AVE confía en el nuevo Consell pero le pide que actúe sin dilación

La Asociación Valenciana de Empresarios (AVE) dio ayer un voto de confianza al nuevo Consell surgido tras las elecciones del 22 de mayo, aunque le pide "sin dilación" que adopte las medidas que necesitan la economía y la sociedad de la Comunidad Valenciana.

En el mismo comunicado emitido ayer, en el que el principal lobby empresarial valenciano solicitaba al Gobierno central la celebración urgente de elecciones anticipadas, AVE apuntaba una serie de reformas urgentes, tanto en el ámbito estatal como en el autonómico, para atajar la grave situación económica.

Entre otras, en un aspecto general, mencionaba la recuperación de la cultura del esfuerzo y del trabajo, el mercado de trabajo, el gasto público, la educación, la sanidad, la energía o la persecución de la economía sumergida. Más en el corto plazo, AVE considera que deberían emprenderse actuaciones como centrar la acción de gobierno en la economía, la generación de empleo y la mejora del modelo educativo.

Asimismo, sostiene que habría que reducir el endeudamiento ajustando los presupuestos a los ingresos reales, haciendo prevalecer el criterio de la austeridad. Para ello, exige ser muy selectivos en el gasto público, gestionando de forma muy eficiente y profesional y eliminando el despilfarro.

AVE insta en el mismo documento a que las Administraciones paguen a los proveedores en los plazos legalmente establecidos, "diseñando un plan creíble y asumible". Respecto a las empresas públicas, la asociación empresarial reclama "una gestión eficiente y eficaz" para evitar que sean deficitarias, o en su caso eliminarlas o privatizarlas, siempre que no existan razones socialmente relevantes para su continuidad. En ese sentido, exige coordinación entre las Administraciones y una profunda reorganización de la Administración local.

Copagos

El lobby se muestra partidario de establecer una tasa sanitaria y, asimismo, incrementar el copago en la educación universitaria "protegiendo a los más desfavorecidos".

También hace un llamamiento a reorganizar la educación, la sanidad y el sistema de bienestar, con una "mayor implicación de las fuerzas del mercado en la gestión e innovación". Por último, urge a abandonar la cultura de la subvención y a sustituirla por la incentivación de la inversión.