S&P no prevé quitar a Francia la máxima calificación
Standard&Poor's (S&P) no contempla rebajar la nota de la deuda soberana francesa, según confirmó ayer la dirigente de la agencia de calificación para Europa, Carole Sirou. Francia debería así mantener su triple A, la nota más alta, pese a los rumores de degradación de la semana pasada que provocaron el hundimiento de las Bolsas mundiales.
Entonces, tanto Moody's como Fitch se precipitaron en desmentir aquella información. S&P, finalmente, lo hace también 10 días después, y un par de jornadas después de la minicumbre franco-alemana.
"Hemos confirmado y seguimos confirmando hoy la nota AAA estable de Francia", declaró Carole Sirou, entrevistada por la radio privada RTL, a una pregunta sobre el rumor de la inminente degradación de la nota francesa que provocó la agitación por los mercados el pasado 10 de agosto. "Tenemos confianza en esta nota AAA estable", añadió. "Y si por supuesto las cosas evolucionaran, la modificaríamos, como lo hicimos con Estados Unidos, pero es realmente de AAA estable", concluyó.
En efecto, fue la decisión de la misma S&P, una de las tres grandes agencias de calificación del mundo, de rebajar la nota soberana estadounidense el pasado 6 de agosto, la que abrió la puerta al temor de que Francia fuera el próximo en la lista. Como apuntaba el conocido economista francés Jacques Attali en una entrevista al diario Le Monde, "S&P ha dejado caer en su informe sobre Estados Unidos una frase que ha pasado desapercibida: un solo país con nota AAA tendrá en 2015 una deuda igual a la de Estados Unidos: Francia".
Sin "ratio mágico"
La gente piensa a menudo que las notas están vinculadas a una suerte de ratio mágico que hace que es AAA o ya no es AAA", pero el procedimiento de atribución de la calificación "es mucho más complejo", apuntó Sirou a este respecto. Además del nivel de endeudamiento y de la situación de los bancos, está "la trayectoria" del déficit público y del endeudamiento, que en el caso de Estados Unidos fue el principal factor para perder su nota máxima.
El economista jefe de S&P para Europa, Jean-Michel Six, ya había aclarado que la triple A francesa no estaba en peligro el pasado domingo 7 de agosto, es decir, dos días después de la degradación de la nota estadounidense. Pero el silencio de la agencia en lo más fuerte del ataque a Francia de los mercados, apenas tres días después, contribuyó precisamente en dar mayor credibilidad al rumor.
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