George Price, arquitecto de la independencia de Belice
Tenaz y dialogante, fue alcalde y primer ministro de su país
Con un carnaval septembrino y a ritmo de jazz, Belice, una nación centroamericana fronteriza con Guatemala y México, festejó su independencia el 21 de septiembre de 1981. Irónicamente, uno de sus protagonistas, George Cadle Price, beliceño reconocido como el padre de la patria, murió en la víspera del 30º aniversario de la fiesta nacional de su país. Tenía 92 años.
Los periodistas que le conocieron aseguran que no era populista, ni un gran orador ni particularmente encantador. Pero era tenaz. Arquitecto de un proceso de independencia que duró más de 40 años, Price nació en Ciudad de Belice en 1919. Primero de 10 hijos de una familia acaudalada, era un católico devoto y estudió sacerdocio en seminarios de EE UU y Guatemala antes de decidir, a los 25 años, entrar en política. Se convirtió en concejal en 1947, en una época de creciente nacionalismo.
La independencia se retrasó porque Guatemala exigía una salida al Caribe
Es difícil describir ideológicamente a Price. Se definía como democristiano pese a que su partido, el Partido de la Gente Unida (PUP, en inglés), tenía militantes muy identificados con la izquierda. Sus oponentes le tildaron de "comunista", algo que él mismo se ocupó de negar: "No soy amigo de los comunistas, pero hay que dialogar con ellos". No se casó, no tuvo hijos y tenía una vida austera. Nunca dejó de vivir en un piso de una habitación ni de conducir un viejo Land Rover. Pese a que perdió las elecciones de 1984, Price volvió al poder entre 1989 y 1993. Finalmente dejó el liderazgo de su partido en 1996. En 2000 fue condecorado como héroe nacional y, en 2003, una de las principales vías de la diminuta capital beliceña, Belmopán, fue bautizada con su nombre.
Belice, antigua Honduras británica, albergó varias ciudades mayas antes de la llegada de Colón a América. Gran Bretaña y España se disputaron la región entre los siglos XVII y XVIII antes de convertirse en colonia británica en 1854. El pequeño país centroamericano (de 22.000 kilómetros cuadrados, equivalente al tamaño de Badajoz) consiguió la autonomía en 1964. A partir de entonces, Price se convirtió en representante legislativo, alcalde de Ciudad de Belice y finalmente en primer ministro del país. Encabezó el equipo que negoció con Londres la autonomía y consiguió el reconocimiento británico a su soberanía en 1972, pero la independencia total se postergó año tras año por las ambiciones guatemaltecas, que reclamaban parte de Belice basándose en que pertenecía a su territorio durante la colonia española.
Guatemala atravesaba una de las etapas más sangrientas de su guerra civil (1960-1996). El Gobierno del entonces presidente Romeo Lucas (1978-1982) es señalado como uno de los responsables del asesinato de más de 250.000 personas. Londres persuadió a Price para que cediera a Guatemala una salida al mar Caribe, pero los beliceños salieron a la calle para protestar. La disputa quedó sin resolver. "Sobre el libre acceso por carretera al Caribe no hay ningún problema, siempre que los guatemaltecos admitan que las carreteras son beliceñas, que no es una calzada de uso exclusivo para ellos", zanjó en una entrevista concedida a EL PAÍS en 1981, días antes de declarar la independencia sin el reconocimiento de Guatemala. Unos 1.600 soldados británicos protegieron sus fronteras por temor a sabotajes. "Guatemala dice que es heredera de España en esta parte del mundo, pero Belice existió como una realidad geográfica durante el Imperio español", afirmó entonces a la revista española Triunfo. Guatemala reconoció a Belice en 1991, pero el conflicto territorial aún persiste.
Belmopán, una de las capitales más pequeñas del mundo(13.000 habitantes) despidió al arquitecto de su independencia en medio de los festejos más agridulces de su breve historia.
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