La ciudad que puso nombre a las plantas

Uppsala, atravesada por el río Fyris, es una ciudad joven, dinámica y muy cómoda para el viajero. La cuarta ciudad de Suecia, con 180.000 habitantes -ubicada a tan solo una hora en coche o 40 minutos en tren de Estocolmo-, bulle con bares, tiendas y museos. Su Universidad, con más de 40.000 alumnos, es la más antigua de los países nórdicos, fundada en 1477. Algunos relacionan el nombre de esta ciudad con el famoso Cancionero de Uppsala, una recopilación de villancicos renacentistas que se llama así porque el único ejemplar de la primera edición, publicado en Venecia en 1556, fue hallado en la biblioteca Carolina Rediviva.

9.00 Vestigios y vanguardia

Llegamos en tren desde Estocolmo, y tenemos dos opciones. La primera es coger un taxi para visitar los vestigios de la antigua ciudad, un lugar mágico conocido como Gamla Uppsala (1), que está un poco alejado del centro urbano actual. Gamla Uppsala es una zona de monumentos singulares, con tres majestuosos túmulos reales, de 1.500 años de antigüedad, vinculados con sacrificios en la época vikinga y el culto a dioses paganos. También se puede visitar el Disagarden (2) (www.upplandsmuseet.se; gratuito), un museo sobre los campesinos en Uppland en el siglo XIX.

La otra opción es empezar a pasear por las calles comerciales de Uppsala hasta llegar al Uppsala Konsert & Kongress (3) (Vaksala torg, 1; www.ukk.se), nuevo auditorio diseñado por el estudio danés de arquitectura Henning Larsen Tegnestuge, que se erige como una mole futurista en la que merece la pena subir hasta el último piso para divisar toda la ciudad. Justo al lado, en la plaza de Vaksalatorg (4), algunos días se instala un mercadillo ambulante.

11.00 Diseccionando criminales

Una vez recorrida la orilla izquierda del río, cruzamos para conocer el centro. La catedral de Uppsala (5) (www.uppsaladomkyrka.se), construida hacia 1270 e inaugurada en 1435, es la iglesia más grande y con la torre más alta de Escandinavia: sus dos agujas gemelas tienen 119 metros de altura. Es el santuario nacional de la Iglesia sueca, y su púlpito barroco rompe con la austeridad del resto del templo, de estilo gótico. También son muy interesantes sus colecciones de tapices modernos. En este templo descansan los restos mortales de los reyes Gustavo Vasa y Johan III, así como los del botánico Carlos Linneo, a quien debemos la nomenclatura binaria en latín de cualquier especie animal o planta. No muy lejos, el Jardín Linneo (6) (Svartbäcksgatan, 27; www.linnaeus.uu.se) conserva la traza diseñada por él en 1745 y alberga un museo sobre su trabajo. Junto a la catedral se encuentra la pequeña iglesia de la Santa Trinidad (7), que destaca por los frescos del siglo XV que decoran sus bóvedas. Muy cerca está también el Museo Gustavianum (8) (Akademigatan, 3; www.gustavianum.uu.se; 5,5 euros), que expone colecciones universitarias y sobre la historia de la ciencia. En su piso superior, una fiel reconstrucción del anfiteatro anatómico, donde, desde 1662, acudían estudiantes de medicina de todo el mundo para observar la disección de cadáveres de los criminales ejecutados.

13.00 Salmón al horno

Es hora de comer, y una opción es acercarse hasta Eriks Torg, 8 (9), un antiguo mercado, con terrazas al río, convertido en una especie de carrusel de restaurantes y tiendas de comida para llevar. En el restaurante Lingon (10) (Svartbäcksgatan, 30; www.restauranglingon.com) se pueden probar platos típicos suecos, como el salmón al horno. Tras el almuerzo vale la pena detenerse en alguno de los talleres artesanales de Sysslomansgatan (11), donde se pueden adquirir, por ejemplo, objetos realizados con materiales reciclados.

14.30 Cinco millones de libros

En la Universidad de Uppsala (www.uu.se) estudió el botánico Carlos Linneo o el premio Nobel de la paz Dag Hammarskjöld. En la actualidad hay unos 40.000 estudiantes, distribuidos en diferentes campus. El magnífico edificio principal (12) se construyó en 1887 en estilo neorrenacentista y conserva su auditorio histórico.

La biblioteca de la Universidad Carolina Rediviva (13) (Dag Hammarskjolds Vag, 1; www.ub.uu.se) alberga unos cinco millones de libros y cuatro kilómetros de estanterías repletas de manuscritos medievales como la Carta Marina de Olaus Magnus. Cada año, cumpliendo la tradición a finales de abril, el rector lanza desde el balcón de la biblioteca su gorra al aire y miles de universitarios y ex universitarios le siguen con el gesto. Cuenta la leyenda que todo surgió de una desavenencia: un año, un rector salió a saludar y los universitarios le dieron la espalda y tiraron sus gorras. Sea como fuere, ahora se celebra la fiesta de Valborg (30 de abril) durante todo el día en las diferentes "naciones", una especie de clubes privados que gestionan los alumnos y que responden a la región de procedencia de los estudiantes. Los edificios datan de 1600 y en la actualidad hay 12 naciones, correspondientes a los distintos territorios suecos. La fiesta arranca con un desayuno de fresas y champán e incluye competiciones deportivo-humorísticas por el Fyrisan (en sueco, río Fyris), en las que los equipos navegan con divertidos botes hechos con corcho o madera.

17.00 Un paseo hasta Bergman

No se puede completar la ruta sin antes visitar el castillo de Uppsala (14) (Uppsala Slott, en Slottsbacken; www.uppsala.se), ubicado en lo alto de una colina de origen glaciar. Gustavo Vasa inició la construcción de esta fortaleza en 1549; en 1702, un incendió destruyó parte de la fortaleza; tras su reconstrucción, ahora acoge exposiciones, eventos sociales y es residencia del gobernador. La vista desde la colina de toda la ciudad impresiona. Y a sus pies el Botaniska Tradgarden (15) (Villavagen, 8; www.botan.uu.se), un jardín botánico universitario con 130.000 plantas que data de 1655, y en el que se pueden contemplar más de 9.000 especies tropicales procedentes de diversas regiones del mundo.

Los amantes del cine pueden dedicar la tarde a seguir el rastro de Ingmar Bergman por la ciudad. La oficina de turismo ofrece para ello una ruta autoguiada (descargable en www.uppsala.to), que arranca en la casa de la abuela de Bergman (16) (Tradgardsgatan, 12). Allí pasó el director gran parte de su infancia, y en ella rodó algunas escenas de Fanny y Alexander.

20.00 Terraza junto al río

Se puede tomar un aperitivo en una concurrida terraza-café Magnussons (17) (Drottninggatan, 1) o ir a uno de los bares que congregan a universitarios, como el Kultur Kaféet (18) (Sysslomansgatan, 1), donde también se puede comer y suele haber música en directo y actos culturales. Pero si uno prefiere una cena tranquila y agradable, la alternativa se llama Tzatziki (19) (Fyristorg, 4; www.tzatziki.se), un restaurante griego junto al río con terraza y unas bóvedas medievales en su interior. Siguiendo las orillas del río hay una variada oferta de discobares y terrazas para los que quieran seguir disfrutando de la noche.