El FIT apuesta por la mujer
El Festival Iberoamericano de Teatro de Cádiz ensalza la creación femenina
Lo primero es una diosa de la muerte que ejerce de musa. Perséfone es maestra de ceremonias del espectáculo de Els Comediants que abre una nueva edición del Festival Iberoamericano de Teatro de Cádiz (FIT). Tras superar el cuarto de siglo, el certamen se reivindica a sí mismo como una imprescindible plataforma de exhibición del talento escénico. Mira a los terrenos poco abarcados de la mujer creativa y rastrea en los talentos más jóvenes para garantizar el futuro de esta cita, que arrancará mañana martes y se extenderá hasta el próximo 29 de octubre.
Hay aire de víspera en la edición de este año, que aguarda un 2012 muy especial cuando Cádiz, además de albergar las actividades con motivo del bicentenario de la Constitución de 1812, también será capital iberoamericana de la cultura, lo que hará del FIT una de las actividades estrella. Pero sus organizadores no han querido que 2011 sea solo un aperitivo de lo que vendrá y refuerza la presencia internacional y los diferentes géneros. Este año habrá 32 compañías de 11 países: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, España, Guatemala, México, Portugal y Uruguay. El país invitado es Chile. "Traen siete espectáculos. Están muy comprometidos con la realidad, con gente muy joven, que va a llegar a mucha gente", explica el director, José Bablé.
El país invitado de la muestra es Chile, representado por siete espectáculos
La juventud es una apuesta de este año, por la edad de los invitados y por la novedad de los lenguajes utilizados. "Hay mucha investigación", subraya Bablé. Por eso se han seleccionado obras como la argentina El viento es un violín, minimalismo sobre mujeres que buscan un hijo o la mexicana Las meninas, una reconstrucción de la obra de Velázquez. Se combina con la experiencia de compañías consagradas como La Zaranda, que traerá al FIT Nadie quiere creer.
La otra gran apuesta es el protagonismo de las mujeres. Las dos grandes homenajeadas de esta cita son dos artistas consagradas. Nuria Espert ha recogido ya el premio Atahualpa del Cioppo, para reconocer su trayectoria profesional; y María Dolores Pradera, es la destinataria de un tributo general del certamen para agradecerle su brillante carrera. Y también hay obras donde las mujeres son asunto central. Corpos, migraciones en la oscuridad, coproducción argentina, española y mexicana, aborda la trata de blancas con un recorrido de habitaciones diseñadas para invadir los sentidos del visitante. Las poderosas, de Guatemala, sigue a supervivientes de la violencia doméstica. Y La Duarte, de la Fundación Julio Bocca de Argentina, que supondrá la despedida de los escenarios de la bailarina Eleanora Cassano.
Y, como siempre, el festival busca expandirse por toda la ciudad de Cádiz más allá de las tradicionales tablas del principal escenario gaditano, el Gran Teatro Falla. Muchos espectáculos serán en la calle: en la plaza de San Antonio, en la calle Ancha, frente a la iglesia del Carmen, en la plaza de las Flores, en el parque de unos antiguos cuarteles o en el mercado central. También hay exposiciones, encuentros, foros de creadores y publicaciones. Entre las muestras sobresalen Después del diseño, sobre arquitectura teatral, u Oryuyndo soy, basado en poemas de Carlos Edumndo de Ory.
En medio de enormes dificultades económicas, el certamen ha podido mantener un presupuesto de 715.000 euros con aportaciones del Ministerio de Cultura, la Junta de Andalucía o el Ayuntamiento de Cádiz. El director del festival cree que el teatro debe sobrevivir a la crisis porque "siempre ha sido paraguas ante las calamidades humanas".

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