: el histórico tranvía 28, que serpentea pintado de amarillo por las cuestas de Alfama, y la Cervejaría da Trindade, la más antigua de Lisboa, con sus azulejos masónicos.
05 Miles de azulejos
Antes de emprender la escalada hasta el mirador de Santa Lucía que corona Alfama, con azulejos azules y hermosas vistas al Tajo, se puede hacer una parada para tomar bacalao o un chupito de ginginha (licor de guindas) en A Baiuca (Rua de São Miguel, 20), No lejos de allí, en un edificio del siglo XV, se encuentra el hotel Palácio Belmonte, que cuenta con una colección de 30.000 azulejos y varias obras de arte contemporáneo. Sirvió como escenario de las películas Lisbon story, de Wim Wenders, y Sostiene Pereira, de Roberto Faenza, basado en la novela de Antonio Tabucchi.
06 Un día para correr
Los aficionados a las carreras populares tienen una cita con sus zapatillas el 4 de diciembre en el Maratón de Lisboa. La carrera parte a las 9.00 del estadio Primeiro de Maio, para continuar a lo largo de 42 kilómetros en un recorrido que sigue el curso del río, eludiendo las cuestas de Alfama y el Barrio Alto. En paralelo se celebran el Medio Maratón, de 21 kilómetros, y el Mini Maratón, una prueba abierta a la participación popular de solo seis kilómetros.
07 Feria de arte
Del 23 al 27 de noviembre, Lisboa acogerá la feria de arte contemporáneo Arte Lisboa 2011, que regresa al Pavillón 4 del Parque das Nações, junto al Tajo, y en la que participan 70 galerías internacionales. Del 24 al 27 de noviembre abre para todo el público. Y del 20 al 30 de octubre, el festival de documentales DocLisboa.
08 Los santos del diseño
El Jardim de Santos se encuentra en una antigua zona industrial donde hoy proliferan las tiendas de interiorismo, diseño y moda que se han unido bajo la marca Santos Design District SDD. También hay varios teatros, museos y salas de exposiciones con una activa vida cultural. » www.santosdesigndistrict.com
09 Mirando a Oriente
La presencia portuguesa en Asia se ve reflejada en las piezas que exhibe el museo de Oriente, inaugurado en 2008. Al borde del Tajo, de camino hacia Belém, ocupa el edificio de una antigua conservera, reconvertida en museo por el arquitecto Carrillo da Graça. Además de la exposición permanente, acoge exposiciones temáticas montadas con los fondos de la colección y talleres de temática oriental, como los de batik, kanzashi (arreglos florales), cocina tailandesa, decoración feng shui...
10 Arte español
A partir del 12 de noviembre y hasta el 15 de abril de 2012 se podrá ver en el museo nacional de Arte Antiga de Lisboa la exposición Cuerpos de dolor. A imagem do sagrado na escultura española (1500-1750). La muestra, organizada en colaboración con el Museo Colegio San Gregorio de Valladolid (que en contrapartida acoge estos días la exposición Primitivos portugueses; y a partir del 2 de noviembre, en el museo de Bellas Artes de Valencia), abarca dos siglos de escultura religiosa, con obras de Berruguete, Juan de Juni, Gregorio Fernández, Pedro de Mena y Salzillo.
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