La finlandesa asesinada en Mijas se negó a transportar cocaína de vuelta a su país
La joven denunció a la Guardia Civil amenazas de sus supuestos homicidas
Jenna Lepomäki, de 19 años, se negó a transportar cocaína desde la Costa del Sol, adonde había viajado en junio a pasar unos días de vacaciones, hasta Finlandia, su país de origen. La joven denunció a la Guardia Civil que los dos amigos y compatriotas que le habían invitado a venir a España y le habían pagado el viaje, le habían amenazado y agredido para obligarle a llevar la droga en su vuelo de vuelta. El cadáver de la joven finlandesa, quemado, mutilado y envuelto en un saco de dormir azul, fue hallado el pasado jueves en las inmediaciones del chalé de Mijas donde había pasado las vacaciones.
Los dos amigos de la joven y la madre de uno de ellos, propietaria del chalé, en el diseminado de Los Espartales, han sido detenidos en Finlandia. La pareja de la madre, que ocupaba la residencia donde fue hallado el cadáver, fue arrestado como supuesto encubridor del crimen, según informó ayer el Cuerpo Nacional de Policía.
La víctima llegó a Málaga en un vuelo desde el aeropuerto de Tampere el pasado 20 de junio. El día 29 de ese mismo mes, su familia denunció su desaparición. La joven no había regresado a Finlandia tras sus vacaciones y sus parientes no eran capaces de localizarla. La última noticia que los allegados de la joven tuvieron sobre ella fue un mensaje SMS el pasado 27 de junio.
Las investigaciones se enfocaron desde un primer momento hacia los amigos de la víctima. Jenna Lepomäki había acudido durante su estancia en España a un cuartel de la Guardia Civil a denunciar que sus dos compatriotas la habían amenazado y agredido después de que se negara a transportar cocaína a Finlandia sin levantar sospechas por su aspecto de turista.
Los supuestos homicidas huyeron a Finlandia, previo paso por Irlanda, tras cometer el crimen. Mientras, la policía del país nórdico centraba las investigaciones en ellos y en su posible implicación en redes de tráfico de estupefacientes. El pasado 6 de octubre, agentes del Cuerpo Nacional de Policía registraban el chalet de Mijas propiedad de la madre de uno de los supuestos homicidas.
En los aledaños de la vivienda, semienterrado entre la hojarasca, hallaron el cuerpo casi momificado de la joven envuelto en un saco de dormir azul. Al cadáver le faltaban parte de las piernas y un brazo. Parte de esta extremidad superior fue hallada en el interior de un bidón que utilizaban los obreros que reformaban la piscina de la finca. Los investigadores están pendientes de que las pruebas de ADN confirmen con certeza que los restos hallados pertenecen a la joven finlandesa.
El hombre detenido en España, supuesto encubridor del asesinato, pasó a disposición del Juzgado de Instrucción de Fuengirola, mientras que los dos hijos menores de edad que convivían con él en el chalé fueron trasladados a un centro de la Junta de Andalucía para su protección.
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