Griñán traslada a Pérez Rubalcaba que él sí agotará la legislatura

Cuanto más se le pregunta al PSOE andaluz si va a adelantar las elecciones, con más firmeza mueve la cabeza de izquierda a derecha. Y cada vez que se le pregunta si serán en marzo, el movimiento de cabeza es de arriba abajo. Esta posición fue la que le transmitió ayer con palabras el presidente de la Junta y secretario general del PSOE, José Antonio Griñán, a Alfredo Pérez Rubalcaba, durante la entrevista de cerca de dos horas celebrada en la sede del PSOE andaluz, en la sevillana calle de San Vicente. La sede estaba fuertemente protegida por la policía por la convocatoria realizada en las redes sociales por los indignados. No había más de una decena de ellos apostados en la esquina con la calle Baños.

"Si me piden la opinión, la daré pero en privado", dice el candidato

Rubalcaba incrementará su presencia en Andalucía

La fecha electoral puede convertirse en el culebrón político del verano, pero la determinación de Griñán, salvo un giro que a estas alturas ya sería difícil de explicar, es la de agotar el mandato del Parlamento andaluz y convocar elecciones el primer domingo de marzo. Así lo ha dicho cada vez que se le ha preguntado y así se lo dijo ayer a Rubalcaba tanto en la reunión que mantuvieron en su despacho en la sede de San Vicente, como luego ante los periodistas.

Los socialistas no tienen nada claro en esta ocasión que la simultaneidad con las elecciones generales les beneficie electoralmente. Aunque la explicación oficial es que hay que desarrollar la agenda de trabajo marcada por Griñán en el pasado debate de la comunidad, los dirigentes de este partido quieren separar el máximo legal posible la convocatoria de los comicios locales de los autonómicos. Creen que cuanto más tiempo pase, el tsunami del voto de castigo que recibieron el 22-M habrá perdido fuerza. Esa opinión vale en los dos casos: tanto para las elecciones generales como para las autonómicas.

Pero es que además existe la tesis, no testada científicamente y que entra más en el terreno de la intuición, de que una convocatoria conjunta sería peor para los intereses de los socialistas andaluces porque la gestión de la crisis realizada por el Gobierno central les arrastraría a la derrota. Un miembro del PSOE lo describe con estas palabras. "Esto es como susto o muerte. Si las elecciones son con las generales, es muerte y si vamos solos, es susto". Esta opinión bebe del análisis de que el votante tradicional del PSOE, que ha ganado las ocho elecciones autonómicas celebradas, tendría una especie de "reacción compasiva" con su partido para permitirle continuar otros cuatro años más. Como dice un dirigente andaluz, Griñán está tomando una decisión "osada o valiente a la espera de que suene la flauta". Y la música que emite la flauta no es la de ganar las elecciones, sino la de impedir que el PP consiga mayoría absoluta. Cuando ayer, antes de la reunión de Rubalcaba y Griñán, se le preguntó a la secretaria de Organización, Susana Díaz, sobre la encuesta del PP que otorga mayoría absoluta a este partido, respondió: "El sondeo verdadero fue el del 22 de mayo y el PP nos sacó siete puntos de ventaja que consideramos remontables". Los menos siete puntos es el lugar de partida con el que sale el PSOE andaluz en estas elecciones.

Según fuentes próximas al candidato Pérez Rubalcaba, este no está dispuesto a meter presión a Griñán para que adelante, si al final las generales se celebran en noviembre. Trabaja con la previsión de medirse con el popular Mariano Rajoy en marzo, aunque esta decisión va a depender más de factores externos que del propio deseo de Zapatero.

En la breve comparencia ante los periodistas, Griñán reiteró que las elecciones "están muy bien en marzo", recordó que esa ha sido "siempre" su posición, aunque cuando se le preguntó si esa opción era inamovible aseguró: "Hoy estoy aquí como secretario general del PSOE".

Rubalcaba tampoco se salió del guión y cuando se le inquirió por sus preferencias acerca de si las dos convocatorias debían o no coincidir se remitió a lo que decidan los dos presidentes, ya que sobre ellos descansa la prerrogativa de poner la fecha electoral. "Si me piden la opinión, la daré pero en privado".

En la reunión de ayer también participaron los miembros del equipo electoral de Rubalcaba -Elena Valenciano y Antonio Hernando- y la secretaria andaluza de Organización, Susana Díaz, y el portavoz parlamentario, Mario Jiménez.

Los dos equipos acordaron una "presencia muy importante" de Rubalcaba en Andalucía, a partir de septiembre pero no meramente "electoralista", dijo Griñán, sino pegada al terreno de las propuestas para Andalucía. El empleo será el eje de la conferencia política del PSOE, una materia de la que Griñán, según Rubalcaba, es "probablemente la persona que más sabe en España".